Las mujeres que acusan al cineasta Eduard Cortés de acoso sexual piden a Movistar Plus+ que cancele su nueva serie, ‘Terra Alta’
Más de una veintena denunciaron en EL PAÍS que el director se benefició de su posición en el sector para ofrecerles trabajo a cambio de desnudos. La plataforma asegura que mantendrá la serie y seguirá “de cerca el asunto”


El 4 de diciembre, Movistar Plus+ estrenó la serie Terra Alta, dirigida por Eduard Cortés, el cineasta al que 27 mujeres acusaron en EL PAÍS, el pasado diciembre, de haber sufrido acoso sexual por su parte. La fotógrafa Silvia Grav que, en octubre de 2024, fue la primera en compartir en su cuenta de Instagram unos antiguos mensajes con el director, en los que le acusaba de grooming [acoso en internet], reclama ahora en la misma red social que la empresa “cancele para siempre” la serie. “Hasta la denuncia pública en redes sociales, y ya finalizado el rodaje, no tuvimos conocimiento de ningún tipo de acusación por parte de la productora externa, ni de ninguna actuación conflictiva del director”, responde a EL PAÍS la plataforma. “En todo momento hemos actuado con responsabilidad y transparencia. Hemos estrenado la serie en la que han participado centenares de profesionales, y seguiremos de cerca la evolución del asunto”.
La plataforma anunció en 2024 el rodaje de la producción y desde entonces no se había vuelto a saber nada de una posible fecha de lanzamiento, hasta que este jueves, sin apenas promoción, apareció en su catálogo.
“Movistar decidió pararla y ahora ha decidido que ha pasado el tiempo suficiente, ni un año, y la acaban de sacar”, denuncia Grav en un vídeo en Instagram en el que menciona a la plataforma e invita a sus más de 30.000 seguidores a que dejen comentarios en la publicación en la cuenta de Movistar Plus+ en la que se promociona la serie. “El director de esta serie ha abusado de más de 55 mujeres”, es uno de los mensajes que ya se repite en el post.
La plataforma asegura a este diario que “ante las acusaciones públicas contra Eduard Cortés, desde Movistar Plus+ reafirmamos que nos tomamos muy en serio cualquier situación de acoso o conducta inapropiada y nos solidarizamos con las víctimas de cualquier tipo de abuso”.
“Que una víctima se levante por la mañana y vea esto… no hay que ser muy listo para saber el impacto emocional que tiene”, argumenta Grav. “Si es más seguro callarse, aunque salga una oleada de denuncias, esperas nueve meses y al final todo bien… ¿Qué productor o qué persona del rodaje va a abrir la boca? Nadie. No hay ningún tipo de incentivo para nadie”.
La actriz y escritora ecuatoriana Nicole León, otra de las mujeres que denunció en este periódico haber sufrido acoso por parte de Cortés, también ha publicado un vídeo en Instagram llamando al boicot de la serie. “Este caso no puede quedar impune”, reclama. “No vamos a permitir que lo normalicen ni que el silencio los proteja”. La intérprete pide que no se vea ni se difunda Terra Alta: “La justicia tiene que estar de nuestro lado. Boicot a la serie y al director”.
De la misma manera se ha manifestado la actriz Nora Alexandra Vega en su cuenta de Instagram. “Se estrena la serie dirigida por el innombrable. Boicot a los acosadores”, ha escrito en sus stories esta mujer que también dio su testimonio a EL PAÍS a finales de 2024.

Cortés, dos veces nominado al premio Goya y director de las populares series Merlí y Ni una más, fue acusado por decenas de mujeres de haberse beneficiado de su posición en el sector para ofrecerles trabajo en alguna de sus producciones con la condición de que se grabaran desnudas, masturbándose o realizando otro tipo de prácticas sexuales. La mayoría tenía entre 20 y 30 años, dos de ellas eran menores de edad en el momento. Este periódico tuvo acceso a casi un centenar de esas conversaciones con ellas que datan de mediados de 2007 hasta octubre de 2024.
Cuando las acusaciones se difundieron en Instagram, Cortés acababa de finalizar el rodaje de la serie Terra Alta, producida por Secuoya Studios, que adapta la novela homónima de Javier Cercas. “En ese momento, recuerdo tener conversaciones con amigos sobre la moralidad de sacar una serie después de lo que pasó. Y cuánto de justo es para la gente que trabajó en esa serie, que no tiene culpa de nada, que el trabajo que hicieron no salga a la luz”, reflexiona Grav. “Sí, es injusto. Pero es más injusto ser abusada por alguien como él. Me hace gracia que la empatía se ponga en cualquier otra cosa que no sean las víctimas”.
El modus operandi que relataron las mujeres a EL PAÍS consistía en iniciar una conversación a través de redes sociales. Cortés alababa su trabajo, según los mensajes facilitados a este periódico entonces. En la mayoría de los testimonios, según muestran los mensajes, cuando el intento de Cortés de establecer una relación sexual no fructificaba, el director les planteaba que debían prestarse a realizar determinadas prácticas sexuales por “exigencias del proyecto”.
Más de 20 mujeres se organizaron en octubre de 2024 para dar los primeros pasos para que, como sucede a menudo, sus historias no se murieran también en las redes sociales. En aquel momento recibieron asesoría jurídica y animadas en un principio por una posible denuncia colectiva, descartaron temporalmente esa opción por los altos costes planteados por la asesoría jurídica que recibieron de un despacho de abogadas.
Entonces, decidieron ponerse en contacto con un servicio externo de atención a víctimas vinculado a la Acadèmia del Cinema Català, de la que Cortés hasta ese momento era miembro y de la que se dio de baja días después justo antes de que se pudiera poner en marcha una comisión de investigación para tratar el caso. El pasado enero, la comisión concluyó que las mujeres sufrieron “ciberacoso sexual”, un tipo de acoso sexual o por cuestiones de género a través del ámbito digital. “El procedimiento está parado pero no cerrado. Es decir, en caso de presentar solicitud o querer participar en cualquier actividad de la Academia se activaría de nuevo”, apuntan desde la institución.
Estas mujeres también acudieron a la Unidad contra las Violencias Machistas en el sector audiovisual y cultural que se había puesto en marcha el Ministerio de Cultura en octubre de 2024.
“De cara al futuro, a cambiar las cosas, como no haya repercusiones de ningún tipo, en ningún momento, no va a haber ningún cambio real”, opina Grav que se muestra agotada con este caso. “Estoy enfadada, estoy hasta el coño. Para toda esa gente que habla de la cultura de la cancelación, de que estos hombres no levantan cabeza… este hombre lleva toda su vida abusando de gente y no ha habido ninguna repercusión para él”. La fotógrafa añade: “Ha pasado un año, pensé que estábamos en otra cosa, pero me voy a ir la tumba con esta mierda”.
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