La perforadora que hará el túnel para rescatar a Julen llega a Totalán
La máquina ha tenido que ser trasladada en dos partes hasta la rampa de acceso a la finca donde está el agujero; allí espera para superar el último tramo y llegar a la zona donde se busca a Julen
A las ocho de la mañana de este viernes ha llegado a las cercanías de Totalán (Málaga) la máquina perforadora que excavará las dos galerías verticales previstas para llegar hasta el lugar donde presumiblemente está Julen, el niño de dos años que permanece desde hace cinco días en un pozo de más de 100 metros de profundidad y apenas 25 centímetros de ancho. De momento, no ha empezado a excavar el túnel porque subirla hasta el lugar donde se encuentra el agujero está resultando una tarea compleja.
En primer lugar, el convoy que la transporta mide 30 metros de largo y la carretera que va a Totalán es de montaña, con muchas curvas y mucha pendiente, lo que ha obligado al transporte a detenerse a unos ocho kilómetros del pueblo para desmontar la máquina y llevarla al acceso de la finca en dos viajes, según han explicado a este periódico los operarios que realizan la maniobra.
La máquina pesa 75 toneladas, a las que hay que sumar las 55 del remolque que la transporta: 130 toneladas en total. El camino de acceso hasta el pozo es una cuesta muy inclinada de tierra. Las excavadoras trabajan contra reloj para abrir los accesos y poder subirla. Los conductores del convoy creen que podrán llegar, ya que se trata de una máquina oruga.
La perforadora es una MAIT 260, según informan fuentes de la empresa propietaria, Cimentalia, que precisan que puede realizar una prospección de hasta 2,5 metros de diámetro. La máquina estaba trabajando en unas obras de la autovía de circulación M-40 de Madrid, que ha abandonado temporalmente para acudir al rescate del pequeño de dos años, según informan las mismas fuentes.
El remolque con la perforadora partió a las nueve de la noche de ayer jueves de Guadalajara. Felipe Llorente, de la empresa de remolques GT Cash, ha explicado que los llamaron ayer mismo por la tarde para llevar la máquina a Totalán. "Es lamentable que nos avisen tan tarde cuando se sabe que el niño está ahí desde el domingo", ha comentado por teléfono a EL PAÍS.
En condiciones normales, el tránsito a Málaga se realizaría en dos días, pero por la urgencia del caso se subieron al vehículo dos conductores. Además, iban dos pilotos en una furgoneta que circulaba detrás, como es normativo en este tipo de transportes. Han viajado a 60 kilómetros por hora. A las diez de la mañana, una parte de la máquina ha llegado a los accesos de la finca. La otra, poco después. A las 12.20 estaba arriba. Ahora está a la espera de que se adapten los accesos de tierra para poder llegar al pozo, pero van a tardar. Entonces, "subirá sola".
Fuentes de Cimentalia indican que el proceso posterior es largo, porque hay que allanar el terreno para ofrecer estabilidad a la maquinaria y empezar finalmente la prospección que, teniendo en cuenta la dureza del terreno, puede llevar hasta tres días. "Esperamos equivocarnos y que vaya todo más rápido", explican desde la empresa. Sobre las dos de la tarde, habían llegado a rebajar 19 de los 25 metros necesarios para realizar la plataforma donde instalar las perforadoras y comenzar a trabajar.
A partir de ahora, está prevista la excavación de dos galerías verticales, paralelas y a una distancia de alrededor de cuatro metros del pozo en el que se precipitó el menor. Se había previsto solo una, pero el equipo ha apostado por hacer una segunda para tener más posibilidades de llegar al niño. Por ahora, los esfuerzos se centran en la primera. Ángel García Vidal, delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos y que dirige los trabajos de excavación, ha explicado a primera hora de la tarde en una comparecencia en el lugar que "cada decisión se basa en los conocimientos que están teniendo del terreno". García ha reiterado que se trata de una obra compleja que requiere meses de estudios de preparación y que se está haciendo en horas.
Anoche se encontró un afloramiento rocoso, de pizarra, muy duro, que está ralentizando mucho los trabajos. Puede ser una veta o un macizo de gran espesor. “Esperemos que sea lo primero”, ha confiado el ingeniero. El experto también ha informado de que la plataforma para empezar las dos perforaciones verticales planteadas finalmente se va a dejar a 25 metros por debajo del orificio del pozo, ya que la nueva perforadora tiene mayor dimensión y permite excavar con mayor profundidad. En principio, se va a acometer solo una de estas dos galerías verticales, aunque la otra no se descarta todavía.
García Vidal ha explicado que van a usar dos perforadoras, la que procede de las obras en la M-40 y también otra que ha llegado de Málaga. El objetivo es tener las dos perforadoras arriba, en el espacio de trabajo, para evitar que haya problemas y, si falla una, se pueda utilizar la otra. Además, ha dicho, hay más maquinaria (retroexcavadoras, bulldozers, camiones…) a minutos del lugar de los trabajos dispuesta por si es necesaria. “Más máquinas no caben, más máquinas estorban”, ha señalado el experto. “Está todo dimensionado para que entren las máquinas según la urgencia”, subraya.
En cuanto a los plazos, García Vidal ha dicho que el equipo de rescatadores sigue el plan, ejecutando cada tarea para que todo acabe "cuanto antes". "Estamos trabajando con el terreno que hay, no lo podemos cambiar", ha apuntado el ingeniero, que cree que esta tarde podrá comenzarse la perforación vertical. Además, el operativo sigue trabajando en la perforación horizontal. Este se prevé más lento, pero se están realizando todos los preparativos "para tener todo listo en el caso de que sea necesario".
Se espera que esta misma tarde se comience esa perforación. Dicha tarea se realizará "en condiciones muy favorables" en unas 15 horas, pero si por el camino se vuelve a hallar roca, puede ralentizarse más. "Habrá que cambiar las cabezas de perforación y otras cuestiones técnicas", ha dicho García Vidal. ¿Podrán llegar los rescatadores a Julen antes del lunes? Ante la pregunta, García Vidal ha respirado un segundo antes de responder: “Esperemos”.
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