Casado sostiene que en su partido no hay “purgas como en el PSOE”

El presidente del PP, Pablo Casado, trató este lunes de sacudirse las críticas internas por la configuración de las listas electorales, de las que ha excluido al sector cercano a Soraya Sáenz de Santamaría, arremetiendo contra el PSOE y Ciudadanos. Preguntado por el malestar creado entre los populares, Casado contestó: "La deriva habrá que preguntársela a los partidos que hacen pucherazos, que alientan el transfuguismo o a los que han hecho una auténtica purga en sus listas electorales como han declarado algunos barones territoriales en el PSOE. Eso no es lo que ha pasado en el PP".

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El líder popular defendió que se siente legitimado para elaborar las listas electorales como considere por haber sido elegido en un congreso "abierto a toda la militancia" y "con un programa muy claro". No obstante, sí quiso señalar que solo hay dos personas que han pasado de ser diputados en el Congreso para encabezar la candidatura al Senado, en alusión a Fernando Martínez-Maillo y Carlos Floriano. Sobre ellos, dijo no entender cómo se podría criticar ir en las listas al Senado. "Un órgano fundamental" por ser la cámara en la que se puede aprobar la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, explicó.

Un proceso abierto

Casado se mostró sorprendido por las críticas generadas: "A veces se extienden informaciones que no tienen nada que ver con la realidad". "En el PP todo el mundo tiene su sitio, todo el mundo lo ha tenido", continuó el líder popular, que añadió que el proceso de elaboración de las listas todavía "no ha terminado" ya que aún tienen tres centenares de candidatos por elegir para las elecciones del 28 de abril.

Casado también quiso destacar que había personas que habían decidido abandonar la política, como la exministra Fátima Báñez, que se lo comunicaron de forma "cariñosa, generosa" y que van a "participar en campaña". "Les agradecí lo que habían hecho por el partido y les dejé la puerta abierta", apuntó. El malestar, sin embargo, se instaló este fin de semana en el partido a medida que se fueron conociendo las candidaturas. Casado ha introducido un nuevo método para la elaboración de las listas, con un control exclusivo de Génova que deja escaso o nulo margen de maniobra a las agrupaciones provinciales. Los críticos le acusan de haber utilizado la elaboración de las listas electorales para premiar a los fieles y librarse del último reducto de los sorayistas, quienes el pasado julio votaron a favor de Sáenz de Santamaría.