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“Si los feminismos no se unen quedarán mal con las más jóvenes”

Arussi Unda, voz de las Brujas del Mar, cree que el movimiento feminista en México vive un momento de cortejo

Carmen Morán Breña
Arussi Unda, portavoz de las Brujas del Mar. VÍCTOR YÁÑEZ
Arussi Unda, portavoz de las Brujas del Mar. VÍCTOR YÁÑEZ

No han pasado ni cinco meses desde que Las Brujas del Mar abrieron su red social de amigas feministas al público y ya han conseguido convocar una huelga para el 9-M a nivel nacional desde su rincón de Veracruz. “No sé qué pasará ese día, quiero sorprenderme, pero lo que más me interesa es qué pasará después. Solo espero que no sea una anécdota, sino el principio de algo que contribuya a la lucha histórica de las mujeres en este país”, dice por teléfono Arussi Unda, la vocera de este movimiento que ha agitado como un tsunami las redes sociales. A todo ello han contribuido declaraciones desde el Gobierno que han pretendido situar en la derecha política a este colectivo, en el lado del adversario. Arussi Unda (Veracruz, 32 años) es exponente de una generación de feministas que está a caballo entre la vieja guardia y las miles de estudiantes de secundaria que también han decidido alzar su voz. México tiene cantera.

Pregunta. ¿El feminismo es de izquierdas? ¿De derechas?

Respuesta. Las bases ideológicas del movimiento vienen de la izquierda, pero el feminismo contemporáneo permea todo eso, va más allá. Hay muchas corrientes y no obedecen a una sola inclinación política. Muchos regímenes y gobiernos de izquierda no fueron ni son precisamente feministas. Hay muchos que se dicen de izquierdas y lo único que hacen es capitalizar el movimiento en el peor sentido. Este gobierno reaccionó así porque los del PAN [partido de Acción Nacional] se sumaron, pero creo que lo hicieron porque no sabían de dónde partía la convocatoria, porque no llevaba logos.

P. ¿Qué esperan del Gobierno de Morena respecto a la agenda feminista?

R. Mucha gente le tenía fe, consiguieron en las elecciones un apoyo histórico. También entre las feministas y ahora casi le tiran la puerta al Palacio Nacional. Están muy enfadadas, más aún las que depositaron grandes esperanzas en él. Este Gobierno tiene mayoría entre los diputados, en el Senado. Puede legislar a favor de las mujeres si quieren, nadie se lo impide. ¿Qué les detiene?

P. ¿Qué les detiene?

R. Creo que sus prioridades son otras.

P. ¿Y cuáles son las suyas?

R. Le hemos hecho llegar un pliego al Senado con peticiones. El acceso a los derechos humanos para las mujeres; la legalización del aborto seguro y gratuito; un sistema de salud integral; una fiscalía especializada para la investigación de la violencia de género; un sistema de justicia penal acusatorio, que no dependa solo de que la mujer denuncie y que no se eche atrás cuando ellas perdonan al agresor, porque todo el mundo sabe por qué lo hacen, por miedo. He vivido eso en primera persona porque hemos acompañado a mujeres en estos procesos judiciales. Aquí denuncias y parece que la criminal eres tú. Son crueles. Te manipulan desde la culpa para que desistas: te dicen que estás arruinando la vida de una persona. El aparato de justicia es una burla. Y el policial. Vas a la policía a denunciar y te violan en comisaría... Habría que depurar esas instituciones.

P. ¿Cómo ve el movimiento feminista en México hoy?

R. Hay cierta guerra de poder entre corrientes diversas, entre ideologías, hay un poco de caos, no podemos negarlo. Pero creo también que vamos agarrando forma, abriendo el diálogo para hacer una red organizada. Si de nuestra pequeña red salió la convocatoria del paro, ¿qué no podremos hacer juntas? Esto nos ha motivado, ¡ha sido un madrazo! Pero esta unión no sé cuánto va a durar, estamos es una etapa de cortejo.

P. ¿Cómo se ha conseguido esa unión?

R. Nos están matando. Hemos decidido aparcar nuestras diferencias teóricas por una prioridad, que dejen de matarnos. Incluso las mujeres que están en contra del aborto nos están escribiendo para decirnos si eso supone un impedimento para participar en las marchas, en la huelga. Quizá provienen de un ámbito católico, pero deben tener las puertas abiertas para que conozcan desde dentro que hay otros mundos.

P. ¿No sería conveniente que la red feminista se coordinara en toda Latinoamérica, dado que los problemas son parecidos?

R. Es necesario, sí. Habría que hacer una red internacional de habla hispana y observar desde ahí qué está funcionando en otros sitios y qué no, compartir información, ver qué leyes han resultado ser una trampa para no repetirlas, y cuáles han servido para avanzar. Hay movimientos muy organizados en Chile, en Argentina. En Colombia miran con preocupación el incremento de los feminicidios y me preguntaban esta semana cómo lo afronta México.

P. ¿Qué papel están desempeñando las más jóvenes en México?

R. Están marcando pautas. Están exigiendo que se corra de sus puestos a profesores y directores que sean abusadores. Las nuevas generaciones tienen fortalezas, están poniendo el ejemplo, pero necesitan la guía de las veteranas y entre los colectivos veteranos hay cierto desmadre… O nos unimos, o los feminismos se unen o les quedaremos mal a las chamacas.

P. De las más jóvenes parten esas gamberradas urbanas, o violencia, como lo califica algunos, a la que recurrentemente se refieren miembros del Gobierno.

R. Algunos medios de comunicación parecen no fijarse en otra cosa. Hay mucha misoginia. El presidente en su etapa de oposición tuvo cerrada Reforma [una de las arterias principales de la Ciudad de México] y eso costó millones. Y tomó pozos de petróleo. ¿Ahora no le gustan las manifestaciones?

P. El Gobierno y otras empresas se han apresurado estos días a mostrar su respeto por la huelga convocada, al menos algunos, otros siguieron criticando y penalizando al movimiento feminista...

R. Sí, ya lo pusimos en las redes sociales, ciertos apoyos son paternalistas y machistas. Cuando las mujeres quieren hacer huelga ellos salen de inmediato a darnos permiso. Aunque también hay maneras de entender esa solidaridad. Hay empresas que tienen un interés genuino en cambiar, aprovechar la huelga para, por ejemplo, hacer talleres con los hombres mientras tanto. Eso también hay que señalarlo.

P. Desde aquel 29 de septiembre pasado en que se constituyó públicamente la organización, Las Brujas del Mar ha dado un gran salto. Ahora integran este grupo feminista unas 1000 mujeres.

R. Veracruz es el Estado número 1 de México en feminicidios y no encontrábamos mucha presencia de colectivos feministas, así que nos reunimos y pronto empezaron a llegarnos denuncias y mujeres que pedía ayuda. Hemos hecho mucho ruido después. Todo ha sido tan rápido que estamos trabajado sobre la marcha. Fue Vanessa Bauche quien propuso en la red nacional de activistas que podría hacerse una huelga y nosotras nos encargamos de preparar la imagen y moverla en la red. Estábamos ocupadas en generar contenidos cuando una de nosotras dijo: ‘Esto está reventando las redes, esto es una locura’. Y el Gobierno nos ha ayudado mucho [con la convocatoria]”, ríe Undu.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.
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