La Generalitat aplaza las Fallas de Valencia para evitar el riesgo de las aglomeraciones
Puig explica que la decisión sigue las recomendaciones de los expertos y del Ministerio de Sanidad. También se suspende La Magdalena de Castellón
La Generalitat ha anunciado este martes el aplazamiento de las multitudinarias fiestas de las Fallas de Valencia, que se iban a celebrar del 15 al 19 de marzo, para evitar la posible propagación del coronavirus, que en España ya ha dejado 35 fallecidos y más de 1.680 contagiados. “La decisión es aplazarlas para más adelante, cuando la situación sanitaria lo permita, esperemos que sea pronto”, ha dicho el presidente valenciano, Ximo Puig. “Se trata de minimizar el elemento de riesgo para el contagio por aglomeraciones humanas y desplazamientos masivos de personas procedentes de zonas más afectadas”, afirmó este martes pasadas las 22.00. Las figuras centrales de los principales monumentos falleros que ya están en las calles tendrán que volver a los almacenes. La pólvora deberá esperar para dispararse.
“Hoy en una reunión mantenida con los responsables del Ministerio de Sanidad nos han trasladado la conveniencia de no celebrar las fiestas en las fechas previstas”, explicó Puig, que ha hecho un llamamiento a la responsabilidad. Las Fallas atraen a centenares de miles de personas durante su celebración y su impacto económico anual ronda los 700 millones de euros. También suponen el 15% del turismo que recibe la ciudad a lo largo del año.
Acompañado por todos los miembros de su Gobierno, formado por el PSOE, Compromís y Podemos, el presidente incidió en que la decisión se ha tomado “por indicación de los expertos y pensando en el interés general”, como ya se hizo con el Carnaval de Venecia o la Feria de Turismo de Berlín. “La Generalitat ha seguido los criterios para proteger la salud de los ciudadanos, con rigor, responsabilidad y proporcionalidad, tomando la decisión en función de la evolución de los hechos. Y lo hemos hecho siempre con plena coordinación con el Ministerio de Sanidad”, agregó. Se mantienen las vacaciones escolares en la ciudad de Valencia de los días 16, 17, 18, 19 y 20 de marzo falleros, “mientras el Ministerio de Sanidad no indique lo contrario”.
La última vez que se dejaron de celebrar las fiestas, que convocan a centenares de miles de personas, fue durante la Guerra Civil, entre 1937 y 1939. La posibilidad de la suspensión estaba en boca de la gente desde que el pasado 1 de marzo una multitud se venía reuniendo todos los días, a las 14 horas, en la plaza del Ayuntamiento para seguir las populares mascletàs que anticipan la celebración oficial. Hasta ahora estos espectáculos pirotécnicos se habían salvado, pero tras el salto de contagios del lunes y martes, el cierre de centros educativos en Madrid y el anuncio de la disputa de los partidos de la Liga de Fútbol de las dos próximas jornadas con los estadios cerrados al público, la Generalitat ha tomado la decisión, tras una videoconferencia del Consejo Interterritorial convocada por el Ministerio de Sanidad con todas las comunidades autónomas. Una hora antes al anuncio, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había declarado que la decisión de suspender las fiestas correspondía a la comunidad autónoma.
Las Fallas, declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, concentran a decenas de miles de personas en sus actos más populares como las mascletàs, los castillos de fuegos artificiales y la ofrenda la Virgen. Además, se celebran múltiples verbenas y fiestas en los casales ubicados en los barrios. Estaba previsto que se plantaran 800 monumentos falleros en Valencia y provincia para ser quemados la noche de San José, el 19 de marzo, como marca la tradición para recibir la primavera.
En el Ayuntamiento de Valencia, su alcalde, Joan Ribó, de Compromís, afirmó en su cuenta de Twitter: “Buscaremos una alternativa para su celebración, pero lo primero es la seguridad de las personas atendiendo siempre a criterios técnicos y científicos”. La vicealcaldesa socialista Sandra Gómez insistió en que “se ha tomado la decisión correcta, conociendo además las implicaciones que conllevaba, las ilusiones de los falleros y su indudable impacto económico”. “Estamos trabajando desde esta noche: dónde podemos almacenar las fallas y qué ayudas podemos poner a disposición de la fiesta”, añadió.
