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El truco de una de las mejores facialistas del mundo para evitar la ‘cara de almohada’ por las mañanas 

Un cambio en la postura en la cama puede hacer desaparecer la llamada «cara de almohada» por las mañanas, esa en la que los ojos, la nariz y el rostro amanecen hinchados, y que afecta más a las mujeres.

Dos litros de agua al día y ocho horas de sueño, la receta elevada a mito gracias a las supermodelos de los años noventa, que repetían este mantra una y otra vez para intentar explicar al mundo el por qué de su inalcanzable belleza. Desmontado el primero (la hidratación, por sí sola, no garantiza un rostro más radiante), en nuestra era todo se centra en el segundo: desde almohadas para evitar el encrespamiento del pelo hasta sábanas de seda para prevenir arrugas, por no hablar de la poderosa industria de la cosmética nocturna. Sin embargo, parece que hay algo de verdad probada en eso de «la belleza del sueño»: dormir bien de manera habitual nos hace parecer más atractivos (es un tema hormonal: la deprivación de sueño segrega un exceso de cortisol, la hormona del estrés, el cuerpo se hace resistente a la insulina y esto crea niveles altos de glucosa en la sangre y provoca, entre otras cosas, que nuestra piel se vea apagada) pero no solo se trata de dormir más sino, al parecer, también de dormir en una mejor postura, según ha contado una de las facialistas más cotizadas en Hollywood, Jasmina Vico: antes de un evento importante recomienda a sus famosas clientas (entre las que figuran Sienna Miller y Jodie Comer) que duerman un par de noches en una habitación fresca, por debajo de los 18 grados, y que utilicen unas cuantas almohadas para asegurarse de que su cabeza queda un poco elevada, lo que, cuenta, estimula el drenaje linfático y les hace despertarse con un rostro más terso. Les aconseja que sean unas siete u ocho horas de sueño reparador pero sobre todo que sigan esas indicaciones para evitar lo que algunos expertos llaman la “cara de almohada”.

“La cara de almohada presenta hinchazón en la zona de los ojos, el pómulo alto, la zona mandibular y la nariz”, explica a SModa la Dra. Gema Pérez Sevilla, crujana estético y maxilofacial y médico estético en la Clínica Dra. Pérez Sevilla de Madrid. Es ese rostro inflamado, un poco edematoso, que parece que ha recibido demasiadas infiltraciones estéticas y que a muchas personas, especialmente mujeres a partir de los 40, les recibe por las mañanas frente al espejo. “En perimenopausia se suele tener más retención de líquidos por una causa hormonal y, por la misma causa, cuando vamos a tener la regla también se retienen más líquidos por la alteración de estrógenos y progesterona. Por esta razón hormonal afecta más a las mujeres que a los hombres”, aclara esta experta. “Las causas que favorecen esta inflamación son la dieta rica en sodio (todo lo que sean alimentados salados), que la cama no esté bien balanceada (que la cabeza esté más baja que los pies), que se puedan tener procesos gripales o enfermedades que favorezcan que esta extravasación de líquidos sea mayor, el estrés, el cansancio, la falta de sueño, la irregularidad en el sueño y las alergias”, apunta.

“Cuando estamos dormidos, la cabeza está a la misma altura que los pies y eso hace que haya una mayor presión capilar a nivel facial. Esta mayor presión capilar se traduce en una extravasación de líquidos que, a su vez, se traduce en que los tejidos se vean más hinchados. Normalmente, las zonas más sensibles a esta inflamación es la zona periocular, párpado de arriba y bolsas, la zona de la nariz (que en pacientes con pieles gruesas también tiende a hincharse), la zona de los ángulos de la mandíbula (que se redondean viéndose cara como más hinchada, es lo que se llama ‘cara de embarazada’) y también se puede retener líquido a nivel del cuello”, explica la doctora Pérez Sevilla. “Normalmente, todo lo que favorezca que no haya esta presión capilar y que el líquido se drene va a favorecer que amanezcamos menos hinchados. Por eso, dormir con la cabeza elevada favorece que esta presión no sea tan alta y, a su vez, que los líquidos vayan descendiendo desde la cara a las clavículas y ahí puedan coger el retorno venoso para ser liberados”, añade.

