42: la revolución de la formación digital

Cuando terminó de estudiar la carrera de Publicidad y Relaciones Públicas, Carlos Díaz, de 23 años, no imaginaba que acabaría sumergiéndose en el mundo de la programación y que su aprendizaje sería tan intuitivo como un videojuego. Sin libros, sin profesores, presencial, gratuito y disponible 24/7. Esas son las claves de los campus 42, impulsados por la Fundación Telefónica y cuyo objetivo es crear oportunidades entre los perfiles digitales donde existe más demanda en el mercado laboral. En el caso del joven publicista, su sueño es compaginar la programación con la publicidad en un futuro.

“Acostumbrado a sentarme, recibir instrucciones y tomar apuntes, lo peor fue la incertidumbre del que se sabe al volante”, reflexiona Díaz. “El peso de la libertad. Lo más exigente ha sido lidiar con la frustración. Pero si, como yo, estás dispuesto a asumir la responsabilidad de tu formación y disfrutas cuando te sientes parte de algo más grande, no conozco alternativa mejor que 42. Lo importante es que te des cuenta de lo poco que puedes aportar como individuo y aun así, dediques tus esfuerzos a la comunidad. Ya habrá tiempo para ser competitivos ahí fuera”.

El plan de estudios de 42 –que puede durar una media de tres años– contiene una amplia variedad de especialidades dentro de la programación, para que el estudiante pueda elegir la que más le interese, como programación móvil, programación 3D, ciberseguridad, código malicioso, inteligencia artificial o big data, entre otras materias. El objetivo es facilitar este contenido de forma universal y gratuita, para que nadie se quede atrás en el mundo digital y pueda acceder al conocimiento cualquier persona, mayor de 18 años, incluso sin titulación ni formación previa. “42 es un método en el que tú decides”, confirma la estudiante Alba López, de Ferrol (A Coruña). “Yo entré aquí sabiendo cero de programación, me metí de lleno en esto... y me fue genial”.

Formación previa y procedencias

Entre los alumnos se encuentran informáticos, sí, o diseñadores web, pero también psicólogos, arquitectos o actores, que parten de cero y descubren una nueva vocación o salida laboral. “Lo importante es que se trata de gente que piensa igual que tú, con los mismos objetivos”, redunda Íñigo Romero, de Irún (Guipúzcoa). “Nos une el mundo de la informática”. Pero hay quien obtiene otras enseñanzas. Por ejemplo, el malagueño Ramón Lozano se lleva de los campus 42 mucho conocimiento sobre programación, pero sobre todo otra forma de ver la vida. “Además de los amigos que he hecho, lo más importante es que he adquirido mucho aprendizaje para buscarme la vida. Después de 18 años en mi ciudad, sin estudios universitarios previos, digamos que esto me ha espabilado bastante”.

Lo revolucionario de los campus 42 es el cambio de paradigma educativo, basado en la gamificación y el peer-to-peer learning, o aprendizaje entre pares, donde los estudiantes aprenden de sus compañeros y superan los proyectos a través del trabajo en equipo y la evaluación entre alumnos. Este sistema permite aprender por etapas, que van aumentando la dificultad de los retos, como quien supera las sucesivas pantallas de un videojuego. Además, la innovadora metodología responde a la inquietud de Telefónica y Fundación Telefónica por fomentar tanto las hard como las soft skills, y el trabajo colaborativo, la superación, el esfuerzo, la creatividad y la tolerancia a la frustración. “Lo importante es que nadie te exige, no hay miedo al fracaso”, redunda la gaditana Amalia Pita da Veiga. “Para mí esto ha sido una última bala, pero también una nueva forma de aprender, de vivir, de conocerse a uno mismo”.

Lo importante es que nadie te exige, no hay miedo al fracaso. Es una nueva forma de aprender, de vivir, de conocerse a uno mismo

Amalia Pita da Veiga, estudiante de Cádiz

Pruebas y campus presencial

Para acceder a la formación, primero hay que superar dos test en línea de dos horas y diez minutos y, una vez aprobados, esperar la convocatoria de las llamadas piscinas. Son los períodos intensivos de formación presencial –durante 26 días consecutivos–, en los que el alumnado “se tira a la piscina” y participa en un proceso de selección e inmersión total en el mundo de la programación. Los candidatos aprenden, en el aula, la base de lenguaje C y trabajan en los primeros proyectos colaborativos. Si se supera esta fase de selección se accede a la formación común –presencial y en línea– y la posterior especialidad elegida para continuar el itinerario educativo.

El proyecto 42, impulsado por Fundación Telefónica con terceros, tiene centros en Madrid, Urduliz (Bizkaia), Málaga y Barcelona

Después del primer campus 42 celebrado en París, al que siguieron otros 36 abiertos y anunciados en todo el mundo, en 2019 Fundación Telefónica puso en marcha el primer campus 42 Madrid.

El objetivo de la institución, con sedes también en Urduliz (Bizkaia), Málaga y Barcelona (en los próximos meses nacerá el de Alicante), es mejorar la empleabilidad de los estudiantes en carreras profesionales relacionadas con la sociedad digital. La gran aceptación del proyecto demuestra el creciente interés por las nuevas tecnologías y el aprendizaje de competencias digitales: actualmente hay más de 34.000 personas inscritas para acceder a una de las plazas de los campus de Madrid y Urduliz.