Lo contactaron por Internet, le dieron una paliza y lo enterraron vivo
La Guardia Civil halla el cuerpo de un empresario vasco desaparecido y detiene a una pareja en Pedrola (Zaragoza) que captaba a víctimas por redes sociales y las desvalijaba
M. Achraf Elbouti, marroquí de 35 años, llevaba puesta una pulsera telemática por haber cometido un delito de violencia de género. Por eso, una vez que los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil lo tuvieron en su radar como presunto implicado en la desaparición del empresario vasco José Antonio Delgado Fresnedo (54 años), solo tuvieron que seguir las señales de su localizador. Pasó más de dos horas una noche en un descampado cercano a un polígono industrial de Pedrola (3.700 habitantes, Zaragoza). Allí encontraron el pasado miércoles, enterrado a dos metros bajo tierra, a José Antonio Delgado Fresnedo, un empresario vasco de 54 años que llevaba desaparecido desde el día 9 de septiembre.
“Tenía polvo en la nariz, en la tráquea y en el esófago, lo que indica que todavía respiraba cuando le enterraron”, señalan fuentes próximas a la llamada Operación Ros, en la que han participado también la Policía Judicial de la Comandancia de Zaragoza y la Ertzaintza. En la paliza que le dieron, supuestamente para sacarle los números de sus tarjetas bancarias, le rompieron nueve costillas a golpes, señalan las mismas fuentes.
No era la primera vez que M. Achraf actuaba de manera violenta junto a sus compinches. La Guardia Civil tiene otras dos denuncias de dos casos similares en la misma provincia de Zaragoza en los que está presuntamente implicado el tangerino, con idéntico modus operandi. Su novia, Angelin Candy, una venezolana de 34 años que le describe en Facebook como su amor, era el cebo en las redes sociales de contactos. En el caso de Delgado, fue a través del portal de citas Badoo. “Ella mostraba la intención de conocer hombres para mantener relaciones íntimas”, señalaba la nota enviada por la Guardia Civil. “Una vez entablaba conversación y localizaba un hombre con deseos de conocerla, le proponía tener una cita en lugares poco concurridos de localidades cercanas a Pedrola”.
Angelin era la encargada de atraer a los hombres a los que después desvalijaban tras propinarles enormes palizas. Con el empresario vasco se les fue la mano, o se resistió más de la cuenta. En los otros dos casos con los que se les relaciona —a uno de los hombres lo tuvieron un día entero atado a un árbol—, los golpes fueron tan fuertes que las víctimas quedaron completamente desorientadas, abandonadas maniatadas y encapuchadas en el campo.
En el caso de Delgado, sus captores fueron dejando pistas por todas partes. Sacaron dinero varias veces con sus tarjetas “encapuchados y en distintos cajeros automáticos”, según fuentes de la investigación. Y vendieron su vehículo por Internet a un vecino de Zaragoza, lo que puso a los investigadores sobre la pista de la pareja, a la que siempre acompañaba un tercer hombre, que los agentes tratan ahora de localizar. Se les imputan delitos de asesinato, detención ilegal, extorsión y robo con violencia.
La mujer era la encargada de llevar a los hombres elegidos hasta una nave del polígono industrial de Pedrola, allí es donde ejercían la mayor violencia contra sus víctimas y donde la Guardia Civil ha logrado recabar más pruebas incriminatorias contra ellos. “Se localizaron pertenencias personales del asesinado y de otras dos víctimas, vehículos, armas, evidencias biológicas, dispositivos electrónicos, documentación y otros abundantes indicios de su participación en los graves hechos investigados”, enumeraba la nota policial.
Los agentes entraron en la nave con el apoyo de unidades de intervención el pasado miércoles para detener a la pareja y llevar a cabo el registro. Mientras el lugar era tomado por decenas de policías armados, Angelin Candy, que vivía allí con el arrestado, permanecía tranquilamente tumbada en la cama viendo el programa de televisión Sálvame, según han revelado fuentes del caso.
La investigación, que continúa abierta, está siendo coordinada por la Fiscalía de Zaragoza y los detenidos ya han sido enviados a prisión provisional, comunicada y sin fianza por la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza, Natividad Rapún. En la investigación participan la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Zaragoza y la Ertzaintza.
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