La seguridad vial empieza en el propio vehículo
Autopistas recomienda previsión y antelación en los desplazamientos de estas fechas. El Plan de Vialidad Invernal entra en acción para atender incidencias y episodios de meteorología adversa que pueden surgir durante los trayectos
El dispositivo especial de la campaña navideña, que como cada año prevé millones de desplazamientos de larga y corta distancia en estas fechas, llega con la incertidumbre sobre los fenómenos atmosféricos que pueden sorprender en la carretera. Autopistas, del grupo Abertis, pone en marcha su Plan de Vialidad Invernal, con más de 80 vehículos quitanieves, 9.800 toneladas de sal y 1,5 millones de litros de salmuera, preparados para afrontar cualquier inclemencia del tiempo. No obstante, recomienda a los conductores evitar o aplazar desplazamientos, en función de las alertas meteorológicas. El mapa interactivo de la Dirección General de Tráfico permite conocer, en tiempo real, la situación de la calzada y el estado de la circulación, a lo largo del recorrido que vamos a realizar.
Reducción de riesgos
Una revisión previa del vehículo —para garantizar que tanto frenos, como batería, limpiaparabrisas, luces y neumáticos estén en perfecto estado— ayuda a anticiparse a cualquier problema. Si viajamos con mantas, comida y agua en el vehículo podremos afrontar mejor retenciones o averías imprevistas.
Aunque las nuevas luces de emergencia —que sustituirán a los triángulos de señalización— no serán obligatorias hasta 2024, una medida para evitar atropellos posteriores a un accidente consiste en colocar una baliza luminosa sobre el coche y protegerse detrás de las barreras de seguridad. En caso de incidencia, hay que tener grabado el principio P.A.S.: Proteger, Avisar y Socorrer.
El Plan Invernal de Autopistas incluye sistemas de vigilancia, señalización y asistencia a disposición de los conductores, con un seguimiento de 124 cámaras de vigilancia, operativas 24 horas, y más de 141 paneles de mensajería variable que actualizan la información de la calzada en tiempo real. Para viajar de forma segura en las próximas fechas, Autopistas propone algunos consejos de conducción en circunstancias adversas.
Conducción con nieve
Se recomienda reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad para asegurar la frenada. La adherencia a la calzada será mejor si conducimos con neumáticos de invierno y nos acordamos de incluir (y sabemos cómo se usan) las cadenas de nieve. Si la nevada impide continuar con el trayecto habría que intentar no abandonar el vehículo en medio de la calzada, deteniéndose en el arcén o áreas de servicio, y avisar a emergencias o al Centro de Operaciones y Seguridad Vial de Autopistas, desde un poste SOS o a través del teléfono 934 927 827. El Plan de Vialidad Invernal cuenta con bases de mantenimiento y depósitos de fundentes, de los que saldrán las máquinas quitanieves. Se recomienda dejar el carril izquierdo libre para que puedan circular por él, en caso de bloqueo.
Niebla, una traición para la vista
La niebla es la condición adversa que suele acompañar a las nevadas y una de las más peligrosas para la conducción. Las luces de cruce (no las largas, que se reflejan en la niebla y deslumbran al conductor) y las antiniebla, delanteras y traseras, si el vehículo dispone de ambas, permitirán no solo ver sino también ser vistos por el resto de conductores. La forma más segura de atravesar bancos de niebla, sobre todo de noche o a primera y última hora del día con oscuridad añadida, es adecuar la velocidad a las condiciones de la vía y tomando como referencia las marcas viales de la calzada. La mejor opción es no adelantar en tramos de escasa visibilidad, ni detenerse, ni siquiera en el arcén, porque otros conductores podrían no darse cuenta a tiempo.
A lo largo del viaje podemos consultar el estado de la carretera, a través de los canales de comunicación de Autopistas, como su cuenta de Twitter (@infoautopistas) y los paneles de mensajería variable, que señalizarán los accidentes e inclemencias meteorológicas. El seguimiento 24 horas a través de cámaras permite alertar a los conductores de los tramos con menor visibilidad. Cualquier incidencia en el camino será monitorizada por tres Centros de Operaciones y Seguridad Vial.
El peligro de las heladas
Antes de un viaje en invierno, los expertos en seguridad vial recomiendan hacer una revisión completa al vehículo, con especial atención a los niveles del líquido anticongelante, incluido el del limpiaparabrisas, la batería y los filtros de calefacción, para asegurarnos de que las bajas temperaturas no afectarán a los componentes del coche ni a la conducción. Por su propia seguridad y la del resto de los conductores, la forma más eficaz y segura de manejarse cuando baja mucho la temperatura consiste en reducir la velocidad, no adelantar y dejar libre el carril izquierdo para los vehículos de emergencia.
Si observamos rodadas sin hielo en la carretera es preferible conducir sobre ellas, con marchas largas y sin cambios bruscos en la dirección que nos podría hacer perder el control del vehículo. Si finalmente el vehículo patina sobre el hielo, nunca pisar el freno. En esta situación hay que mantener la calma, levantar el pie del acelerador y girar la dirección en el mismo sentido que la parte trasera hacia la que patina el vehículo.
Saber moverse bajo (y sobre) la lluvia
Las lluvias torrenciales y tormentas intensas pueden suponer un riesgo para la conducción, por lo que la primera recomendación sería no salir de viaje o aplazarlo hasta que la previsión meteorológica mejore. Si, de todas formas, nos vemos obligados a desplazarnos o nos han sorprendido fuertes lluvias por el camino, se recomienda en estos casos aumentar la distancia de seguridad, reducir la velocidad, incluso en autopistas, y encender las luces.
Ante acumulaciones de agua en la calzada debemos conducir de la forma más lenta posible. El temido aquaplaning se produce por un exceso de velocidad sobre zonas con agua, que impiden la adherencia de los neumáticos a la carretera y provocan su deslizamiento. Si a pesar de todas las precauciones nos encontramos con este fenómeno, la conducción pasa por sujetar con firmeza el volante, nunca pisar el freno y desacelerar suavemente, levantando el pie del acelerador.
El viento, ese invitado traicionero
Además de las advertencias en los paneles de mensajería variable de Autopistas, el paisaje puede ser un buen indicador sobre los cambios en la meteorología por fuertes rachas de aire, por ejemplo. Las copas de los árboles y las mangas de viento junto a la calzada nos darán pistas sobre la dirección e intensidad de las ráfagas. Los expertos en seguridad vial recomiendan una conducción con marchas más cortas, para mantener la trayectoria del vehículo y así reaccionar rápido cuando el viento nos desplaza de nuestro camino.
En caso de vientos cruzados, lo recomendable es sujetar con firmeza la dirección del coche y corregir, de forma suave y progresiva, la trayectoria desviada por el aire
El mayor peligro en carretera son los vientos cruzados, que no esperamos. En estos casos, lo recomendable es sujetar con firmeza la dirección del coche y corregir, de forma suave y progresiva, la trayectoria desviada por el aire. De la misma forma que debemos prestar especial atención al resto de conductores y sus maniobras y posibles desplazamientos inesperados, también hay que extremar la precaución al atravesar puentes, viaductos y túneles, donde las fuerzas centrífugas del aire afectan de distinta forma al vehículo.