El robo nocturno que se convirtió en solidaridad
Una agencia de publicidad de Málaga se inspira en el saqueo de su oficina para vender complementos y donar los beneficios
Una madrugada de principios de febrero, la policía se puso en contacto con Cristina Rosón, fundadora de la agencia de publicidad La Madre de los Beatles, para comunicarle que unos ladrones habían entrado en su oficina. Un vecino del estudio, ubicado en el centro de Málaga, dio la alerta; en ese momento se desconocía el alcance del atraco. Camino de la zona cero, Rosón llamó a su socio, Antonio Rayego, y al llegar se toparon con una imagen desoladora. Los cacos habían arrasado con todo: ordenadores, discos duros, el servidor, un tocadiscos, una guitarra eléctrica… “¡Hasta la cafetera!”, cuenta la publicista. Lo peor, entre todo lo malo, era el trabajo perdido. “Y al día siguiente teníamos entregas”, continúa.
Rabia, tristeza. Estaban “muy impresionados” y se sentían hasta “culpables” porque el material no estaba asegurado. Los siete trabajadores de la agencia, que este año cumple una década de vida profesional y toma su nombre de una escena de la película Un, dos, tres, al escondite inglés (1970), de Iván Zulueta, se dedicaron al día siguiente a avisar a los clientes, porque los proyectos se iban a retrasar. También difundieron su experiencia por redes sociales. Y lo que recibieron entonces fue un aluvión “de cariño”. “Hubo quien nos dijo que nos dejaba un ordenador hasta julio porque no lo necesitaba ahora”, rememora Rosón sobre la ola de afecto. La pesadumbre dio paso en pocos días al “subidón” y la mente de los creativos se puso a funcionar.
Así nació la iniciativa Madre, qué coraje, una campaña solidaria que se centra en la venta de una pequeña línea de productos, muchos de ellos complementos, cuyo diseño se inspira en el saqueo de la oficina. Los beneficios se destinarán a la asociación Fantasía en Lagunillas, que ofrece apoyo escolar a los niños de este barrio de Málaga, para que no estén en la calle, y desarrolla actividades para que aprendan, entre otras cosas, cómo acercarse al arte. “Es como una terapia. Hay quien hace yoga o maindfulness, y nosotros creamos”, se ríe Rosón, al explicar la idea.
Los interesados pueden comprar un colgante en forma de nube, de color negro. “Al enterarse del robo de los ordenadores, la gente nos preguntaba: ¿pero lo teníais [el trabajo] subido a la nube?”, apunta. De los pendientes que venden, uno también tiene esa forma y el otro es un rayo amarillo. “Por la rabia”, aclara la empresaria. Hay pegatinas con mensajes recordatorios y unas bolsas a las que han llamado La bolsa o la vida. Las piezas más exclusivas, de las que solo hay una unidad, son una ilustración exclusiva de Javier Calleja, con el que la agencia suele trabajar, y unas gafas Laveta, de madera, hechas a mano.
El objetivo es ir renovando estos artículos e incorporar otros nuevos. Por ejemplo, ya tienen encargado un felpudo (se puede leer: Olvida mi nombre, mi cara, mi casa y pega la vuelta) pensado para ahuyentar a los ladrones. Porque la campaña se plantea de manera indefinida. Y no quieren limitarse a donar el dinero a la asociación de Lagunillas, sino implicarse más con las actividades de este colectivo. Ya han empezado a vender y han recibido algún pedido de ciudades como Zaragoza, Barcelona y Badajoz.
“Cuando se lo llevan todo, dejan lo mejor”, dice la campaña. “Hay que verlo todo desde el punto de vista positivo, afortunadamente, no nos pasó nada a ninguno de nosotros”, destaca Rosón. Madre, qué coraje nació para canalizar la rabia y el dolor por el robo, pero también por el cariño recibido. “Hemos volcado todas nuestras emociones en esto”, concluye la publicista.
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