El presidente de la Conferencia Episcopal confiesa su “dolor” ante el caso de abusos del obispo de Cádiz
Luis Argüello admite la “verosimilitud” de la denuncia contra el prelado Rafael Zornoza aunque muestra su empatía con el acusado


EL PAÍS puso en marcha en 2018 una investigación de la pederastia en la Iglesia española y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.
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El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha confesado este lunes en Gran Canaria su “dolor” ante la noticia adelantada por EL PAÍS de que el Vaticano ha abierto una investigación contra el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, de 76 años, por presuntamente agredir sexualmente a un menor de manera continuada durante los años noventa, cuando el prelado era sacerdote en Getafe y dirigía el seminario de la diócesis. “La valoración personal que yo hago siempre es de dolor ante un acontecimiento así. El hecho de que la Santa Sede haya iniciado la investigación es que concede una verosimilitud a la acusación”, ha asegurado el líder de los obispos en España antes de pronunciar una conferencia en la sede en Gran Canaria de Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias.
Del mismo modo, Argüello ha mostrado su empatía por el obispo acusado: “La Iglesia abre un procedimiento porque quiere conocer la verdad y quiere así acercarse al dolor de uno y de otro, al dolor de una posible víctima y al dolor de un obispo, al que pudiera habérsele acusado falsamente”.
El también arzobispo de Valladolid, con todo, ha incidido en repetidas ocasiones en declaraciones a los medios la necesidad no condenar de antemano a Zornoza. “Al mismo tiempo, hay que contar con la presunción de inocencia, que es una base de nuestro propio sistema jurídico, civil y social”, ha explicado. “A mí me alegra poder decir que la normativa que tiene la iglesia y que los pasos que se han dado en los últimos años, tanto en la Santa Sede como la Iglesia española, hacen que se estén investigando unos hechos que sucedieron hace en torno a 25 a 30 años y que en la jurisdicción civil están prescritos”.
Al obispo Zornoza le investiga el Vaticano por presuntamente agredir sexualmente a un menor de manera continuada durante los años noventa, cuando el prelado era sacerdote en Getafe y dirigía el seminario de la diócesis. Es la primera vez que en España se conoce públicamente que un obispo está siendo investigado canónicamente por un delito de pederastia. La diócesis de Cádiz y Ceuta ha publicado esta mañana un comunicado en el que afirmaba que las acusaciones son falsas y ha anunciado que Zornoza ha suspendido su agenda esta mañana la diócesis de Cádiz “para el esclarecimiento de los hechos” y para tratarse de un cáncer que ha anunciado que padece.

Este lunes, a media mañana, la Conferencia Episcopal no ha querido valorar el caso, limitándose a ofrecer una frase como respuesta al escándalo: “Confianza en la justicia y respeto al trabajo del Tribunal de la Rota”. A pesar de que este periódico insistió, en ese momento la conferencia no tuvo palabras para la víctima de Zornoza, ni para lamentar su dolor.
Su presidente, en cambio, sí ha accedido a comentar el caso antes de dictar la conferencia El amor y sus formas (eros, filia y ágape): una mirada creyente. “La Iglesia abre un procedimiento porque quiere conocer la verdad”, ha expresado este lunes Argüello, “y quiere así acercarse al dolor de uno y de otro, al dolor de una posible víctima y al dolor de una posible persona, en este caso un obispo, al que pudiera habérsele acusado falsamente”.
Respecto a una posible suspensión del obispo investigado, Argüello ha asegurado que no le corresponde a la Conferencia Episcopal apartar cautelarmente a Zornoza. “La conferencia no tiene autoridad jurídico-canónica sobre los obispos, sino que quien tiene la autoridad es la Santa Sede”, ha recalcado. “No nos corresponde a nosotros”, ha concluido.
Argüello, eso sí, ha dejado caer una posible renuncia del obispo investigado, dado que el propio Zornoza presentó su renuncia cuando cumplió los 75 años. “Yo me imagino que un obispo que hace ya 14 o 16 meses, me parece, que ha presentado su renuncia, que ha surgido este asunto y que además está enfermo… Las posibilidades de que pudiera ser aceptada su renuncia, pues seguramente sean altas. Pero no depende de mí ni de la Conferencia”. Los obispos presentan automáticamente su renuncia al Papa a los 75 años, edad de su jubilación. Normalmente, el Pontífice se demora varios años en aceptarla, hasta que encuentra a un sustituto. No obstante, puede admitir su dimisión por razón de enfermedad o, como ha sucedido en varios casos, cuando el prelado tiene acusaciones de abusos o de otra índole.
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