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«¿Alguna vez le has pagado la cena y sentías que te debía algo?»: la exitosa campaña contra la violencia sexual dirigida a hombres

El vídeo publicado por la policía escocesa para reclamar a los jóvenes varones que cuestionen su comportamiento cotidiano hacia las mujeres ha sido alabado de forma unánime en las redes sociales.

"¿Alguna vez has llamado a una chica ‘muñeca’ o le has silbado mientras caminaba por la calle?", se pregunta esta iniciativa digital.
"¿Alguna vez has llamado a una chica ‘muñeca’ o le has silbado mientras caminaba por la calle?", se pregunta esta iniciativa digital.That Guy

Pocas veces un organismo público se ha atrevido a cuestionar con mirada crítica la implicación de la población masculina y su educación patriarcal en la perdurabilidad de la violencia contra la mujer. Pero la viralidad de la última campaña de la policía escocesa, con cerca de 50.000 ‘me gusta’ solo en Twitter en apenas una semana, corrobora lo certero de su aproximación a la cuestión. “La mayoría de los hombres no se miran al espejo y ven un problema. Pero nos está mirando justo a los ojos. La violencia sexual empieza mucho antes de lo que tú crees. No seas ese chico”, aduce uno de sus protagonistas. El vídeo Don’t be that guy (No seas ese chico), como se titula, se ha ganado la admiración de las redes sociales por pedir al fin cuentas a los hombres en esta lacerante problemática social, en lugar de reincidir en las peticiones de hipervigilancia a las mujeres o de cuestionar el comportamiento de las víctimas.

Los datos avalan la pertinencia de una acción de este tipo. No solo el número de jóvenes varones (50%) que consideran la violencia de género un problema social muy grave es ostensiblemente menor que el de ellas (74,2%), sino que en el último año ha bajado el porcentaje de hombres que dicen estar de acuerdo con esta afirmación. Según el barómetro Jóvenes y Género 2021 llevado a cabo por FAD, desde 2017 se ha duplicado el porcentaje de chicos de 15 a 29 años que cree que la violencia de género no existe. Uno de cada cinco adolescentes españoles piensa que solo es un “invento ideológico”.

En apenas un minuto de duración, varios actores realizan ante la cámara una serie de preguntas que buscan que el espectador se identifique y reconozca como propios –o al menos familiares– comportamientos cotidianos que fomentan la violencia misógina. Actitudes que podrían pasar como anécdotas desapercibidas para ellos, pero con capacidad para hacer sentir intimidadas u ofendidas a las mujeres. “¿Alguna vez has llamado a una chica ‘muñeca’ o le has silbado mientras caminaba por la calle? ¿Alguna vez te has quedado mirándola fijamente en el autobús? ¿Alguna vez le has echado un piropo y te has preguntado por qué no te daba ni las gracias? ¿Alguna vez te has colado en sus mensajes directos y se ‘la’ has enseñado? ¿Alguna vez la has invitado a una cena elegante y has sentido como si te debiera algo? ¿Alguna vez la has invitado a tres chupitos del tirón para ver si tú también tenías un chupetón de ella? Y luego, ¿qué? ¿meterla en un taxi borracha para llevarla a tu casa?”.

El vídeo forma parte de una campaña digital que invita a los hombres a formar parte de la conversación, sentirse aludidos en primera persona y reflexionar sobre su cuota de responsabilidad en la oleada de denuncias que se registran cada día por violación, abuso o acoso sexual. “Podemos marcar la diferencia si analizamos detenidamente nuestras actitudes y comportamiento en casa, en el trabajo o mientras socializamos con nuestros compañeros. Como hombres tenemos que dejar de contribuir a una cultura que apunta, minimiza, degrada y brutaliza a las mujeres”, sostienen sus promotores, rogando a la población masculina un ejercicio de introspección para saber reconocer y prevenir actitudes ofensivas. La popularidad ha sido celebrada no solo por grupos activistas, sino también por personalidades de la escena pública británica como djs, atletas olímpicos, presentadores y hasta por la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, que la calificó de “poderosa e importante”.

Voces autorizadas subrayan con insistencia la importancia de que las autoridades comiencen a concentrar sus esfuerzos en el machismo arraigado en la sociedad para conseguir que no se tolere y propague la violencia de género, de cualquier intensidad. “Como mujeres, crecemos oyendo: ‘Ten cuidado con cómo sales de casa’. Pero nunca he oído a ninguna familia decir a un niño: ‘No agredas al salir’, porque nadie se plantea que su hijo pueda violar o atacar. Los adolescentes no están recibiendo el mensaje de que no pueden hacer nada sin el consentimiento de una chica. A ellas hay que empoderarlas y hacerles ver que no tienen la culpa, pero habría que hacer mucho más trabajo con ellos”, explicó la profesora Amanda Moñiz en el artículo Mujeres hartas de ir siempre alerta por la calle, publicado en este mismo periódico.

El aplauso unánime a la iniciativa resulta especialmente significativo por el contexto de rabia y hartazgo que se respira en buena parte de la sociedad del Reino Unido, conmocionada tras la violación y el asesinato de Sarah Everard el pasado mes de marzo. La ejecutiva, que volvía sola a casa, fue secuestrada y asesinada en las calles de Londres por el policía Wayne Couzens, condenado después a cadena perpetua. Pero más allá del crimen, fue la pobre respuesta ofrecida por las autoridades, que volvían a poner el foco en las víctimas y no en los agresores pidiendo a las mujeres que “griten a otro transeúnte, corran hasta una casa o detengan un autobús” si se ven en situación de peligro, lo que indignó a las británicas.

Una irritación que trata ahora de mitigar y enmendar una campaña que cuenta también con una web en la que ya se distribuyen varios artículos dirigidos al público masculino sobre diferentes áreas relacionadas con la violencia de género. Desde el testimonio de una víctima de acoso sexual a los consejos de un policía experto en la materia, pasando por contenidos tan pop como un listado de grandes personajes del cine y la televisión que son perfectos ejemplos de esa masculinidad tóxica que se pretende atajar. Tony Soprano (Los Soprano), Danny Zuko (Grease), Peter Venkman (Los cazafantasmas) o “la mayoría de los hombres” de Juego de tronos son tomados como ejemplos a no seguir.

Ya en 2013, el catedrático de Derecho Constitucional Octavio Salazar pedía ese examen crítico en las páginas de EL PAÍS: “Es necesario no solo que los hombres nos incorporemos de manera militante a la lucha por la igualdad, y que establezcamos redes y alianzas con las mujeres, sino que también empecemos a mirarnos críticamente en el espejo y nos propongamos la revisión de un modelo herido por tantas patologías y que, entre otras consecuencias, produce violencia, abusos de poder, injusticias, en fin, desigualdad”.

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