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Crisis del coronavirus
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Una crisis con 50.000 muertes: el exceso registrado sigue subiendo desde verano

Los registros civiles han observado un 25% más de fallecimientos de lo normal. También en las últimas semanas

Vista del garaje del tanatorio de Collserola (Barcelona), en abril.
Vista del garaje del tanatorio de Collserola (Barcelona), en abril.MASSIMILIANO MINOCRI
Kiko Llaneras

Buenos días. Vuelvo al coronavirus, porque no hay otro remedio: la crisis se recrudece. Hoy actualizo los datos del exceso de muertes registrado desde marzo.

1. Más de 50.000 muertes

Las muertes por coronavirus vuelven a crecer. Lo dicen las cifras oficiales, que registran más de 1.000 muertes confirmadas desde julio, pero también se observa en los registros civiles. Según los datos del INE, desde marzo han fallecido 53.500 personas más que en la media de los cuatro años anteriores, lo que supone un exceso del 27% sobre lo normal.

La cifra es tremenda. Significa que por cada cuatro personas que morían habitualmente, por cualquier causa, este año han sido cinco.

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Estos datos colocan a España como el peor en exceso de muertes entre una treintena de países occidentales. Según los datos de la Human Mortality Database, le siguen Italia (23% de exceso), Inglaterra y Gales (22%), EE UU (17%) y Bélgica (15%). En el mundo habrá algún país con un exceso peor, pero no serán muchos. Perú registraba el mayor exceso en junio, y también Ecuador y Bolivia tenían datos peores, al menos antes de verano, según The New York Times.

El siguiente gráfico muestra la evolución en España. El invierno estaba siendo mejor que la media, pero la primera ola del coronavirus fue terrible: se registró un exceso de 48.000 muertes en poco más de dos meses. Un 67% más de lo normal. Hubo varias semanas con el doble de muertes.

Sabemos que no todo ese exceso son necesariamente personas infectadas por el virus, porque es posible que el estrés del sistema sanitario o el miedo a ir a un hospital provocase algunas muertes en los peores meses de la pandemia. Pero es razonable asumir que la mayoría sí lo son. Y en cualquier caso, prácticamente todas pueden atribuirse a la crisis que el virus provocó.

¿Qué pasa en la segunda ola?

Esta es la pregunta fundamental ahora. Desde verano se está observando otro repunte en los registros: del 22 de junio al 29 de agosto se cuentan 5.900 muertes de exceso, un 8% o 9% más de lo normal. Conviene ser cauto, porque es una desviación menor y puede deberse en parte al calor, pero hay motivos para pensar que al menos una parte se deben a la covid-19.

El Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), del Instituto de Salud Carlos III, encuentra 1.934 defunciones este verano que juzga “atribuibles al exceso de temperatura”. Casi todas se habrían producido en la primera quincena de agosto. Eso sugiere que el calor no explica todo el exceso, que según sus informes roza los 4.000 muertos desde el 27 de julio al 13 de septiembre. También resta importancia al efecto del calor que el exceso observado en países vecinos sea inferior.

Otro motivo de inquietud es la ausencia de un “efecto cosecha”. Algunos expertos, como me recordó Oriol Güell, habían sugerido que después de la primera ola veríamos menos fallecimientos de lo normal (porque el virus pudo precipitar la muerte de personas mayores muy debilitadas). Si ha sido así, apenas se ha notado.

Pero la señal más preocupante es la tendencia. A finales de agosto los registros seguían observando un exceso de muertes, y eso que las cifras de las últimas semanas a menudo sufren retrasos y provocan una caída artificial —un espejismo— en las cifras registradas. Por eso será clave ver cómo evoluciona el dato en las próximas dos semanas.

📈  2. ¿Los datos del coronavirus esta semana?

Estamos publicando un resumen de la situación en España cada fin de semana, entre Borja Andrino, Daniele Grasso y yo. En el último contábamos que los hospitales se llenaban y las muertes crecían. El resumen se publica siempre en este mismo enlace, así que puedes guardarlo o volver a este correo a buscarlo cuando quieras consultarlo.

Ingresos y muertes notificadas cada día en España (Ministerio de Sanidad / EL PAÍS)
Ingresos y muertes notificadas cada día en España (Ministerio de Sanidad / EL PAÍS)

🦠  3. Links rápidos covid-19

Inmunidad. ¿Dónde estamos en cuánto a inmunidad de grupo? Un fantástico repaso al tema en Nature: oportuno, preciso y claro. Trae las matemáticas básicas para los que quieran profundizar. Sugiere que el umbral podría estar en el 50%, pero añade las cautelas.

Más inmunidad. Un estudio islandés muy cuidado confirma que la inmunidad dura (al menos 4) meses.

Evidencias sobre niños. Enferman menos, pero todavía no sabemos cómo de fácil transmiten el virus.

Metros y trenes. El transporte público es fantástico, ¿pero es un foco de contagios? Hay indicios tranquilizadores: como la experiencia de Japón y que se detecten pocos brotes en vagones. Pero también hay estudios que sí asocian transporte y contagios (I, II).

📐  4. Orden de magnitud

Trumpismo. Los votantes de Vox son muy de Trump: el 45% tiene confianza en él para hacer lo correcto con asuntos mundiales, mientras que solo dice lo mismo el 7% de los votantes de otros partidos. | Pew

Independencia. El apoyo a la independencia de Cataluña baja al 42%, el menor apoyo en años. | CEO

Biden mantiene su ventaja. No news. Biden mantiene 3 de 4 opciones de ganar según el modelo de FiveThirtyEight y según los superpronosticadores.

Incendios. Seis de los 20 peores incendios en la historia moderna de California ocurrieron este año: “Si el cambio climático parecía una noción abstracta hace una década, hoy es demasiado real para los californianos que escapan de los incendios”. | NYT

El estadio Ramón de Carranza vacío, Cádiz.
El estadio Ramón de Carranza vacío, Cádiz.AFP7 (EP) (AFP7 vía Europa Press)

⚽️  5. Un estadio ‘random’

Los equipos de fútbol que juegan en casa ganan el 44,3% de los partidos de Liga… pero tras la covid, sin público en las gradas, ganaron un poco menos: 42,2%. Han recogido los datos en CIES. La explicación bien pensada es que es el público, que no empuja a los jugadores; la mal pensada es que es el público, que no empuja al árbitro.

Probablemente es lo segundo. Hay otras señales que apuntan a los árbitros, como que en estos meses hayan sacado menos tarjetas a los jugadores visitantes y les hayan pitado más penaltis a favor. Además es un tema estudiado hace años y la evidencia dice que los árbitros son humanos y sienten la presión del público. En Freakonomics dedicaron un podcast al tema. Juan Luis Jiménez y Javi Salas me pasaron otros estudios (I, II): la ventaja de jugar en casa es mayor en países más corruptos, qué casualidad, y los árbitros pitan antes el final cuando va ganando el equipo de casa.

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Sobre la firma

Kiko Llaneras
Es periodista de datos en EL PAÍS y doctor en ingeniería. Antes de llegar al periódico en 2016 era profesor en la Universitat de Girona y en la Politécnica de Valencia. Escribe una newsletter semanal, con explicaciones y gráficos del día a día, y acaba de publicar el libro ‘Piensa claro: Ocho reglas para descifrar el mundo’.

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