Tiene 24 años, nació en un pequeño municipio del desierto de Sonora, en México, y se ha convertido en uno de los máximos exponentes de una ola que ha llevado la música regional de su país a rincones inéditos. Por eso, es a golpe de canción como mejor se puede describir el universo musical de Christian Nodal: de su mariacheño, el estilo que él mismo nombró para mostrar su respeto a los sonidos mariachi y norteño; hasta su réplica en forma de tiradera a J. Balvin tras un incómodo intercambio de dardos en Instagram. Todo esto se puede ver en esta nueva entrega de Jugamos y hablamos, el formato audiovisual de EL PAÍS en el que tiene que adivinar una serie de canciones escuchando fragmentos de menos de un segundo. Si acierta, contestará a una pregunta cómoda; si no, tendrá que responder a una serie de cuestiones que le pondrán en un aprieto.

Tras acumular cientos de millones de reproducciones en Spotify y llegar más allá de sus fronteras, sobre todo en Latinoamérica y Estados Unidos, Nodal dará este sábado en Madrid su único concierto en Europa y lo hará con todas las entradas vendidas, un signo de que su fenómeno parece haber calado también a este lado del Atlántico.

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