Mar Serna: "Las bajas justificadas no deben confundirse con el absentismo"
La consejera de Trabajo de la Generalitat, Mar Serna, ha terciado -con prudencia- en el debate abierto entre patronal y sindicatos sobre las estadísticas de absentismo que incluyen la baja por maternidad. Para Serna, es lógico que las empresas necesiten computar las ausencias justificadas para su política de personal, pero no deben confundirse "las bajas justificadas con el absentismo, que es la ausencia fraudulenta del trabajo".
Hay riesgo de llegar a un mercado laboral dual, dice la consejera de Trabajo
La consejera participó el viernes en los debates que la Fundación Pere Tarrés, en colaboración con EL PAÍS, organiza en torno al llamado tercer sector. Serna defendió que las políticas de inmigración no han de basarse únicamente en el control de flujos y manifestó su satisfacción por el nombramiento de Celestino Corbacho como ministro de Trabajo en la medida en que "incorporará el diálogo territorial" al departamento. Serna detacó que la integración resulta más difícil en la segunda generación de inmigrantes cuando se presentan problemas de fracaso escolar, exclusión, etcétera.
A lo largo del debate, Serna desgranó una serie de reflexiones sobre el mapa laboral catalán. Defendió el trabajo como un factor de inclusión social y destacó que las encuestas demuestran más preocupación por el paro que por el nivel salarial, aunque advirtió de que la precaridad y desigualdad que padecen mujeres, inmigrantes y jóvenes pueden conducir a un peligroso mercado laboral dual. Subrayó que un tercio de la población activa catalana está ocupada en trabajos de valor añadido y que este tipo de trabajos escapan a las estadísticas sectoriales porque están presentes, transversalmente, en todo tipo de tareas, no son patrimonio de un determinado sector más o menos puntero tecnológicamente.
Serna defendió que las empresas dedicadas a la actividad social no renieguen de ser competitivas y aseguró que la colaboración que se da entre este tipo de empresas, sin renunciar a la competencia, son un modelo de nuevo tipo de gestión que puede servir a las compañías mercantiles. En el debate se planteó la dificultad para estas empresas de ser competitivas y, al mismo tiempo, plenamente respetuosas con los derechos sociales. Por ejemplo, no pueden capitalizarse como las mercantiles. La consejera espera que una nueva normativa sobre los contratos del Estado no favorezca sólo la contratación de la oferta más barata, sino que tenga en cuenta otros criterios de calidad.
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