Mil años en busca de la integración en Sefarad
La comunidad judía, pese al pasado antisemita de España, descarta que ahora en el país exista una amenaza real para la convivencia
En las últimas semanas, miles de judíos han mostrado su preocupación ante el aumento del antisemitismo que se está viviendo en Europa. El último estudio de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea estima que nueve de cada 10 judíos tienen miedo y se sienten discriminados en su país. En España, no obstante, el peso de un pasado antijudío no causa temor en dichas comunidades. A pesar de que aseguran que muchos ciudadanos siguen teniendo un estereotipo medieval, los judíos españoles reiteran que la amenaza que se viven en otros países europeos aún está lejos. "Dicen que somos usureros, que tenemos cola y que somos ricos. Mucha gente no tiene contacto con personas judías. Hay mucha incultura en general, pero no existe el peligro que puede haber en Francia", dice Keren Azulay. La joven, de 28 años, se siente muy integrada y feliz en España, aunque afirma que aún se desconoce cómo es su cultura. En el país hay unos 12.000 judíos, según datos de Jewish Virtual Library. Otras instituciones apuntan a que sobrepasan los 30.000.
La imagen del judío es: o un israelí con un arma o con sombrero y bucles
Francisco García Fitz, catedrático de Historia Medieval en la Universidad de Extremadura, explica que ese estereotipo viene desde la época medieval y pervive en el colectivo popular español, al menos, hasta la época franquista. Prueba de ello son algunas frases populares, como "hacer una judiada" (acción que perjudica a alguien) o varios hechos históricos que reflejan el pasado fatídico de dicha minoría, como la expulsión de los judíos por los Reyes Católicos en 1492 o el posicionamiento del Gobierno franquista ante el Holocausto: que llegó a afirmar en varias ocasiones que España "resolvió el problema judío" y "se adelantó" en siglos a lo que estaba haciendo Alemania. No obstante, García Fitz destaca que recientemente, por motivos económicos y turísticos, también se ha creado "el mito" de que en la España medieval las culturas judía, cristiana y musulmana convivieron en armonía. "Cuando uno analiza la historia de los judíos, la situación no resulta tan idílica. Durante muchos siglos los judíos fueron perseguidos, apartados y expulsados de sus hogares", explica el medievalista.
La comunidad considera que el yihadismo es la principal amenaza
Alejandro Baer, sociólogo y experto en antisemitismo, afirma que los judíos confrontan con una especial normalidad este estereotipo y no lo viven como una amenaza antisemita. A diferencia de lo que sucede en países como Italia o Francia, Baer apunta a que, de momento, los partidos de ultraderecha españoles no se han pronunciado de manera hostil. Aunque destacan que todo el progreso de integración que se ha conseguido "no está garantizado con la extrema derecha en las instituciones".
Pinhas Punturello llegó hace tres meses a España, es un rabino italiano que ahora trabaja en Madrid como coordinador de estudios en el colegio judío Ibn Gabriol Estrella Toledano. Cuenta que durante las clases ha hablado con los niños sobre la situación actual y no percibe que ellos sientan un peligro antisemita en la sociedad donde viven. "Un niño judío de Roma está mucho más preocupado que uno de Madrid. La herencia cultural de la derecha española es diferente a la Francia de Vichy y la derecha italiana de Mussolini. En España esa herencia es diferente y la relación con los judíos también", dice. Según Boer, la principal amenaza que las comunidades perciben son los ataques yihadistas, razón por la que la mayoría de sinagogas y colegios están protegidos con fuerzas de seguridad.
Otro de los problemas que destacan los especialistas son los crecientes ataques contra el estado de Israel (antisionismo), la mayoría de las veces por parte de movimientos de ultraizquierda. Según el politólogo e historiador José Antonio Lisbona hay una correlación entre los picos de ataques antisemitas y cuando se publican noticias sobre en el conflicto árabe-israelí. También asevera que los medios siguen empleando términos erróneos que no describen la realidad de la situación: "Hay casos en los que cuando un palestino comete un atentado contra civiles se le sigue denominando activista y no terrorista", dice.
"Hay que distinguir entre el Estado de Israel y los judíos. Es verdad que en toda la prensa hay una tendencia contra las actuaciones de Israel y eso repercute a la imagen de los judíos", subraya el rabino Moshe Bendahan, de 61 años. Lleva predicando 32 años en Madrid y asegura que nunca ha vivido un ataque de antisemitismo. Sí destaca que en contadas ocasiones algunos turistas judíos que han visitado la sinagoga le han relatado que han sufrido algún ataque verbal tras ser identificados en Madrid por su forma de vestir.
Miguel de Lucas, director del Centro Sefarad-Israel asevera que la integración de los judíos en España es plena, aunque reconoce que a muchos de ellos aún les cuesta mostrar en público su fe o su cultura porque siente miedo, por ejemplo en el año nuevo judío (Rosh Hasná). "Es uno de los países que más ha avanzado en los últimos años. Nunca había existido un escenario de diálogo tan grande", comenta De Lucas. El Centro Sefarad y la Federación de Comunidades Judías de España realizan actividades de formación de profesores, ya han enseñado a 1.000 sobre el Holocausto. "La imagen del judío es: o un israelí con un arma o un religioso con sombrero y bucles. A los alumnos le sigue faltando mucho", comenta Carolina Aisen, directora de la federación.
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