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Oda al balcón: estos son los más míticos de la historia del cine En tiempos de confinamiento, se han convertido en uno de los espacios más valorados en los hogares. De 'Desayuno con diamantes' a 'Romeo y Julieta', repasamos los más icónicos del cine y las series. Desayuno con diamantes
Aspirante a ser considerada como la secuencia musical más memorable de la historia del séptimo arte, ni siquiera los premios Oscar y Grammy conseguidos por Moon River hacen justicia al perenne influjo que tuvo en la memoria colectiva ver a Holly Golightly combatiendo su tristeza guitarra en mano. Audrey Hepburn tuvo que plantarse ante un iluminado ejecutivo de Paramount que alegaba que esa “jodida canción” tenía que quedar fuera del montaje final. Friends
Con una terraza como la del apartamento de Mónica Geller, que presumía de unas privilegiadas vistas al exclusivo barrio de Greenwich, seguro que el confinamiento se haría algo más llevadero. El espacio dio juego para todo tipo de tramas y peripecias en las diez temporadas que duró la serie: confidencias, besos inesperados e incluso una caída al vacío de Rachel que quedó en un susto gracias a la intervención milagrosa de las luces navideñas. West Side Story
Escaleras de incendios y balcones acaparan el escenario del Nueva York de los años 50 imaginado por Bernstein y Sondheim. En esos peldaños de acero nace el amor entre María y Tony y momentos tan inolvidables como este Tonight. Si la emergencia sanitaria no lo impide, el 18 de diciembre de este año Steven Spielberg recuperará para las nuevas generaciones el musical con Rachel Zegler y Ansel Elgort como protagonistas. Romeo y Julieta
No hay balcón más célebre y romántico en la historia de la literatura que el del palacio de los Capuleto hasta el que trepaba Romeo para encontrarse con su amor prohibido. El cine también ha recreado el espacio de dichos encuentros en cada una de las versiones que han visto la luz, como la protagonizada por Claire Daines y Leonardo DiCaprio de 1996 o la dirigida por Franco Zeffirelli (en la imagen) en 1968, que se alzó con dos Oscar. Annie Hall
La conocida como ‘escena de los subtítulos’ es una de las más recordadas del filme de Woody Allen. La charla de Alvy y Annie en una azotea neoyorquina sirvió también como ilustración para uno de los carteles promocionales del filme y como escaparate para el icónico look del personaje interpretado por Diane Keaton: una combinación de pantalón amplio, corbata y chaleco mini que sigue estando de moda hoy en día. Enredados y Frozen (I y II)
Siguiendo la tradición de las historias clásicas de príncipes y princesas, los últimos éxitos de Disney también han tirado de balcón para recrear reinos mágicos. En Enredados el protagonismo es esencial, teniendo en cuenta que narra el cuento de Rapunzel. Elsa, la reina de hielo, lo utilizó en los dos números musicales clave de ambas entregas: ¡Suéltalo! (Let it go) y Mucho más allá (Into the Unknown). El reino
Pocas veces fue más rentable pasar dos minutos en un balcón. A Luis Zahera, por ejemplo, le valió nada menos que un Goya al mejor actor de reparto por su papel de empresario corrupto en el thriller político de Rodrigo Sorogoyen. Un plano secuencia que ya forma parte de las páginas de oro de nuestro cine por el visceral duelo interpretativo entre Zahera y De la Torre. Cómo casarte con un millonario
En este clásico de la comedia de 1953, que contaba la búsqueda de tres amigas de un marido adinerado, Marilyn Monroe, Lauren Bacall y Betty Grable definieron el significado del concepto ‘Hollywood dorado’ tirando de perritos calientes, botellas de champán y vestidos de escándalo. Aladdin
Otro de los momentos más icónicos de la colección de clásicos Disney tiene lugar en el amplísimo balcón de la habitación de Jasmine en su palacio. Allí, el joven ladrón Aladdin le pide un salto de fe a la princesa para volar juntos en alfombra mágica y entonar el inmemorial Un mundo ideal. María Antonieta
Una de las secuencias clave del filme dirigido por Sofia Coppola tiene lugar en el último tercio del metraje cuando la monarca, interpretada por Kirsten Dunst, sale al balcón del palacio de Versalles para enfrentarse al pueblo enfervorecido. María Antonieta consigue silenciar los altercados haciéndoles una reverencia que simboliza el fin de la monarquía francesa. Cyrano De Bergerac
La de Gérard Depardieu en 1990 fue una de las adaptaciones más celebradas de la leyenda del prototípico héroe romántico. En el filme, su amada prima Roxane (Anne Brochet) también escuchaba desde su balcón los versos enamorados del hombre acomplejado por el gran tamaño de su nariz. Cómo conocí a vuestra madre
Siguiendo la estela de Friends –y cualquier otra sitcom urbanita que se precie– el grupo de amigos liderado por Ted Mosby también sacó partido a este tipo de construcciones. Fue tan importante que incluso sirvió como escenario para uno de los primeros ‘no encuentros’ entre el arquitecto y la futura madre de sus hijos, que cantaba a lo Audrey Hepburn en el balcón contiguo. Juego de Tronos
De Desembarco del Rey a Dorne, la emblemática ficción televisiva de HBO ha utilizado estos escenarios como altares desde los que los monarcas avistaban sus tropas o como detonantes de intrincadas conspiraciones, siempre con el diálogo como la espada más afilada para manipular al interlocutor. Sansa Stark, en varios reinos distintos, puede dar fe de ello. El discurso del rey
El filme de Tom Hooper demostró que es posible que el argumento de toda una ganadora del Oscar a la mejor película gire alrededor de un balcón. Jorge VI, interpretado por Colin Firth, asiste a clases de locución para superar su tartamudez y así poder dirigirse a su pueblo en una emocionante secuencia final, desde el palacio de Buckingham y a las puertas de la Segunda Guerra Mundial.