Usar maquillaje en polvo en el pelo: estos son los trucos de belleza de una ‘jefaza’ del sector

Las cifras de It Cosmetics aturullan. En agosto de 2016, L’Oréal compró la firma a su creadora, Jamie Kern Lima, por 1.200 millones de dólares. Ese mismo año, según recoge la empresa de análisis ListenFirst Media, la marca se mencionaba o compartía en redes sociales unas 3.600 veces al día. Acumula más de 150 premios del sector de la belleza. Y, según el grupo consultor NDP, se trata de la segunda marca de maquillaje con mayor rentabilidad en Estados Unidos. Respaldada por estos números, desembarca ahora en España, en exclusiva en Douglas. Su vicepresidenta de formación, Shannon Pirie-Charles, viajó hasta la capital con parte de su equipo para su presentación oficial. Pero repasemos su historia.

La firma nació de la mente de Jamie Kern Lima, una presentadora de televisión que comenzó a sufrir rosácea, una enfermedad que enrojece la piel del rostro. Disconforme con los productos que le ofrecía el mercado, se decidió a dejar su carrera como periodista y emprendió la búsqueda de un maquillaje que funcionase para ella y para todas las mujeres con problemas cutáneos similares. Se alió con cirujanos plásticos para desarrollar las fórmulas. «Se les relaciona con el pecho y el culo, pero son los que más saben de la piel: se encargan, por ejemplo de reparar las pieles de quemaduras graves», justifica a S Moda Pirie-Charles preguntada por qué no se unió a dermatólogos. «Además, contaba con algunos miembros de su familia que ejercían como tal, y siempre se recurre a quien tenemos cerca».

Cuando, tras años de trabajo, llegó a los resultados deseados, comenzó la aventura empresarial en 2008. Primero, vendía por televisión, en una suerte de teletienda en la que ella misma aparecía y contaba su historia, mostrando los resultados sobre su piel. El boca a boca entre las usuarias satisfechas con su efectividad hizo el resto. En 2014, momento que la actual vicepresidenta de formación entró, su equipo lo constituían unas 15 personas. «Mis allegados pensaban que estaba loca, me iba a una firma pequeña de la que no habían oído hablar», confiesa Pirie-Charles. La sorpresa de familiares y amigos tiene justificación: venía de más de ocho años trabajando para Benefit y de crear su propia empresa. Dos años después, el discurso cambiaba. L’Oréal se hacía con It Cosmetics y Kern Lima se convertía en la primera mujer CEO del grupo. «Entonces me preguntaban si estaban contratando gente», bromea.

Palabra de experta

La trayectoria de Shannon Pirie-Charles empezó como psicóloga, pero su amor verdadero siempre había sido el maquillaje. «Mis padres me obligaron a ir a la universidad, así que aprobé todo, les contenté, y me apunté a una escuela de maquillaje». Habiendo ejercido como asesora durante sus años universitarios, ve relación entre el maquillaje y su formación: «Sentía que también ejercía como terapeuta con mis clientas, e incluso con mejores resutlados. El maquillaje es un arma poderosa». Del sector, critica que se dirija a las consumidoras como si fueran expertas, algo que ella busca cambiar desde su posición. «La mayoría de las usuarias tienen un conocimiento medio, hay que enseñarles, y lo agradecen».

En el cara a cara, comparte con soltura sus mejores trucos para sacar el máximo partido de sus productos. Para que las pestañas queden curvadas y alargadas: «Coloca el cepillo debajo de las pestañas superiores, desde la raíz, y gira hacia fuera, en dirección a las puntas mientras lo mueves hasta ellas».

Del corrector de ojeras, Bye Bye Undereye, nos dice que ha recibido críticas porque se cuartea. «El problema parte de la cantidad de producto y de la aplicación. Basta con una gota para los dos ojos». Sobre su uso, sabe que lo normal es aplicarlo sobre el párpado inferior desde el interior. «Si la textura es muy moldeable, como la nuestra, se nota demasiado». Conseguir que se funda con la piel tiene truco. «Como el contorno, se debe posar el producto sobre el hueso del ojo y después extenderlo hacia el párpado; el resultado es más natural y duradero».

El maquillaje en polvo, para ella, trae los mayores quebraderos de cabeza, porque se desaprovecha mucho producto. «Cuando se recoge con la brocha, se tiende a quitar el exceso a golpes, con la herramienta en horizontal. El lavabo se llena de polvo. Es mejor sostener la brocha en vertical, con las cerdas hacia arriba, y golpear el mango. El polvo se reparte equitativamente». Y no se pierde, pues su aplicación no debe ser indiscriminada, como en las películas. «Posa el cabezal, siempre mirando hacia arriba, sobre la frente, la nariz, los pómulos, la barbilla, y gíralo con suavidad por zonas. Fijará el maquillaje y no caerá sobre la ropa». Por aprovechar, hace uso hasta del que queda en la tapa. «Lo utilizo como champú en seco, no contiene talco y deja el cuero cabelludo saludable. No lo hagas con cualquier polvo, solo con los nuestros».

De su CC Cream, que funciona como base, aconseja no aplicarla con los dedos. «Aparte de no ser higiénico, algo negativo para las pieles sensibles, se puede colar en las líneas de expresión y poros, no oculta bien. Se debe poner y extender con la brocha, desde la nariz, que es la zona que más corrector necesita, no desde la mandíbula como se suele hacer».

Su lápiz de cejas, Brow Power, no dispone de tonos. Tiene truco: según la fuerza que se use en la aplicación, el tono es más o menos oscuro. Es decir: las rubias deben imprimir menos fuerza al dibujarlas, las morenas, más. Pirie-Charles destaca la acción solidaria de este producto. «Por cada uno vendido, regalamos otro para mujeres con cáncer, que han perdido el pelo por el tratamiento».