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Nicole Kidman y otras estrellas que afearon su aspecto por exigencias del guion La australiana vuelve a las pantallas con un aspecto irreconocible en el filme 'Destroyer (Una mujer herida)'. Christian Bale, Charlize Theron o Matthew McConaughey son otros de los intérpretes que mejor han camuflado su estatus de sex symbols en Hollywood. Nicole Kidman
No ha tenido tanta suerte en los Oscar este año como cuando lució aquella inolvidable nariz falsa de Virginia Woolf en Las horas, pero Kidman ha vuelto a someterse a un cambio físico radical para dar vida a una teniente de policía que busca venganza en Destroyer (Una mujer herida). Aunque la crítica ha valorado su trabajo, también han calificado su rostro en el filme de “ridículo”. Christian Bale
“Comparado con Bale, para nada he sido extremo en mis transformaciones físicas”. Si hasta el propio Tom Hardy evita compararse contigo, es que no es sano lo que haces. El ganador del Oscar es el rey de la transformación, pasando de rodar papeles con 55 kilos de peso (El maquinista) a los 115 kilos que sumaba dando vida a Dick Cheney en El vicio del poder, su última nominación a la estatuilla. Anne Hathaway
Si estas transformaciones físicas no son rigurosamente monitorizadas por un experto, también pueden provocar importantes daños en los actores que se someten a ellas. Ese es el caso de la actriz de Los Miserables (ganadora del Oscar), que confesó “haber estado enferma durante muchos años por culpa de la insana pérdida de peso a la que se sometió su cuerpo”. Charlize Theron
Hay pocas actrices de la lista A de Hollywood que se hayan atrevido tanto a experimentar con su físico como la sudafricana. Al papel que le hizo ganar el Oscar en Monster (por el que ganó 15 kilos de peso) se han sumado roles como el de Imperator Furiosa en Mad Max: Fury Road o la madre agotada de la reciente Tully, para el cual aumentó 22 kilos. Leonardo DiCaprio
Para la historia quedará ya los titánicos esfuerzos a los que se sometió el taquillero intérprete para conseguir que la Academia de Hollywood le otorgara su primer Oscar. Lo consiguió por fin gracias a su actuación en El renacido de Alejandro G. Iñárritu, “el rodaje más difícil” al que se ha afrentado jamás el protagonista de Titanic. Chris Hemsworth
Entre Thor en solitario y Thor ‘modo Vengadores’, el australiano decidió perder los músculos que lo han convertido en un superhéroe de Marvel para dar vida a un marinero a la deriva en el filme de Ron Howard En el corazón del mar. ¿Con qué naufrago te quedas: Tom Hanks o Chris Hemsworth? Tom Hardy
Si hay un actor en Hollywood célebre por transformar de manera radical su físico en casi cualquier rol al que se enfrenta ese es el británico. De la brutalidad del preso de Bronson al inminente Al Capone de Fonzo pasando por el Bane de la saga Batman, es el propio Hardy el que afirma “haber dañado” su cuerpo con cada cambio físico. Penélope Cruz
Para interpretar a una prostituta de los arrabales de Roma en No te muevas, uno de sus mejores papeles hasta la fecha, la madrileña permitió que le cortaran la melena y que le pusieran ojeras, le amarillearan los dientes y le ensuciaran el pelo. El cambio de look le valió un Premio del Cine Europeo y un David de Donatello a la mejor actriz del año. Matthew McConaughey
Aunque parece que su renacimiento –llamado McConaissance– ya se ha disipado, la gran reinvención de McConaughey como estrella por derecho en la meca del cine llegó gracias a una serie de papeles que le hicieron abandonar un físico envidiable. Ahí están los ejemplos de True Detective, Gold o Dallas Buyers Club (adelgazó 20 kilos), que le llevó a presumir de su primer estatuilla. Javier Bardem
El español es otro de esos intérpretes irreconocibles en buena parte de su carrera cinematográfica. A trabajos como Mar Adentro o No es país para viejos se le unió el pasado año el del narco Pablo Escobar en Loving Pablo, filme coprotagonizado junto a Penélope Cruz. Tal fue el peso del personaje que el actor reconoce que el rodaje llegó a afectar a su dinámica de pareja. Mario Casas
El mediático intérprete gallego sigue empeñado en demostrar su talento como actor sigue siendo infravalorado por buena parte de la crítica y los espectadores nacionales. Buena muestra de su convicción son papeles como el de Francesc Boix en El fotógrafo de Mauthausen, que le llevó a perder 12 kilos. Michael Fassbender
Hay papeles que bien merece una dieta estricta con tal de bordarlos. Eso debió pensar también el actor de origen alemán, que adelgazó cerca de 20 kilos para dar vida al líder del IRA Bobby Sands, que murió tras una huelga de hambre, en Hunger. El rol supuso el salto al estrellato definitivo para Fassbender. Jared Leto
30 kilos de peso ganó el actor y cantante para interpretar al asesino de John Lennon en la película Chapter 27, que probablemente haya tenido más donuts en el camerino de su protagonista que espectadores en las salas. Más suerte tuvo Leto con su papel de trans en Dallas Buyers Club, que le permitió ganar el único Oscar de su carrera. Ewan McGregor
Contaba el actor escocés en una entrevista con El País que su inspiración para interpretar a los gemelos Ray y Emmit Stussy (en la imagen, el menos agraciado de los dos) en la tercera temporada de la serie Fargo fue el propio presidente Trump. “Un capitalista dispuesto a culpar al otro y a exprimir hasta el último centavo de cualquiera”, confesó sobre la preparación del papel que le otorgó un Globo de Oro. Matthew Fox
Quien diera vida al inolvidable doctor Jack Shepard en la serie Perdidos, apostó por despojarse de todo rastro de héroe romántico sometiendo a un entrenamiento de hipermusculación para dar vida al villano de la película En la mente del asesino, uno de sus últimos papeles en el cine. Antonio de la Torre
Ni Christian Bale, ni Tom Hardy, ni Matthew McConaughey… El verdadero rey de la transformación física en el séptimo arte es el reciente ganador del Goya Antonio de la Torre. El malagueño aumentó en 33 kilos su peso –hasta los 102– para liderar el reparto del filme Gordos de Daniel Sánchez-Arévalo. Tom Cruise
Nuestro inmortal favorito prefirió tirar de maquillaje para dar vida al caricaturesco, obsceno y muy peludo productor Les Grossman en la comedia de Ben Stiller Tropic Thunder.