Vídeo | ¿De qué han servido las revueltas en Irán?

Mahsa Amini, la joven iraní de 22 años que fue detenida por llevar mal colocado el hiyab, murió bajo custodia de la policía de la Moral el 16 de septiembre de 2022. Casi medio año después, Irán continúa levantándose y desafiando al régimen represivo del ayatolá Jamenei. Irán ejecutó al menos a 94 personas en los dos primeros meses de 2023, según un informe de Amnistía Internacional, un “aumento notable” respecto al mismo periodo del año pasado. Entre diciembre de 2022 y enero de 2023, cuatro manifestantes fueron ejecutados acusados de herir o matar a agentes de seguridad durante las protestas. Las informaciones recogidas por Amnistía revelan “horripilantes acusaciones de violencia sexual y otros tipos de tortura” para obtener confesiones forzadas.

Las manifestaciones multitudinarias, los desafíos al régimen, movimientos estudiantiles y encierros en las universidades, hicieron que personas de todo el mundo también se echaran a las calles en señal de protesta contra la represión del pueblo iraní. Aunque las revueltas desencadenadas por la muerte de Mahsa han ido decreciendo en los últimos meses, la cifra de fallecidos en las manifestaciones se calcula en torno a unas 500 personas, y la cifra de detenidos asciende a 20.000, según los datos proporcionados por la ONG Iran Human Rights.

La prisión de Evin, famosa por albergar presos políticos y que está bajo el control del Ministerio de Inteligencia iraní, acoge a la mayoría de los manifestantes detenidos. Además, numerosos testimonios de antiguos reclusos aseguran que existe una cámara de tortura donde se aplica corriente eléctrica a los presos. Como consecuencia del aniversario de la República Islámica, el pasado 3 de febrero el ayatolá Jamenei prometió amnistiar a quienes no tengan delitos de sangre con la condición de que muestren “arrepentimiento”.

En respuesta a la vulneración de los derechos humanos durante las movilizaciones, la Unión Europea y Naciones Unidas han intervenido con la aprobación de un paquete de sanciones contra Irán. Una lista en la que figuran nombres de altos cargos de la Guardia Revolucionaria, el ministro de Deportes, distintas organizaciones y entidades, y una cadena de televisión estatal.

Las manifestaciones también han tenido un cierto giro feminista. Al grito de “¡Mujer, vida, libertad!” las mujeres han desencadenado un creciente movimiento “anti velo” que mantiene viva la llama de las revueltas sofocadas en gran parte por la represión del régimen.