Robots y bolsos del futuro: así es la increíble era digital de Chanel

Cada vez que un desfile de Chanel se aproxima, la curiosidad entre los seguidores de la firma y la prensa especializada no deja de aumentar. Karl Lagerfeld siempre tiene una sorpresa (o varias) que termina generando cientos de titulares y multiplicando el alcance de sus propuestas por mil. La localización y la puesta en escena son las grandes bazas con las que el káiser de la moda sabe jugar como nadie. Las prendas –al final se trata de eso– tampoco defraudan y reinventan los códigos clásicos de la maison temporada tras temporada. De cara a la próxima primavera-verano 2017, el director creativo de Chanel nos sumerge en un mundo futurista y digital en el que las modelos son robots, los bolsos muestran mensajes y el mundo es en realidad un centro de tecnológico gigante. Una estrategia que les sitúa mucho más próximos al público más joven.

El ‘Data Center’ de Chanel

Karl Lagerfeld ha transformado el mítico Grand Palais en un ‘data center’ (un centro de procesamiento de datos) plagado de procesadores informáticos y sus llamativos cables de colores. Así interpreta el káiser la era de la tecnología sin necesidad de poner a modelos a dispararse selfies en mitad de la pasarela (Dolce & Gabbana, Hood by Air o Jeremy Scott lo han hecho). Hasta su web se ha convertido en todo un homenaje a la era digital en la que incluso escriben en código html.

Los robots: una mezcla entre soldado imperial y Daft Punk

En este escenario tecnológico no podía faltar un guiño a los androides y robots. Las primeras salidas del desfile estuvieron protagonizadas por modelos con el rostro cubierto por cascos al más puro estilo soldados imperiales de Star Wars cruzados con Daft Punk.

Los bolsos (y accesorios) del futuro ya están aquí

Una de las cosas más facinantes del desfile son, sin duda, los bolsos. Las bandoleras y clutch del futuro (ya del presente) son capaces de mostrar mensajes y dejar boquiabiertos al personal. El logo de la maison aparece actualizado de la mano de pequeños LEDs. Las gafas de sol que, a contraluz, muestran el nombre de Chanel como si se tratase de código que va escribiéndose en vertical y a toda prisa, tampoco tienen desperdicio. Quizá esto eran los wereables.

La colección

Las modelos, capitaneadas por Arizona Muse, mostraron una propuesta que mezcla el clásico tweed con encaje, seda y transparencias y defiende el traje de chaqueta con minifalda. Lagerfeld recupera las gorras ladeadas (que ya han aparecido en otras colecciones) y apuesta por medallones y pendientes XL (una de las grandes tendencias que no se le ha escapado a casi ninguna firma estas semanas de la moda). La colección es una explosión de colores plagada de detalles: colgantes con guiños a un mando de videoconsola, cómodas bailarinas plateadas y delicados broches. Dejando al margen la vertiente digital, se trata de la enésima reinvención de los clásicos de la firma en la que no faltan los trajes y el acolchado bolso 2.55.

El look de belleza: coletas ladeadas y labios marcados

La coleta de lado es la gran apuesta de belleza para la próxima temporada. El maquillaje huye de las estridencias y centra el protagonismo en los labios.

La invitación: la más original de la semana de la moda

Pocos invitados se resistieron a compartir en redes la imagen de la invitación al desfile. En ella el logotipo de Chanel aparece formado por la unión de cables de colores, la antesala de lo que estaba a punto de suceder en la pasarela.

Los invitados: posando entre cables

Si cuando Kar Lagerfeld montó un supermercado muchos invitados quisieron arrrasar con los cereales o la leche ‘marca Chanel’ e intentaron llevárselos a casa (sin éxito), en esta ocasión no han probado a arrancar los cables de este ‘Data Center’ de la moda pero sí fueron muchos los que, como Eva Chen, inmortalizaron el momento y lo colgaron en Instagram (a eso invitaba el desfile, ¿no?). Courtney Love (antes fiel a los desfiles de Saint Laurent) no faltó a la cita junto a su hija Frances Bean Cobain. Otros rostros conocidos como Carla Bruni, Lily Rose Depp, el cantante Usher, Veronika Heilbrunner o Caroline de Maigret también tomaron asiento en el Grand Palais para no perder detalle del desfile.