Los virales más vistos de 2007
El resumen del año desde la perspectiva de un internauta
Nacieron para ser recordados, pero no lo sabían. Vídeos que no fueron ideados por ningún guionista, historias que se tejen en directo, personajes que se ganaron un hueco en la memoria colectiva gracias a su espontaneidad o en algunos casos a sus peculiaridades... ese coctel es lo que hace que un video estalle a visitas en Internet.
Los videos virales no entienden de géneros. La tragedia conmueve como conmovió ver a un chaval de 23 años derrumbarse en un campo de fútbol. La muerte se aseguró un papel en televisión cuando abordó a Antonio Puerta en el área del Ramón Sánchez Pizjuan.
La tragedia es caprichosa y no distingue de realities. Al igual que los asesinos, que a veces se asoman y engañan a sus víctimas en directo. Sin pudor alguno las llevan a un programa de televisión para declarar amor eterno y un continuo perdón, que no merecen. Fue el caso de Svetlana, aquella mujer rusa que acudió a El diario de Patricia y se encontró de bruces con su asesino. Su pareja le arrebató la vida días más tarde de acudir a un plato. El morbo vende y fueron muchos los que se acercaron a YouTube para comprobar que los asesinos no tienen escrúpulos y se disfrazan con piel de cordero.
La agonía tampoco entiende de clases y da igual apalear a alguien en el metro que ahorcar a un dictador como Saddam Hussein.
A veces dan ganas de chillar "¿Por qué no te callas?" o de celebrar goles maradonianos de Messi. Es entonces cuando la comedia entra en escena y los políticos no se distinguen de los humoristas. Así pasa, que juntas a Buenafuente con el presidente del Gobierno y tienes una de las entrevistas más vistas en Internet. Aunque Zapatero no pueda decir que se llame Josep Lluís, "aquí y en China". El líder de ERC, que acudió al programa Tengo una pregunta, para usted de TVE, será recordado por sus continuadas explicaciones sobre su identidad. Rovira al igual que de la Vega, el día del Desfile de la Hispanidad, debió pensar que es "una putada" estar pronunciando una y otra vez su nombre. Era como un pasapalabra, pero sin rosco. De ahí debieron inspirarse los guionistas de las Juventudes Socialistas que idearon una campaña para transmitir valores como solidaridad, con 'd'. La respuesta de los jóvenes populares también llegó por Internet y quedó con otra parodia del contrario, que resultó igual de vergonzante.
La vergüenza -o la borrachera- que tampoco le faltó a una muchacha en Callejeros, programa de Cuatro. La pillaron borracha y con un positivo en alcoholemia después de una noche loca de esas que se explican con pelos y señales, nunca mejor dicho. Es lo que tienen los virales, que no entienden de anonimatos y a veces también te permiten radiografiar 2007 con los ojos de los internautas.
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