El pecoso del que todo el mundo habla

Existe un tipo de británico espigado como un galgo, guapo pero no demasiado, que juega al cricket y se ríe de sí mismo sin recurrir a los tics de Hugh Grant. Esta clase de inglés no sólo pertenece a las novelas de Evelyn Waugh: de cuando en cuando nos topamos con uno de carne y hueso. Y ahí está el actor Eddie Redmayne para demostrarlo.

Este pecoso ex estudiante de Cambridge es uno de los nombres más prometedores del cine británico.  El que está haciendo los papeles que le corresponderían a Jude Law si tuviera 10 años menos –aunque se vea más joven Eddie tiene 30-. Fue el ayudante de producción novato  que encandiló a la mujer más sexy del mundo en Mi semana con Marilyn, hizo de hijo de Julianne Moore  en Savage Grace y cantará en la esperada versión cinematográfica de Los Miserables.

Forma parte junto a Tom Hiddleston, Dominic West y Damian Lewis de la oleada de actores que ha surgido del elitista internado Eton  (en el colegio todavía hay una foto suya interpretando a una mujer)  y como suele suceder con los buenos actores británicos no tiene problemas en pasar de una obra de Shakespeare a una producción televisiva.
 

Durante la sesión de fotos de la campaña de Burberry, tonteando con Cara Delevingne

Burberry

Los lectores de revistas de moda, lo reconocerán como la imagen de Burberry  de esta temporada. Redmayne fue el invitado de honor en la fiesta que la firma organizó durante la primera semana de la moda de masculina en Londres.  El actor emergió puntual, sin acompañante y saludando tímido. “El mundo de la moda puede llegar a intimidar, pero Christopher Bailey es un hombre con los pies en la tierra” ha dicho sobre el director creativo de la firma.

Redmayne fue descubierto por la agencia Storm pero no tuvo mucho éxito como modelo hasta que se hizo actor. Asegura que no sabía nada de moda antes de conocer a Bailey. A pesar de que hoy recurra a firmas como Burberry o McQueen en su estilo todavía se percibe ese desaliño afectado de los pijos británicos.

Con su mentor en la moda, Christopher Bailey

Burberry

Usa zapatos viejos y lleva bien los trajes “Me siento cómodo en ellos” dijo a The Telegraph “vengo de una familia que trabaja en oficinas” El resto del tiempo va en vaqueros, unos Levi’s que sólo recambia cada cuatro años. Se cuida las pecas con hidratante de Kiehl’s y después de años empapándose de Hugo Boss (“no sé cómo se me podían acercar las chicas”, ha dicho) se ha decantado por Black Orchid de Tom Ford. Para mantenerse en forma juega al tenis y se mueve por Londres en una bicicleta Charge.

A sus fans les gustará saber que vive cerca del mercado londinense de Borough y está fascinado con Christina Hendricks, la voluputuosa Joan Holloway en Mad Men. Y aunque los documentos gráficos atestiguan que se lo pasó bien con Cara Delevingne durante la sesión de fotos de Burberry, no le van las tops. En un desfile de moda le sentaron al lado de Rosie Huntington Whiteley pero él sólo tenía ojos para Clémence Poésy.