_
_
_
_
A ESMORGA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Todo pasa y todo queda

A la petición de "haz que pase" hay que responder qué más tiene que pasar, si hasta Sánchez ha llegado a presidente

Manuel Jabois
Cartel con el lema electoral del PSOE en su sede madrileña de Ferraz.
Cartel con el lema electoral del PSOE en su sede madrileña de Ferraz.Victor J Blanco

En una fachada de la calle Ferraz de Madrid ha aparecido estos días un enorme cartel con una cara y un mensaje impreso: “Haz que pase”. Es el sueño de cualquier persona que ha perdido las llaves del portal; el español de telefonillo, ese que habla más tiempo con los vecinos a través del interfono que en el ascensor. Así que el hombre del cartel en lugar de un candidato a presidente parece el vecino del mes. Bien es cierto que al menos no se colocó la cara gigante de un chorbo con un vaso de plástico, prototipo del que llama a todos los pisos a las tres: haz que pase.

A veces me imagino la desesperación de Eduardo Mendoza por haber gastado la bala de Gurb en 1992. Otras veces me imagino la desesperación de los españoles por no tener un extraterrestre que los traduzca. Haz que pase, dice el PSOE; si aún se colocase una foto de Isco lo entendería. Eso o la cola de la discoteca, el indicador de estatus español por excelencia: "Haz que pase". Todo conduce a la melancolía, entre otras cosas porque en esa sede ha pasado ya de todo. A la petición de "haz que pase" hay que responder, por sentido del orden, qué más tiene que pasar, si hasta Sánchez ha llegado a presidente.

Se descubren dos vertientes diabólicas en el nuevo invento del marketing socialista, ese que hace años pretendió hacer de la Z el joker del abecedario. La primera es la literal, fallida en tanto que "haz que pase" puede ir dirigida a cualquiera, sobre todo a un camello remolón. La segunda es la figurada y puede decirla ese señor que se hizo famoso hace poco con un vídeo viral en el que pedía que las chicas se fijasen en la magia de su melena; "haz que pase" como sinónimo de "haz que ocurra", encuentra el momento, hagámoslo posible, deséalo fuerte.

Eso remite directamente a la Fontana de Trevi, una famosa superstición que obliga a tirar una moneda al agua para hacer que pase. Como método de financiación no está mal, como programa electoral es aún mejor, pues estos meses Sánchez y su Gobierno han oscilado entre el "haz que pase", "haz que no ha pasado" y el "haz como si estuviese pasando", en cualquier caso una petición expresa a los suyos para que la realidad de unos meses en equilibrio precario pareciese la Revolución francesa con las memorias ya incorporadas, como si Stefan Zweig escribiese de Fouché en directo; como si Zweig fuese amigo de Irene Lozano, más bien.

Quizá, con suerte, Ferraz y el rostro enorme de Sánchez como el de Mariscos Recio se convierta en un centro de peregrinación al que se acuda como a Lourdes o a uno de esos puentes en los que colgar candados del amor, un lugar en el que pedir que todo pase, aunque nada urja tanto ahora como que pasen estos 15 días.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario de Pontevedra. Ha trabajado en El Mundo y Onda Cero. Colabora a diario en la Cadena Ser. Su última novela es 'Mirafiori' (2023). En EL PAÍS firma reportajes, crónicas, entrevistas y columnas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_