Los principales partidos respaldaron la decisión del Consell. La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, aseguró que la salud está por encima de todo y mostró el respaldo de su formación a la decisión, si bien le habría gustado “ser informada”. El portavoz de Ciudadanos, Toni Cantó, manifestó que es un “triste día”, pero lo primero es la salud. En el mismo sentido se expresó la portavoz de Vox, Ana Vega. Se han suspendido también las fiestas taurinas de Valencia y Castellón.
En su larga historia, las fiestas valencianas se han suspendido completamente solo en cinco ocasiones: en 1886, debido a una protesta de los falleros, que se negaron a pagar un tasa municipal; en 1896, por el enfrentamiento bélico de España con los Estados Unidos en la conocida como Guerra de Cuba; y en 1937, 1938 y 1939 por la Guerra Civil. La primera referencia documentada de las Fallas se remonta a 1774, si bien no fue hasta 74 años después cuando se empiezan a encontrar publicaciones continuadas sobre la fiesta josefina, según ha explicado a Efe el historiador, documentalista y miembro de la Junta Central Fallera de Valencia, Javier Mozas.
La Consejería de Sanidad ha confirmado este martes 15 nuevos casos de coronavirus en la Comunidad Valenciana, en concreto en Alicante y Valencia, 12 de ellos ancianos de una residencia de mayores de esta última provincia que están aislados en sus habitaciones. Con esta cifra, el número de contagios producidos en esta autonomía asciende a 65, entre los que hay 63 casos activos, dos de ellos graves.
La Magdalena suspendida
Castellón había iniciado ya la cuenta atrás para celebrar sus fiestas de la Magdalena, previstas desde este sábado, 14 de marzo hasta el domingo 22, pero la crisis del coronavirus ha provocado la suspensión de las celebraciones fundacionales de la ciudad hasta lograr una nueva fecha que proporcione todas las garantías, según fuentes municipales.
La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, ha anunciado la decisión a través de su cuenta de Twitter tras la reunión mantenida la tarde de este martes entre el Consell y el Ministerio de Sanidad para valorar la continuidad o no a la semana grande de la capital de La Plana. “Me acaba de llamar el presidente Ximo Puig para comunicarme la decisión de suspensión de las Fiestas de la Magdalena”, ha señalado.
Fuentes municipales insistieron durante toda la jornada de este martes en que se acatarían las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
Marco lamenta que la ciudad no pueda celebrar las fiestas de la Magdalena, pero recuerda que ante una emergencia sanitaria internacional debe prevalecer el interés general. “Se trata de una cuestión de salud pública”, afirmó la alcaldesa. “Son decisiones duras que vienen determinadas por las administraciones competentes y que hemos de ejecutar por responsabilidad”, señala.
“Nuestra voluntad es que se puedan retomar cuando haya plenas garantías de que su celebración no afectará a la población”, ha detallado Marco. No obstante, se tendrá que estudiar una eventual nueva convocatoria de fiestas en el seno de la institución municipal y, en su caso, se comunicará en el momento oportuno. La alcaldesa convocará este miércoles una junta de portavoces extraordinaria y una reunión con representantes del sector festero para dar cuenta de las medidas adoptadas ante el coronavirus.
Precisamente este martes había arrancado en la plaza Mayor el reparto de los tradicionales ‘llibrets’ de las fiestas, que iban a celebrar este 2020 su 75º aniversario.
La semana festiva castellonense incluye una media de 600 actos en su programa oficial, muchos de ellos multitudinarios como las mascletas y los castillos de fuegos artificiales, conciertos, el Coso Multicolor, cabalgatas como la costumbrista del Pregó, desfiles de bandas internacionales de música y mesones y ferias gastronómicas.
El evento más esperado es la tradicional Romeria de les Canyes del primer domingo de las fiestas, que reúne a más de 130.000 personas en dirección a la ermita de la Magdalena para rememorar los orígenes de Castellón. Declarada Bien de Interés Turístico Cultural Inmaterial, la romería recrea el traslado, hace 769 años y con la ayuda de cañas y farolillos para sortear los arrozales del camino, de los antiguos habitantes del Castell Vell hacia la llanura donde se asienta actualmente la ciudad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.