El irresistible encanto del espacio exterior en la pequeña pantalla
National Geographic estrena una nueva adaptación de ‘Elegidos para la gloria’ en Disney+ siguiendo la estela de series recientes que tratan la carrera espacial con una aproximación realista
Doce mil personas se presentaron el pasado marzo para formar parte de la próxima generación de astronautas de la NASA. La vuelta a la Luna, y la llegada a Marte, estaban en el horizonte. En la convocatoria anterior, en 2017, la cifra ascendió a 18.300, de los cuales acabaron graduándose 11 a principios de este año. Miles de personas sueñan con explorar el espacio y participar en el siguiente gran paso de la humanidad, y los elegidos (y preparados) para lograrlo son muy pocos. Desde los años sesenta, la agencia espacial estadounidense ha seleccionado a 350 personas para entrenarlas como candidatos a astronautas. En la actualidad hay 48 en activo. Todo comenzó con los Mercury Seven, los primeros siete astronautas estadounidenses de la historia. Sus hazañas han quedado registradas en diferentes formatos, de forma especial en el imaginario popular por el libro de Tom Wolfe Elegidos para la gloria, de 1979, y su adaptación al cine en el clásico de mismo título de 1983. La obra de Wolfe ahora tiene su traslación televisiva en National Geographic y Disney +, siguiendo la estela de otras ficciones recientes sobre la carrera espacial y el anhelo del hombre por ir más allá de la Tierra.
Wolfe quería contar la historia de la primera década de la carrera espacial entre EE UU y la Unión Soviética, pero se quedó tan fascinado con el primer capítulo, el programa Mercurio para poner al primer hombre en el espacio, que decidió no ir más allá. Estuvo investigando y escribiendo durante más de un lustro, hablando con los astronautas, sus familiares y miembros de la NASA para una extensa labor periodística que no solo cuenta la parte heroica de la historia y, en palabras del autor, saber por qué alguien querría ponerse en peligro para volar por el espacio, sino también la política que había detrás y la campaña publicitaria que supuso la iniciativa en un país que veía cómo sus países rivales parecían avanzar más. La adaptación televisiva, de ocho episodios, ha corrido a cargo de la productora de Leonardo DiCaprio, Appian Way y de Mark Lafferty (productor de series como Halt and Catch Fire y Castle Rock).
Como en Elegidos para la gloria, la familia y la relación de los héroes espaciales con la gente que dejan en la Tierra o que les apoyan en sus sueños es fundamental en la trama de la serie Away, que Netflix estrenó el 4 de septiembre. La ficción se imagina a la primera expedición internacional tripulada a Marte (algo que está en la agenda del actual proyecto Artemisa de la NASA con alguno de esos 11 astronautas recién graduados). Una misión de tres años en el espacio que sirve a los guionistas para indagar en las relaciones entre los astronautas en un periodo de cuarentena tan largo y con la familia que dejan atrás. En tono de comedia, y alejándose del tono realista de las anteriores, Netflix estrenó el pasado mayo Space Force, creada por Greg Daniels y Steve Carrell (de nuevo juntos tras The Office), y que se inventa cómo funciona la nueva rama del Ejército estadounidense destinada al espacio (en la realidad principalmente para controlar los satélites) creada por Donald Trump en 2018. También comedia es Moonbase 8, sobre tres astronautas de la NASA que viven aislados en un simulador lunar en el desierto en Arizona preparándose para emprender su primera misión a la Luna. Movistar + la estrenará el 9 de noviembre.
En plena guerra de plataformas de streaming, Apple TV + salió al mercado hace menos de un año con varias series llamativas. Una de ellas tenía la carrera espacial como reclamo. A medio camino entre el realismo y la especulación, Para toda la humanidad, una historia sobre qué habría pasado si la Unión Soviética se hubiese adelantado poniendo al primer hombre en la Luna. Y es precisamente el satélite de la Tierra el objetivo inminente de varias misiones tripuladas de diferentes agencias espaciales.
La obra original de Elegidos para la gloria, uno de los grandes éxitos de Wolfe, fue un libro de no ficción, un género que también en la televisión ha aumentado su oferta este año con series documentales sobre la carrera espacial, los avances de la humanidad en este aspecto y también sus fracasos, como la misión del Challenger que en 1986 saltó por los aires, de forma literal, pocos segundos después de partir de Cabo Cañaveral. En Netflix, junto a la recién estrenada El último vuelo del Challenger se puede encontrar también Mission Control, que detalla desde un punto de vista más técnico, cómo fue el trabajo en tierra de las misiones Apolo.
Los viajes a la Estación Espacial Internacional, la vuelta del hombre a la superficie de la Luna y las futuras misiones tripuladas a Marte llenan los sueños de los futuros astronautas, pero en las series nada de eso se explica sin el factor humano, como hizo Wolfe en Elegidos para la gloria. No en vano su obra no empieza con planteamientos geopolíticos, discursos patrióticos o disertaciones científicas. Comienza con una cadena telefónica entre las parejas de los pilotos de aviación aspirantes a ser los primeros astronautas estadounidenses de la historia preocupadas porque ha pasado algo y no saben con quién. Esa relación entre esposas y novias (hasta 1983 no llegó una mujer estadounidense el espacio exterior; en 1963 el hito lo marcó la soviética Valentina Tereshkova) es fundamental en la nueva ficción televisiva para entender por qué alguien querría aventurarse a ir a donde ningún humano ha ido jamás.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.