Alcoa frenará inversiones en San Cibrao y A Coruña si no logra energía barata

Alcoa ha puesto en revisión sus inversiones en España. Cuando se cumplen diez años de la adquisición de Inespal a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), la multinacional norteamericana, con plantas en A Coruña y San Cibrao, alude a "la incertidumbre inmediata", que provocará el fin de la tarifa eléctrica para grandes consumidores industriales. Esta tarifa terminará de aplicarse dentro de tres meses y justificaría un cambio de rumbo en su apuesta por las siete plantas españolas de producción de alúmina y aluminio. Junto con la de Avilés, Alcoa tiene en Galicia proyectos de inversión relacionados con la modernización de procesos que superan los 50 millones de euros.

El fin de la tarifa subirá la factura de Alcoa entre un 35% y un 40% en Galicia

En plena negociación con las grandes eléctricas y con el Ministerio de Industria, la multinacional advierte que el fin de la tarifa industrial para grandes consumidores supone para las plantas de transformación incrementos en la factura de entre el 20% y el 30%. En el caso de las fábricas gallegas de aluminio primario de Alcoa, que todavía están en la tarifa denominada G-4, la energía supone entre el 35% y 40% de los costes de producción. El presidente de la filial española, José Ramón Camino, ya ha advertido que "hay incógnitas por resolver para seguir apostando por España", y ha centrado el problema en A Coruña, San Cibrao y Avilés, las tres fábricas del grupo acogidas a este favorable marco.

"Estamos negociando para conseguir un precio competitivo. Confiamos en llegar a una solución. Si esto no fuera así, tendría un impacto muy serio en la competitividad de la compañía", advierten fuentes de la empresa, que aluden a que su intención es "seguir invirtiendo".

El fin del suministro de energía a precios ventajosos afecta en gran medida a grupos multinacionales como Arcelor, Portland, Cemex o Lafarge, que, como Alcoa, piden al Ministerio de Industria un período transitorio alegando que representan hasta el 10% de la demanda eléctrica nacional. Para solicitar el mantenimiento del marco actual, que expira el 31 de diciembre, también recuerdan que, en sus contratos, se establecen cláusulas de interrumpibilidad. Esto significa que, en caso de que el sistema eléctrico lo necesite, reducen o bloquean su consumo, lo que les genera compensaciones que ahora quieren ampliar.

Las plantas de San Cibrao y A Coruña, de dimensiones dispares dentro del grupo, cuentan actualmente con 1.800 trabajadores, de los que 500 están en la fábrica de A Grela y el resto, en Xove.

El nivel de empleo entre las empresas auxiliares que desarrollan su actividad dentro de los centros gallegos de Alcoa oscila entre los 700 y 800 trabajadores. Gran parte de los 1.600 millones de euros que ingresa la multinacional en España se generan en San Cibrao, donde produce un millón y medio de toneladas de alúmina al año. De ellas, un millón es alúmina metalúrgica, que se destina a la producción de aluminio en las plantas de Alcoa en Europa, y medio millón se usa en aplicaciones no metalúrgicas.

En la actualidad, Alcoa está en proceso de implantar en su fábrica de A Coruña una tecnología que supone una inversión de 41,3 millones de euros, y que le permitirá una reducción del impacto medioambiental, mejora de las condiciones de trabajo e incremento de la eficiencia. Desde el comité de empresa de la compañía, su presidente, Xosé Paleo Rodríguez, advierte que el de la energía es para Alcoa como "una espada de Damocles", y señala que es un tema "preocupante", que siempre está ahí, "aunque la empresa, en las negociaciones del convenio colectivo que firmamos el lunes, nunca ha recurrido a este asunto", para advertir de un eventual recorte de plantilla en Galicia.

La de Inespal fue una de las grandes privatizaciones del Gobierno Aznar, que apeló a los constantes cambios de ciclo en el mercado mundial de aluminio para aprobar la operación con la multinacional americana. Fue además, una de las ventas más baratas de la Sepi, que recibió un total de 384 millones.