Un truco mejor que el de la doble almohada

Para evitar esta inflamación, la mejor postura para dormir es con la cabeza más alta que los pies: “Por eso se recomienda doble almohada”, comienza la doctora, pero puntualiza: “Yo no soy partidaria de la doble almohada porque muchas personas doblan el cuello y no es bueno para las arrugas cervicales. Lo ideal es dormir con el colchón en el que la cabeza esté más elevada que los pies para que este drenaje de la cabeza a los pies sea favorable por un tema de gravedad”. De ahí que su recomendación sea dormir con una sola almohada, la cabeza un poco hiperextendida para que no haya arrugas en el cuello y, eso sí, asegurarse de que la cabeza queda más elevada que el resto del cuerpo: “Yo modificaría ese concepto de doble almohada a decir que el colchón esté más elevado. Lo que se suele hacer es poner pequeños almohadones o almohadillas o alguna elevación debajo del colchón, de tal manera que se duerme con la cabeza más alta que los pies, pero, sin embargo, no es incómodo, el paciente apenas nota la diferencia, y tienes el beneficio y no la incomodad de dormir con doble almohada o con una almohada muy alta”.

¿De verdad sirve de algo cambiar la postura al dormir?

Aunque no existe un manual sobre cómo hay que dormir (aunque sí existen pautas para entrenarse a dormir sobre la espalda), en lo que coinciden los expertos es hacerlo boca arriba (siempre que no haya “una cardiopatía o algún problema de salud”, indica la doctora), especialmente cuando hablamos desde la búsqueda de la belleza. “Desde el punto de vista de la estética es muy saludable porque disminuye mucho las arrugas, favorece la oxigenación de los tejidos, evita las arrugas del escote y también permite que tu cara esté expuesta a la temperatura más fresca, no al calor que se adquiere con la almohada, y es una temperatura que tú puedes controlar en la habitación. Por todas esas razones, el dormir boca arriba (…) es muy saludable”, añade.

Dormir boca arriba puede ayudar a reducir las arrugas y a mantener el mejor aspecto de la piel, según afirman también desde FOREO, la marca sueca de tecnobelleza famosa por llevar tratamientos faciales profesionales a la esfera doméstica. Esta postura “permite que la cara descanse sobre la almohada, lo que puede ayudar a reducir la aparición de arrugas”, añaden, “y evita que la cara entre en contacto con bacterias y otros agentes irritantes que pueden provocar brotes”. Cuando no se duerme lo suficiente, o se tiene un sueño de mala calidad, “el cuerpo produce más cortisol, la hormona del estrés. Esta hormona puede descomponer el colágeno, que es una proteína que ayuda a que la piel tenga un aspecto luminoso y joven. Un exceso de cortisol también puede provocar inflamación, lo que puede agravar afecciones cutáneas como el acné”, recuerdan en la marca.

