El drama de las pateras se extiende ya del Atlántico a Murcia
En los últimos años, los inmigrantes buscan otras rutas, como el Estrecho o Alborán, en su arriesgado viaje a España
En los centros de Salvamento Marítimo de las costas andaluzas y canarias se han recibido el pasado fin de semana un aluvión de llamadas, en el último episodio del drama de la inmigración irregular por mar. Desde el pasado viernes han recibido auxilio al menos 1.290 personas. La llegada coincide con la de los emigrantes rescatados del buque Aquarius, que este domingo desembarcaron en el puerto de Valencia.
Los números en lo que va de año muestran que el problema de la inmigración irregular por mar se agrava. Hasta el 15 de mayo se han rescatado 302 pateras, que portaban a 6.637 personas, y se han registrado 94 fallecidos en las travesías. Los técnicos de salvamento consultados apuntan a que en este verano se registrará un aumento de incidencias. Ya en 2017 se comprobó que la cifra de personas asistidas creció enormemente con respecto al año anterior. A lo largo del año pasado se rescataron de media 52 personas al día. En 2015, habían sido muchas menos: 19 diarias.
Además del aumento del último año, las cifras constatan que el mar de las pateras ha ampliado sus dominios en los últimos años. Si antes la llegada de inmigrantes irregulares a la península Ibérica se ceñía en la práctica al Estrecho y al mar de Alborán, ahora se detectan embarcaciones cada vez más alejadas de esos lugares. Estas áreas se mantienen como las más habituales en el Mediterráneo español, pero cada vez se avistan más pateras en las costas murcianas o en lugares del Atlántico bien alejados de tierra. Los siguientes mapas muestran los puntos geográficos en los que Salvamento Marítimo ha registrado cada intervención clasificada como inmigración irregular en los últimos tres años, a los que EL PAÍS ha tenido acceso. Fueron cerca de 1.500 actuaciones, en las que se vieron involucradas unas 2.200 pateras y en torno a 30.000 inmigrantes.
Una intervención de Salvamento Marítimo
Estrecho | Desplazamiento hacia la costa atlántica
Cruzar el Estrecho es el mito fundacional de la inmigración irregular hacia España por vía marítima. En 2017 Salvamento Marítimo asistió en las cercanías del paso marítimo de África a Europa a embarcaciones que portaban a 7.638 personas, esto es, más del doble que dos años antes. En ese periodo de tiempo se ha hecho evidente un aumento de casos ubicados al oeste. Técnicos de salvamento de la zona lo atribuyen en parte a que los lugares de salida en la costa africana también han variado.
En 2016 muchas intervenciones se concentraban justo al sur de Tarifa (cerca de Tánger, entre las llamada Punta Malabata y el Hotel Tarifa). En 2017, en cambio, se observaron más salidas de marroquíes, que salen desde cabo Espartel, al oeste de Marruecos, y en otros lugares de la costa atlántica marroquí, cada vez más alejados del Estrecho, como Arcila o Larache. Suelen viajar en embarcaciones a motor que portan de 35 a 60 personas, se internan en el océano y aparecen en la zona de Barbate o Zahara, en la provincia de Cádiz. Los subsaharianos suelen navegar en embarcaciones más pequeñas, de plástico y a remos, con capacidad de 4 a 12 personas.
En el goteo constante de pateras en aguas del Estrecho y el mar de Alborán de los últimos años destaca la fecha del 17 de agosto de 2017. Aquel día, en menos de 12 horas, se rescató a 599 inmigrantes (21 menores). Viajaban a bordo de 15 pateras y dos motos acuáticas. Los expertos atribuyeron en parte aquel aluvión al cierre de la valla de Ceuta, un lugar donde en el último año disminuyeron los avisos.
En los casos de la costa mediterránea y atlántica, se aprecia una gran diferencia de las horas en que llegan más avisos. En Almería se reciben más llamadas en torno a la una de la tarde, mientras que en Tarifa el pico es a las siete de la mañana. El motivo de esta variación no está claro, afirman fuentes de Salvamento Marítimo, pero puede deberse a la diferencia de las distancias que tienen que recorrer los inmigrantes en una ruta y otra. En la del Estrecho se avisa pronto, porque enseguida se alcanza la costa española; en el mar de Alborán, con un largo trecho por delante, esperan a llamar cuando se está más cerca de España. En Canarias se constata un máximo de avisos a la una de la tarde. En el caso de Cartagena, con menos casos y muy distribuidos, la mayoría se recibieron después del mediodía.
