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La enfermera Ratched y otras mujeres que nos aterrorizaron en el cine De 'La mano que mece a la cuna' a 'Nosotros', estas son todas las mujeres que han protagonizado las pesadillas de los cinéfilos durante las últimas décadas. Enfermera Ratched (Alguien voló sobre el nido del cuco)
A ella no le hizo falta ni un físico deformado ni caretas terroríficas para alzarse como una de las mayores antagonistas de la historia del séptimo arte. Louise Fletcher se llevó el Oscar por su estricta y manipuladora jefa de la planta de un hospital psiquiátrico y su influencia fue tal que Ryan Murphy prepara actualmente una serie sobre el personaje con Sarah Paulson como relevo. Peyton (La mano que mece la cuna)
El thriller dirigido por Curtis Hanson a principios de los noventa fue para el sector de las niñeras como la última adaptación de It para el de los payasos. Rebecca de Mornay (¿qué fue de ella?) se ponía en la piel de una mujer con ansias de venganza y pocos escrúpulos que tomaba como rehén de su cruel plan al propio espectador. Red (Nosotros)
No por reciente hay que dejar fuera de la lista la que, teniendo en cuenta su omnipresencia como disfraz del Halloween 2019, va a convertirse en uno de los grandes iconos del cine de terror. Lupita Nyong’o, haciendo gala de un excelente hieratismo interpretativo y un trabajo vocal para el recuerdo, consigue que todavía hoy nos preguntemos quiénes eran los verdaderos villanos del filme de Jordan Peele. Annie Wilkes (Misery)
Una de las mejores adaptaciones cinematográficas de la obra de Stephen King nos presentaba a un escritor herido (James Caan) y a su secuestradora, una seguidora fanática (Kathy Bates, Oscar a la mejor actriz) que le exigía que escribiera una novela más de su serie favorita. En la época del fandom tóxico y el acoso digital a los autores, el síndrome Misery (como lo bautizó Sergio del Molino) bien merecería una actualización en forma de remake. Alex Forrest (Atracción fatal)
Quizá la mirada actual hubiera contemplado de forma muy distinta la venganza de Alex (Glenn Close), “la otra” del personaje de Michael Douglas, que causó sensación en la sociedad de la época con actos tan impactantes como cocinar a la mascota de este. Lo demuestra el hecho de que hoy, en la jerga coloquial anglosajona, bunny boiler (hervidora de conejos) se utilice para definir a la mujer despechada que toma represalias contra su ex. Amy Dunne (Perdida)
La adaptación del best seller de Gillian Flynn dirigido por David Fincher pilló desprevenidos a todos aquellos que se acercaron a la sala creyendo que iban a ver la enésima historia sobre la desaparición de una mujer. Amy (Rosamund Pike) subvierte los cánones del género con una psicópata tan perversa e inteligente como magnética, “la antagonista femenina más perturbadora de la historia” para Vanity Fair USA. Lady Tremaine (La Cenicienta)
Quizá lo más estremecedor de sus actos sea la falta de motivación de los mismos. Al contrario que otras grandes villanas Disney que gracias a sus looks o su contexto se convirtieron en iconos pop (Maléfica, Úrsula), Tremaine se erige como una figura abusiva y manipuladora cuyo efecto pernicioso todavía perdura en la percepción pública de las madrastras. "Mujer que tratra mal a sus hijos" es todavía la segunda acepción de la palabra en el diccionario de la RAE. Carrie White (Carrie)
Esta metáfora sobre los efectos del acoso escolar en una adolescente introvertida antes de que nadie supiera qué significaba la palabra bullying –protagonizada por Sissy Spacek– es considerada como una obra maestra de la cultura pop. La mítica escena de la menstruación de Carrie fue la primera toma de contacto de toda una generación con un tema hasta entonces considerado como tabú. Esther (La huérfana)
De rabiosa actualidad por el caso mediático (y repleto de giros) de la pareja que denunció que su hija adoptada era en realidad una adulta con enanismo que intentaba matarlos, lo cierto es que el filme dirigido por Jaume Collet-Serra ya adaptaba otra historia similar ocurrida en la República Checa. El trabajo de Isabelle Furhman en la película bien merece su visionado. Samara (The Ring)
Ha tomado el relevo de la –ya muy caricaturizada– niña de El exorcista como la más memorable antagonista del cine de terror gracias a un look tan fantasmagórico como repetido en las fiestas de Halloween, con su largo camisón y su pelo negro, lacio y húmedo. Tras no conseguir hacerse un hueco como actriz en Hollywood, su intérprete, Daveigh Chase, intenta ahora ganarse la vida como influencer en Instagram. Baby Jane (¿Qué fue de Baby Jane?)
“Jane y Blanche Hudson fueron estrellas infantiles de Hollywood, pero solo la segunda consiguió que su éxito perdurara. Cuando en la vejez queda postrada en una silla de ruedas, Jane decide atormentarla”. Este clásico del cine de suspense solo se ve superado por la perturbadora historia real de su rodaje, protagonizada por el enfrentamiento entre Bette Davis y Joan Crawford. La serie de 2017 Feud adaptó los hechos. Eli (Déjame entrar)
El filme sueco renovó el género de las pelis de vampiros a través de la historia de amistad, contada casi como un cuento de hadas gótico, entre dos niños que se encuentran en la soledad y oscuridad de las noches de un suburbio de Estocolmo en los años 80. El éxito internacional del filme no se entendería sin la desasosegante y enigmática interpretación de Lina Leandersson. Hailey (Hard Candy)
¿Una hora y media de torturas a un hombre y no podemos calificarla de villana? Pues no. Ellen Page interpretó en este thriller a una joven de catorce años de edad que transformaba su empoderamiento feminista en un despliegue de torturas sin escrúpulos contra un pedófilo. El gran logro del filme es la empatía con el rol de Page que logra que el espectador olvide (o ignore deliberadamente) la cuestionable ética detrás del ‘ojo por ojo’. Evelyn (Stoker)
Nicole Kidman cuenta con un buen número de papeles asfixiantes en su filmografía (Los otros, El sacrificio de un ciervo sagrado) pero quizá sea su rol de viuda celosa de su propia hija uno de sus trabajos más infravalorados. Una curiosidad: su guionista no es otro que Wentworth Miller, célebre por su papel de Michael Scofield en Prison Break. Rose Armitage (Déjame salir)
“Tú eras uno de mis favoritos”. Allison Williams (Girls) dio vida en la celebrada y oportunísima película de Jordan Peele a una joven aparentemente inocente, progresista y de buena familia que no tardaba en destaparse como una perturbadora cazadora de hombres negros que ponía cada una de sus presas al servicio de una secta racista familiar. Aunque solo fuera por su repercusión social, mereció ganar el Oscar a la mejor película del año. Tristana Medeiros (REC)
También conocida como ‘la niña’, el personaje interpretado por Javier Botet se convirtió a mediados de la primera década de este siglo en la protagonista indiscutible de las pesadillas de miles de espectadores en todo el mundo. Con el paso de los filmes y la explicación de su origen, fue imposible no hacerse del #TeamMedeiros.