Frío, frío, frío

Los expertos recomiendan siempre dormir en habitaciones frescas para conseguir una mejor calidad del sueño: lo dicen hasta las asesoras de sueño infantil. Jasmina Vico pone la frontera en los 18 grados para evitar que el calor ambiental contribuya a la inflamación del cuerpo y Gema Pérez Sevilla valora positivamente los efectos del frío: “Todo lo que sea aplicar frío en la cara, bien por temperatura ambiente, bien con hielo, bien con agua fría o con otros procedimientos es favorable ya que lo que produce es una vasoconstricción, es decir que, si los capilares están más cerrados, hay menor extravasación de líquido y, a su vez, el cambio de temperatura favorece el drenaje de líquido que ya está extravasado. Con lo cual, pasar del calor al frío siempre favorece la reducción del edema y de la inflamación”, explica. Otro de los trucos que se suele mencionar cuando hablamos de reducir la hinchazón matutina del rostro es el de guardar los cosméticos en una nevera. Pero antes de hacerlo deberíamos conocer bien las propiedades del producto: “Mantener los cosméticos fríos puede ser una cosa positiva siempre y cuando la composición de estos cosméticos lo permita. En función de estas composiciones, hay cosméticos que al enfriarlos pierden su capacidad de aplicación, porque se ponen duros y las cremas no se aplican igual. Hay que saber qué cosmético estamos enfriando y si es compatible”, aconseja la doctora Pérez Sevilla.

Jasmina Vico también reivindica los beneficios del frío sobre la piel, específicamente con la aplicación de hielo (cubierto por una gasa o tela) sobre la piel del rostro haciendo movimientos de masaje para descongestjonar zonas como el contorno de los ojos.

Incorpora un rodillo a tu rutina

Además de buenas rutinas como dormir con la cabeza un poco más elevada, cuidar la dieta, el estrés y los tratamientos médicos que se llevan a cabo, “todo lo que sea frío y drenaje va a venir bien”, insiste esta médico estético. “Añadiría que en estos pacientes es muy recomendable que aprendan a hacer autodrenaje facial bien con gua sha, con rodillo o manual, que puede ser muy útil. Y por las mañanas incorporar este drenaje a su rutina de limpieza de mañana o de aplicación de cremas de mañana.”

La verdad sobre las sábanas de seda

“Si uno duerme boca abajo y la cara está en contacto con un tejido, siempre es mejor que sea en tejidos hipoalergénicos y tejidos que no se arrugan sobre sí mismos, ni gruesos, porque esos pliegues en las almohadas puedes traducirse en pliegues en la piel por presión. Cuanto más ligero sea el tejido, más va a favorecer la piel, pero esto son disquisiciones muy finas”, apunta la doctora. “Yo creo que depende más de la postura que tú tienes al dormir que del tejido que está en contacto. Ahora, si rizamos el rizo, pueden venir bien tejidos hipoalergénicos y suaves que no se arrugan sobre sí mismos para no transmitir la arruga”.

Las “golden hours” de la belleza nocturna

En una interesante conversación sobre cuál es la mejor hora para dormir y tener una piel radiante, en Farmacia Lisboa (Ciudad Rodrigo, Salamanca) la farmacéutica Inmaculada Vicente María establece una relación entre el descanso y la salud y luminosidad de la piel: “Existe un lapso de tiempo mientras dormimos, las llamadas ‘golden hours’, en el que la piel alcanza su nivel máximo de recuperación y regeneración”. Al parecer estas horas de oro son las primeras del sueño, entre las 10 de la noche y las 2 de la mañana. “Lo que sucede en este intervalo de cuatro horas es que la hormona del crecimiento alcanza su pico de segregación más elevado y, por tanto, la más elevada concentración de sangre”, explica. Esta hormona es responsable del crecimiento en los niños, y en los adultos de la regeneración de la piel, en un momento en el que esta no está sometida a la agresión de factores externos, con lo que pasa de un “modo de protección” a un “modo de curación, aumentando su actividad de regeneración celular y de reparación de ADN. Esto hará que la barrera de la piel sea más permeable y que se eliminen mejor los residuos acumulados en el día. “La piel entra en ese estado máximo de regeneración y cicatrización coincidiendo con esas horas de segregación máxima de hormona. A partir de las 6 am todo vuelve a la normalidad y la función barrera tras un sueño reparador vuelve a trabajar para proteger nuestra piel de los factores externos y de la deshidratación”, explica esta farmacéutica. Si a estas “golden hours” añadimos el efecto de cosméticos específicos y una postura de cabeza elevada, maximizaremos los beneficios para la piel.

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