Alborán | Un aumento continuo de casos
En el año 2016, en términos absolutos, descendieron los inmigrantes asistidos por Salvamento Marítimo en España. Pero ese relativo respiro no se vivió en el Centro de Coordinación de Salvamento de Almería. De 2015 a 2016 la cifra de personas que intentó entrar irregularmente por mar subió un 57%, y aún más lo hizo de 2016 a 2017: un 135%. El CCS de Almería asistió en el último trienio a 15.566 personas, más que ningún otro centro de Salvamento Marítimo.
En muchos casos, los inmigrantes parten de las proximidades de Melilla, Nador o Alhucemas para internarse en el mar de Alborán, a menudo a bordo de embarcaciones de tipo zódiac a motor en las que viajan unas 50 personas. Al igual que ocurre en otras zonas, los marroquíes pretenden no ser localizados para evitar su expulsión. Los acuerdos en materia de inmigración con España conllevan que, casi con total seguridad, serán repatriados si son descubiertos. Por el contrario, son los propios subsaharianos o sus familiares quienes avisan en muchos casos a las entidades que se ocupan del rescate: para ellos, llegar a tierras españolas conlleva, si bien no una regularización, tampoco una devolución inmediata. Esta diferencia de comportamiento según el origen de los inmigrantes se observa también en la zona del Estrecho.
En una de las mayores intervenciones de Salvamento Marítimo en la zona se asistió a 196 personas que viajaban en cinco pateras. Ocurrió en octubre de 2017, y hubo que evacuar a dos personas en helicóptero, una que había caído al agua y otra que estaba embarazada.
Cartagena | La llegada desde Argelia
En proporción con el total, la zona de Cartagena apenas recibe inmigrantes por mar. Pero su Centro de Coordinación de Salvamento ha recibido el mayor aumento proporcional de los CCS en los últimos tres años. En todo 2015 se coordinó desde allí el rescate de menos de 150 personas, mientras que en 2017 se hizo cargo de más de 1.700, en 54 intervenciones.
La más llamativa, por numerosa, tuvo lugar el 17 de noviembre, cuando se detectó una oleada de unas 40 pateras, en las que viajaban más de 400 inmigrantes. Ese mismo mes se habían recibido casi 300 personas, que viajaban a bordo de 26 pateras. Los argelinos que llegaron a la costa murciana habían zarpado de El Marsa, puerto cercano a Orán, para pasar tres días embarcados, según testimonios de inmigrantes que embarcaron rumbo a las costas españolas en el segundo semestre de 2017.
Canarias | Largas travesías desde Senegal
La zona de Canarias es una excepción en el aumento general de las embarcaciones y de los inmigrantes que intentaron alcanzar las costas españolas en los últimos tres años. Una década después de la crisis de los cayucos de 2006, año en el que Salvamento Marítimo rescató a casi 30.000 personas, en 2017 se percibe un descenso claro de las pateras que intentan alcanzar Fuerteventura o Lanzarote, tras el práctico abandono de la ruta que salía de Sidi Ifni, en el sudoeste de Marruecos.
Las rutas habituales por las peligrosas aguas del Atlántico parten desde Dajla (en la zona del Sáhara Occidental controlada por Marruecos) o más al sur, desde Mauritania y Senegal. Toman rumbo norte para encaminarse, si las fuertes corrientes del océano lo permiten, hacia la isla Gran Canaria, pero precisamente esas corrientes las desvían a veces hacia islas más occidentales.
El rescate, en noviembre de 2017, de un cayuco detectado a más de 100 millas al sur de las islas (viajaban 103 personas, y 19 de ellas eran o afirmaron ser menores de edad) fue la mayor intervención de Salvamento Marítimo en la zona de los tres años analizados. Varios inmigrantes declararon que habían bebido agua de mar en las 48 horas anteriores al rescate.
Metodología
Los registros a los que ha tenido acceso EL PAÍS mediante una petición a través del Portal de la Transparencia distinguen cada intervención efectuada por los servicios de Salvamento Marítimo. De las más de 17.000 operaciones anotadas entre 2015 y 2017, que incluyen desde los avistamientos de bengalas hasta las caídas de personas al agua, 1.457 reciben la etiqueta “inmigración irregular”. Cada registro recoge el nombre del Centro de Coordinación de Salvamento (CCS) encargado, la fecha y la hora a la que se recibió la llamada de alerta, así como las coordenadas geográficas de la primera localización, las personas y embarcaciones atendidas en la operación de rescate.
Para visualizar las intervenciones se han omitido los registros en los que se mostraba la cifra cero tanto para las personas como para las embarcaciones atendidas, bajo las que se engloban posibles falsas alarmas. Se han eliminado de la visualización los registros claramente erróneos, como algunos rescates que por las coordenadas anotadas en los registros aparecen localizados tierra adentro. Para mostrar en un gráfico las horas a las que se reciben los avisos se ha convertido la hora UTC a la local de cada CCS.