La pulsera que monitoriza tu vida sin que se note

Pulseras de monitorización de la actividad diaria hay muchas. Pero probablemente pocas apuesten tanto por el diseño como Misfit Ray, un modelo que busca pasar desapercibido como wearable. Lo consigue gracias a una unidad principal que puede combinarse con distintos accesorios para utilizarse a modo de pulsera e, incluso, de collar.

Intercambiable

Esta unidad tiene forma de cilindro y ha sido fabricada con aluminio anodinazo como el que se emplea en la industria aeronáutica y que lo convierte en un gadget muy resistente. Con unas dimensiones de 12 mm de diámetro y 38 mm de largo, pesa únicamente 8 gramos: una cifra que asegura que no se note que se lleva puesto. Además, se adapta muy bien a las muñecas más estrechas; algo que, lamentablemente, no pueden afirmar todos los modelos del mercado.

En cuanto a las posibles combinaciones estéticas, está disponible en dos tonos diferentes (carbon black o rose gold) y, según el elegido, con correa deportiva de TPU o con una de piel. Es resistente al agua siempre y cuando la inmersión se realice a 50 metros de profundidad como máximo, por lo que sirve para nadar. Pero ¡ojo!, sólo con la correa TPU, ya que el cuero se estropearía. Por el momento, eso sí, hay que esperar un poco más para comprar el resto de accesorios, aunque desde la marca confirman que estos nuevos complementos llegarán "en breve".

El proceso de montaje, en cualquier caso, es el mismo: el sistema de anclaje es el de los relojes tradicionales, con una pequeña barra de 8 milímetros que fija la correa a la unidad central. Al tener unas medidas tan ajustadas no es una tarea fácil y se hace imprescindible contar con alguna herramienta adicional que ayude a esta instalación. Una vez conseguido, no hay riesgo de que se suelten accidentalmente.

Sin pantalla

La ausencia de pantalla y de controles físicos en el Misfit Ray limita mucho las posibilidades de interacción con el dispositivo. Aun así, hay un par de detalles que conviene tener en cuenta. El primero es un LED que se ilumina en diferentes colores dependiendo de las alertas y para informar del progreso de la actividad diaria. Las combinaciones de tonos son múltiples y, como no es fácil recordarlas, siempre resulta más práctico y sencillo consultarlo en el móvil. El segundo detalle es un motor de vibración utilizado con los mismos propósitos y que también funciona a modo de alarma inteligente.

Además de la pantalla, este wearable prescinde de monitor cardíaco o GPS, por lo que está indicado para registrar la actividad diaria (pasos dados, distancia recorrida…) y la calidad del sueño. Estas tareas las realiza realmente bien e, incluso, detecta cuándo se producen periodos de actividad intensa e invita a identificar el ejercicio que se ha practicado: correr, jugar al tenis, fútbol o baloncesto, montar en bici, nadar…

Vibra y se ilumina al recibir avisos, como una llamada de teléfono o de Skype, un SMS, un mensaje de WhatsApp o de Facebook Messenger. Estas opciones vienen desactivadas por defecto y hay que seleccionar cuáles se desea emplear. Es una función más bien anecdótica, teniendo en cuenta que no permite leer ni responder a estos avisos, aunque útil para todas aquellas personas que tienden a no escuchar su dispositivo móvil y deseen estar al tanto de cualquier notificación.

Desde su 'app'

Compatible con terminales iOS o Android, la app Misfit es indispensable para activar la pulsera y visualizar toda la información. Su interfaz es muy sencilla y reúne en una única pantalla todos los datos. Los días se exploran a modo de “historias” que recogen cada uno de los aspectos de actividad destacados de la jornada e informa de cuánto tiempo andando, corriendo o nadando sería necesario para llegar al objetivo marcado. Del mismo modo, muestra un rosco de puntos que traslada esa información a un sistema de gamificación que puede compartirse en redes sociales como Facebook.

Pero Misfit Ray también es compatible con otra aplicación llamada Misfit Link, que añade prestaciones adicionales y que supone un punto diferenciador con respecto a otras opciones del mercado. Gracias a ella, es posible controlar determinadas funciones a distancia: las bombillas inteligentes de la firma, la reproducción de música desde un altavoz Bluetooth, la cámara del móvil o una presentación que se está ejecutando en el ordenador. Por otro lado, permite utilizar las aplicaciones como Yo para enviar un mensaje a una lista de contactos; IF para simplificar algunas tareas con fórmulas; Harmony para crear actividades personalizadas o Ring My Phone para que el teléfono suene cuando se desea localizarlo.

La funcionalidad que proporciona Misfit Link requiere que la app esté ejecutándose siempre en segundo plano y se basa en el reconocimiento de los toques que se dan sobre la superficie de la unidad central. Así, dos seguidos muestran el progreso de la actividad hasta la cantidad total establecida (viene preconfigurada y no se puede cambiar), y tres toques sirven para activar todas las funciones anteriormente mencionadas aunque, eso sí, de una en una.

No es una característica revolucionaria y las alternativas son muy limitadas por el momento (algo menos en otros modelos de la firma que también son compatibles), pero se trata de una apuesta interesante de cara al manejo de dispositivos conectados que, creemos, irá mejorando en un futuro próximo.

Y sin cargador

La última prestación merecedora de mención es su funcionamiento a través de tres pilas de botón, que ofrecen una autonomía aproximada de seis meses y se sustituyen fácilmente. Gracias a ello, no es necesario cargarla, lo que sin duda supone un alivio para muchos y permite olvidar realmente que llevas un dispositivo en la muñeca.

En resumen, Misfit Ray es una pulsera para registrar actividad cuyo exquisito diseño es su principal argumento de compra. Tiene todas las funciones típicas de estos dispositivos y beneficios como el funcionamiento a pilas y la resistencia al agua. No encajará, sin embargo, con los usuarios que busquen un dispositivo con pantalla y avisos avanzados de notificaciones.