La histeria colectiva que profetizaba ‘The Twilight Zone’
Un capítulo de la deliciosa ficción de 1960 vaticinaba el caos ante una amenaza invisible. No ha sido así, pero algunos monstruos sí nos acechan
Se hacía muy buena televisión en los sesenta. El género del misterio dio series deliciosas, con pocos medios técnicos y guiones brillantes, desde Alfred Hitchcock presenta a las Historias para no dormir de Chicho Ibáñez Serrador. Pero la tele ya no aguanta la baja definición ni el blanco y negro, y esas ficciones se pudren en archivos o, peor, se rehicieron sin ese encanto.
No hay forma de encontrar la versión original de The Twilight Zone (1959-64), muy influyente serie de EE UU que ha tenido tres remakes, el último el año pasado, que pasaron sin pena ni gloria. Uno de sus capítulos de 1960, The Monsters Are Due on Maple Street, cobró inesperada actualidad. La historia nos lleva a un tranquilo vecindario que, a raíz de un apagón y de lo que alguno señala como una invasión alienígena, entra en una espiral de histeria colectiva: se organizan batidas con sus armas, se apunta a sospechosos de haber sido abducidos, desconfían unos de otros y la tragedia que llega no la causa la amenaza invisible. En un remake en color de ese relato se sustituyó la alarma extraterrestre por la terrorista. Giro innecesario: la cuestión es que nuestro peor enemigo podemos ser nosotros mismos.
El episodio revivió en las redes sociales durante el confinamiento y la CNN se preguntaba, cuando el personal se lanzaba a acaparar papel higiénico, si estábamos a las puertas de algo así. Hoy alivia pensar que la gran mayoría de la humanidad actuó con civismo. Pero sí quedan sociedades divididas: la polarización venía de atrás y se agrava. Aplauso o cacerolada, la mascarilla es de cobardes, más munición para la xenofobia. Entonces ves una masa de conspiranoicos y ultras en las calles en Berlín, como antes los vimos, fusil en mano, en ciudades de EE UU. Y piensas que los monstruos aún acechan en Maple Street.
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