Abascal contrapone sus plazas de toros llenas a su exclusión de los platós de televisión
El líder del Vox se presenta como el único capaz de frenar al “Frente Popular de socialistas, comunistas y separatistas”
Santiago Abascal ha contrapuesto este martes la plaza la plaza de toros de Las Rozas (Madrid), abarrotada por unas 5.000 personas, al plató de Antena 3, donde la junta electoral le ha impedido estar. Allí se ha presentado como alternativa a los “cuatro jinetes del Apocalipsis”, en referencia a los líderes de PSOE, PP, Ciudadanos y Unidos Podemos que, a su juicio, no han protagonizado un auténtico debate electoral sino un "consenso blindado".
El líder de Vox ha asegurado que “millones de españoles no se sienten representados” en el debate entre los cuatro candidatos, en el que se han hurtado los que, en su opinión, son “los principales problemas de España”, como la inmigración o las leyes de violencia de género y de memoria histórica, que su partido quiere derogar.
Abascal ha cargado contra la Junta Electoral Central, a la que ha acusado no solo de excluirle de los debates televisivos sino de no proteger a los asistentes a los mítines de Vox, al no dictar órdenes a los delegados del Gobierno para que disuelvan por la fuerza a quienes hostigan sus actos electorales.
Su intervención se ha centrado en contestar a las alusiones que Pedro Sánchez hizo a Vox en el debate de TVE, “aprovechándose" de su "ausencia”, y ha ninguneado a Rivera y Casado, presentándose como el único capaz de plantar cara al “Frente Popular formado por socialistas, comunistas y separatistas”.
Rocío Monasterio, candidata a la Comunidad de Madrid, ha empezado calentando al auditorio (el termómetro marcaba nueve grados) contra los periodistas. Ha saludado a los medios de comunicación presentes, “a los que trabajan con ética y a los que trabajan para los medios progres; los que señalan nuestras casas y los que se dedican incluso a ir los colegios de nuestros hijos, que de esos también hay aquí”, ha dicho, entre los abucheos del público contra la zona de prensa.
Iván Espinosa de los Monteros, número tres al Congreso por Madrid, ha matizado a su esposa asegurando que el problema no lo tienen con los periodistas que cubren sus mítines sino con los propietarios de los medios de comunicación. Pero cuando más entusiasmo ha arrancado ha sido al preguntar al auditorio quién querría que acudiera en su auxilio si dos quinquis entraban en su casa: ¿Rivera? ¿Casado? ¿Abascal? “¡Abascal”, ha rugido el público, quizá porque el líder de Vox es el único que tiene pistola. “Pues si queréis a Abascal para defender vuestra casa, ¿a quién vais a querer para defender vuestra nación?”, les ha contestado, antes de apostillar: “Pensaréis que me he olvidado de Pedro [Sánchez] y Pablo [Iglesias]. No, ellos son los atracadores”.
Vox tiene querencia por las plazas de toros. Si la presentación de candidatos al Congreso la hizo en La Cubierta de Leganés, en el cinturón rojo de Madrid, para contraprogramar el debate de Atresmedia Abascal eligió este martes la plaza (también cubierta) de Las Rozas, en el cinturón azul de la capital. En este municipio del noroeste de la región, con una de las mayores rentas per cápita de España, el PP sacó el 49,5% de los votos en las generales de 2016, mientras que Vox se quedó con el 0,6%, por detrás del PACMA.
El resultado se prevé muy diferente el próximo domingo. Unas 5.000 personas abarrotaron el ruedo y las gradas y el inicio del mitin tuvo que retrasarse para buscar acomodo a los que aguardaban fuera. Vox ha mordido en el electorado del PP y no va a soltar la pieza porque huele sangre. Muchos de los que votaban al PP tapándose la nariz se han pasado encantados a un partido que les dice lo que quieren oír y que da rienda suelta a descalificaciones contra las feministas, los inmigrantes o los separatistas, que hasta hace poco solo se atrevían a pronunciar en voz baja.
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