Protesta del 15-M en la Plaza Nueva
"Sin argumentos, sin alternativa, sin diálogo y en contra de la voluntad ciudadana". Así entiende Ricardo Marqués, de la asociación de ciclistas A Contramano, el decreto llevado a cabo por el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), por el que se deroga el plan centro y se abre de nuevo la circulación a los coches por el casco antiguo sin restricciones. Bien por intereses personales, bien por solidaridad, o por el descontento de algunos ciudadanos por la manera en que se ha llevado a cabo una de las primeras medidas de calado del nuevo gobierno municipal, más de 200 manifestantes se reunieron ayer en la Plaza Nueva para protestar por la iniciativa. La concentración fue convocada por la Asamblea del Centro de Sevilla del movimiento 15-M, y 23 asociaciones la secundaron.
Los alumnos de primaria del colegio Huerta de Santa Marina aportaron un autobús y varios coches de cartón hechos por ellos mismos, que se convirtieron en el punto de encuentro de la protesta. Los vecinos afectados decían estar indignados: "Es un acto de cobardía y un abuso de poder", gritaba una pareja de señoras residentes en el centro. "El no querer someter a voto estas decisiones solo significa que el alcalde no quiere escuchar otras opiniones en el pleno".
Entre pitidos y aplausos , un portavoz del 15-M se hizo con el micrófono para mostrar su solidaridad con los compañeros que ayer en Madrid tuvieron un altercado con la policía frente al Congreso. Pero en Sevilla, la protesta transcurrió de forma pacífica y sin sorpresas. Los vecinos ahora esperan que no se deroguen más medidas que, según ellos, "hoy por hoy funcionan, y funcionan bien".
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