Muere un menor de 16 años aplastado por el muro de un cortijo abandonado

La Policía Nacional investiga la muerte de un adolescente de 16 años que falleció a primera hora de la noche del domingo cuando le cayó encima parte de un muro de un cortijo abandonado en el barrio sevillano de Torreblanca. Al edificio, en estado ruinoso, se puede acceder con facilidad y, de hecho, es frecuentado por jóvenes que lo utilizan para hacer fiestas y botellones.

A las 21.30 del domingo, el servicio de emergencias del 112 recibió varios avisos de testigos solicitando ayuda porque un menor había quedado aplastado por una pared de un cortijo en ruinas. Cuando llegaron los miembros de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias, de la Policía Local y la Nacional, el chaval ya había fallecido.

La víctima estaba a punto de cumplir 17 años y era vecino de Torreblanca, una de las barriadas más humildes de la capital andaluza. La Policía Nacional sigue indagando en lo sucedido. Algunos vecinos cuentan que un grupo de jóvenes que estaba en el edificio abandonado estaba dando patadas a la pared que se derrumbó. Se ignora si sabían que el adolescente fallecido estaba en el otro lado.

Esta mañana, entre los bloques desconchados del muro caído aún quedaban restos de la manta térmica y los guantes utilizados por los sanitarios que atendieron al menor. Un poco más allá se aprecian las huellas de botellones recientes. El cortijo se encuentra en una zona urbanizable, a 30 metros del carril bici. El solar donde se encuentra el edificio, sin ninguna valla de protección que impida el paso, es de las pocas parcelas que aún quedan por edificar en esa parte del barrio.