Nuevas señales para formar extremidades de los animales vertebrados
Dos investigaciones, con destacada participación de científicos españoles, replantean los mecanismos de desarrollo de las patas y los brazos
El desarrollo de una extremidad en los animales vertebrados, desde el hombro, hasta el codo y la mano (o desde el muslo hasta el pie), implica a más señales de lo que se creía del entorno de las células de crecimiento. Es la conclusión de dos investigaciones internacionales, con notable participación de científicos españoles expertos en biología del desarrollo. La cuestión que la ciencia va explicando cada vez con más detalle es cómo se van diferenciando las células en el organismo para ir creando sus diferentes partes.
Según el modelo convencional de estos procesos, explica la revista Science que ha publicado los trabajos, el desarrollo desde el hombro hasta la punta de los dedos, procede de acuerdo a un intrínseco factor temporal, según el cual a medida que trascurre el tiempo las células se van diferenciando en elementos progresivamente más distantes del centro del cuerpo, explica la Universidad de Cantabria a la que pertenecen dos científicas españolas de estas investigaciones. Un modelo alternativo, presentado hace unos años por Miguel Torres (Instituto de Salud Carlos III), propone la difusión de moléculas señalizadoras procedentes de los dos extremos de la pata o el brazo.
"En las primeras fases de desarrollo, la extremidad está formada por una población homogénea de celúlas denominada mesodermo", explican los expertos de la Universidad de Cantabria. "Progresivamente, la extremidad va creciendo y las células del mesodermo se van diferenciando hasta formar los distintos tejidos (huesos, cartílagos, músculos, vasos sanguíneos, tejido conectivo, etcétera), mientras que las células del ectodermo dan lugar al pelo, las plumas, las uñas o las garras".
Los resultados de los experimentos que se presentan ahora muestran que el modelo convencional, denominado de la zona de progreso, no explica la formación del segmento proximal de la extremidad, es decir, el brazo o el muslo, que sí que se explica por el modelo de las dos señales procedentes de los dos extremos de la extremidad. Sin embargo, el primer modelo sigue explicando el desarrollo a partir el codo y de la rodilla.
Las revista Science comenta que estos procesos de señalización en el desarrollo de las extremidades deben ser reminiscencias de los mecanismos de regeneración de las patas de los anfibios.
Las investigadoras Marian Fernandez Terán (Universidad de Cantabria) y María Ros (Instituto de Biomedicina y Beiotecnología de Cantabria) forman parte de uno de los dos equipos que han realizado estas investigaciones, en concreto el dirigido por Clifford Tabin (Harvard Medical School, EE UU). El otro grupo está formado por Torres, Alberto Roselló-Díez (también del Instituto de Salud Carlos III y Ros.
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