Mozos de Arousa: “Estaremos contentos de pagar a Hacienda, porque cuanto más se paga es que más se ha ganado”

Son Borja Santamaría, Raúl Santamaría y Bruno Vila, de 29, 25 y 22 años respectivamente, más conocidos como los Mozos de Arousa. Desde que comenzó el pasado 25 de mayo en Reacción en cadena, el trío de Vilagarcía de Arousa —Borja y Raúl son hermanos y Bruno es amigo— ya suma más de 50 tardes en el concurso que emite Telecinco de lunes a viernes en uno de los horarios más complicados del día, las 20.00, enfrentado al todopoderoso Pasapalabra. Con su carisma y sus victorias —acumulan más de 350.000 euros ganados— han logrado que un programa que parecía al borde de una muerte inminente se haya convertido en el espacio más competitivo de las tardes de la cadena. Ahora, Telecinco prepara unas emisiones especiales en horario de máxima audiencia en las que los Mozos se enfrentarán a otros concursantes conocidos del formato.

“No esperábamos mantenernos tanto tiempo. Recuerdo una conversación con Bruno en la calle sobre si conseguiríamos pasar el primer programa. Bruno tenía como objetivo conseguir 10.000 euros por cabeza, pero ni por asomo nos imaginábamos llegar al número de programas que llevamos hoy, asusta un poco”, dice Raúl al otro lado del teléfono. Los Mozos de Arousa atienden a EL PAÍS el viernes 11 de agosto desde la casa de los padres de Raúl y Borja (o Borjamina, como se le conoce en redes y en el programa con una combinación de su nombre real y el de la perra que tuvo su familia), donde el trío suele quedar para practicar para el programa.

De Bruno fue la idea de apuntarse para participar cuando el concurso ni siquiera había arrancado sus emisiones. Vio cómo funcionaba el formato en la versión italiana. “No me parecía un concurso de alta dificultad como puede ser el Rosco de Pasapalabra, que tienes que estudiar el diccionario y requiere una preparación muy grande, sino que con la cultura general que podemos tener y con complementarnos podíamos ir apañando bien. También da la oportunidad de mostrar tu personalidad, no es como Saber y ganar, que es más de ser serios. Y a mí me gustaba el presentador [Ion Aramendi], que ya habíamos conocido en El cazador”, recuerda Bruno.

Cuando les llamaron para participar, se pusieron manos a la obra. La prueba esencial del programa, en la que se decide quién se queda y quién se va, es Complicidad ganadora, en la que dos miembros del equipo tienen que enunciar una pregunta de forma alternativa para que el tercero adivine una palabra. Mes y medio antes de empezar a grabar practicaron esa prueba al menos una hora cada día, y todavía la siguen ensayando en los descansos entre grabaciones. “Al principio usábamos una aplicación con una batería de más de 4.000 palabras que aparecen de forma aleatoria. Pero ya muchas nos salen repetidas y cogemos el diccionario para buscar palabras más raras”, explica Raúl.

Pregunta. ¿Qué aporta cada uno al equipo?

Borja. Tenemos tres personalidades muy marcadas y a la vez muy diferentes. Hay un equilibrio: Bruno es el más espontáneo, Raúl el más serio y yo estoy entre los dos y soy el que pone paz y un poco de cordura. En conocimientos, Bruno tiene una cultura más clásica, de monarquías e historia, Raúl más actualidad y dichos de la calle, yo de cine…

P. En redes sociales se viven los concursos de la televisión con mucha pasión y suele haber quejas por supuestos favoritismos. ¿Les ponen palabras más fáciles que a los rivales?

Raúl. No, no consideramos que sean más fáciles, pero llevamos mucho tiempo practicando y muchas palabras parecen fáciles porque las hacemos fáciles. Como nos conocemos mucho, sabemos por dónde enfocarlas. Pero si coges la lista de palabras de cada equipo, vas a ver que es bastante equilibrado. La dificultad se ve cuando pruebas a hacerlo, y animamos a todo el mundo a que lo intente en casa y nos comente, porque cambia mucho la cosa cuando lo intentas.

No consideramos que nuestras palabras sean más fáciles, pero algunas parecen fáciles porque las hacemos fáciles

Raúl Santamaría

P. La televisión da una enorme popularidad. ¿Cómo llevan la fama? ¿Les abruma que les reconozcan o le han pillado el gusto?

