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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El Mundial más largo de la historia

Para quienes vivieron el gol de Iniesta, sigue pareciendo ayer. Ese tal vez sea el mayor problema con el que se enfrenta 'Los secretos de la Roja - Campeones del Mundo'

Vicente del Bosque, en una imagen del documental 'Los secretos de la Roja - Campeones del Mundo'.
Xavi Sancho

Hay historias que uno jamás se cansa de escuchar. Una de ellas podría ser aquella que sucedió hace diez años en Sudáfrica durante un Mundial de Fútbol. Cuenta la leyenda que la selección española ganó aquel torneo. Célebre hasta aquella fecha por ser un equipo que jamás alcanzaba su potencial, que no lograba pasar de cuartos de final -o incluso de presentarse como favorito y caer en la fase de grupos-, que tenía el mal vicio de desperdiciar buenas generaciones de futbolistas y de irse de los grandes torneos con épica y muchas veces cayendo eliminado el día en que mejor fútbol hacía, España se hizo con aquel Mundial. El primero de su historia.

Ha pasado una década desde aquel gol de Iniesta en la prórroga de la final contra Holanda en Johannesburgo, y puede ser un tópico, pero para quienes lo vivieron, sigue pareciendo ayer. Ese tal vez sea el mayor problema con el que se enfrenta Los secretos de la Roja - Campeones del Mundo, el documental de Rakuten TV (que emite desde este jueves en abierto y en medio centenar de países) sobre cómo se vivió en el seno del equipo y en su entorno aquella Copa del Mundo, la primera de la historia en tener lugar en suelo africano. Se ha hablado tanto de ese Mundial, de ese equipo, se han visto tantas veces las imágenes más destacadas de aquel mes y hasta sus mismos protagonistas lo han recordado tantas veces, que lograr volver a exprimir el limón y sacarle algo de jugo se antojaba misión imposible. Y así, a pesar de lo prometedor del título del documental, lo cierto es que este se ve más como una revisión que como una nueva visión.

El artefacto cuenta con las voces de jugadores como Xavi, Iniesta, Villa, Casillas, Pedro, Navas, Marchena o Capdevila, en lo que podría entenderse con la composición de un elenco que puede aportar puntos de vista dispares sobre la narración, buscando cierto equilibrio entre protagonistas y secundarios de lujo. Además, aparece el entonces seleccionador, Vicente del Bosque, y un puñado de periodistas que siguieron los pasos del equipo durante aquel Mundial. La pieza enfatiza las diferentes localizaciones en que se han realizado las entrevistas y contiene un puñado de imágenes evocadoras grabadas en lugares que van desde Londres hasta Los Palacios, Sevilla. También se nutre de imágenes de archivo, que bien trufadas a lo largo de la narración, logran elevar el documental cada vez que este empieza a caer en la redundancia y las frases que parecen titulares de recurso, algo que sucede en demasiadas ocasiones durante sus casi 80 minutos de metraje.

El principal problema es la apuesta por afrontar esta historia de forma totalmente convencional, algo que es útil y hasta necesario cuando lo que estás narrando es sorprendente o cuando los entrevistados son capaces de sostener el relato por sí mismos. No es el caso. Aquí, hay ocasiones en que las anécdotas se repiten, los análisis están plagados de tópicos y de frases de barra de bar y los protagonistas, no se sabe y si por agotamiento tras diez años contando la misma historia, parecen en muchas ocasiones desganados. Parecen aquel actor que, tras cuatro temporadas en la misma serie, está tan familiarizado con su personaje que podría rodar los nuevos capítulos sin leerse los guiones. Así, solo la aparición ocasional de la elocuencia de Xavi, la naturalidad y sorna de Iker, la capacidad de Villa por ver un poco más allá, la flema de Del Bosque y la resistencia de Santiago Segurola a analizar situaciones extraordinarias utilizando solo lugares comunes elevan una narración plana y morosa. Si se cuentan secretos, estos deben ser tan insustanciales que no resulta demasiado comprensible que nadie los hubiese guardado hasta hoy. Apenas hay un momento, cuando Xavi narra su charla con Puyol durante la semifinal contra Alemania, lo que este le dijo sobre cómo los teutones defendía los córners y que a la postre resultó en el gol que metió a La Roja en la final, en que uno siente estar ante algo nuevo. O al menos, algo que brilla.

La sensación final es que este producto funcionará muy bien de aquí un puñado de años, cuando los más jóvenes se lleven las manos a la cabeza ante una nueva eliminación de la selección tras un buen partido o una decisión arbitral dudosa. Entonces, cuando empiecen a estar cansados y frustrados, alguien les contará que durante dos Eurocopas y un Mundial, España se convirtió en la mejor selección del mundo y una de las mejores de la historia. Esta pieza, relatada de esta manera, suavemente épica, estéticamente impecable y periodísticamente intrascendente, será ideal como bálsamo si se nos viene encima, como todo parece indicar, otra travesía por el desierto de los equipos que jamás alcanzan su potencial. Eso sí, si España vuelve a ganar en los próximos años otro gran torneo, quien revisite esta documental puede quedar sorprendido por la capacidad del mismo de, durante bastantes fragmentos, dar la sensación de que aquel Mundial de 2010 no se ganó.

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Sobre la firma

Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

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