Bruno. Según el momento. El otro día fui a la playa con mis padres y es un momento que no te apetece ser reconocido. Pero estamos muy agradecidos a la gente y entendemos que debemos ser amables y atentos con la gente que nos ve, porque si no fuera por ellos, no habría programa y nosotros no podríamos haber ganado la cantidad de dinero que hemos ganado. Y el reconocimiento, porque el premio del programa es monetario, pero hay otro premio que es tener buena fama y prestigio aquí de donde somos.

Raúl. Nos invitaron en Vilagarcía y concellos de alrededor a fiestas. Este fin de semana tenemos la del mejillón y el berberecho, la semana que viene la de la almeja, vamos a hacer la ofrenda floral en San Roque en Vilagarcía… Y la repercusión en redes, nos sorprende que gente con tantos seguidores como Dulceida o Laura Escanes hayan compartido vídeos del programa.

Borja es licenciado en Administración y Dirección de Empresas y trabaja coordinando y formando a jóvenes en proyectos europeos. Raúl es licenciado en Magisterio y estudia oposiciones para maestro. Bruno estudia Derecho. Los tres se conocieron en la asociación juvenil Arousa Moza. Con el dinero que ganen en el concurso quieren lograr un nuevo local para la asociación, aunque en vista del premio que ya han acumulado, podrán repartir algo de dinero para cada uno de ellos.

El premio del programa es monetario, pero hay otro premio que es tener buena fama y prestigio

Bruno Vila

Reacción en cadena no es el primer concurso en el que participan. Borjamina permaneció 32 programas en Ahora caigo. Los tres, junto a otro amigo, repitieron 19 días en Bloqueados por el muro, Raúl estuvo tres días en Alta tensión; Borja también fue a La ruleta de la suerte, además de concursos de la televisión de Galicia. Ahí, precisamente, fue donde Borjamina comenzó su andadura recién cumplidos los 18 años, cuando una profesora del instituto le animó a presentarse a Cifras y letras. Ahora prefieren no pensar en otros formatos a los que presentarse en el futuro, aunque Raúl y Bruno no cierran la puerta a seguir probando suerte.

Pregunta. Algunos concursantes de otros programas se han quejado de lo que hay que pagar en impuestos con los premios de los concursos. ¿Cómo llevan que la mitad de lo que están ganando se lo vaya a quedar Hacienda?

Bruno. Bien, porque hay que ser contribuidor de la Seguridad Social, y nada de defraudar impuestos ni cosas de esas. Nosotros también hacemos uso de los servicios públicos, y si queremos buenos servicios públicos tenemos que pagar impuestos. Luego cada uno tendrá su pensamiento sobre si tienen que ser más altos o más bajos. Pero estamos contentos, porque cuanto más se paga es que más se ha ganado.

Raúl. Totalmente, y es algo que ya sabíamos antes de ir al programa, no es que lo averigüemos ahora. Del premio que vamos ganando ya vamos diciendo, nos va a quedar esto o lo otro. No es que nos vengan a robar de repente.

Lo que más me gusta de la televisión es entretener. Si vas a un programa pensando que solo vas a ganar dinero y no lo ganas, viene la frustración

Borja Santamaría

P. Seguro que mucha gente ve el programa por ver cómo les va. ¿Sienten una presión o una responsabilidad especial por el hecho de que la marcha del programa dependa, en parte, de ustedes?

Raúl. No, lo que sí sentimos es que tenemos una responsabilidad porque nos sigue mucha gente. Hay gente que te dice que lo ve todas las tardes por nosotros, otra gente que querría más cambio de concursantes...

P. Ahora que conocen más la televisión, ¿qué es lo que más les gusta y lo que menos de la tele?

Borja. A mí me gusta entretener, porque si vas a un programa pensando que vas solo para ganar dinero y no lo ganas, como pasa muchas veces, viene la frustración. Cuando grabé mi primer programa ya estaba deseando grabar el siguiente. Luego te gusta verte en la tele, que la gente te escriba… Me gusta esa parte. Yo había hecho teatro y está un poco relacionado.

Bruno. Y lo que menos nos gusta es perder. Por eso cada tarde lo damos todo para que eso no pase.

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