“No nos quisimos regocijar en lo macabro”
Los fotógrafos David Armengou y Marcela Miret han sido galardonados con el premio de Fotografía por su trabajo durante los atentados de Barcelona

La casualidad quiso que el pasado 17 de agosto David Armengou (Barcelona, 1966) y Marcela Miret (Córdoba, Argentina, 1965) estuviesen en la capital catalana a 50 metros de La Rambla. Oyeron gritos y vieron a muchos ciudadanos correr en medio de ataques de pánico. Estos fotógrafos no profesionales se apresuraron entonces en dirección contraria a la multitud que huía del horror del atentado yihadista, que causó 16 muertes. Mientras corrían iban preparando sus máquinas fotográficas. Y, en medio del silencio, comenzaron a trabajar. “Podíamos habernos regocijado en lo macabro, pero no lo hicimos. Fuimos en busca de la escena completa, más que del dolor individual”, asegura Armengou, que realiza trabajos fotográficos a tiempo parcial. Allí mismo borraron algunas imágenes. “Lo hicimos por sensibilidad y respeto. Tenemos muchas otras que nunca verán la luz. Hay niños y mucho dolor”, añade.
Para Miret, la imagen premiada supone su primer trabajo como fotoperiodista, profesión a la que se quiere dedicar ahora que sus seis hijos han dejado el hogar familiar. “Se lo debo todo a ellos. Me han hecho fuerte y tolerante; me han aportado templanza y coraje”, destaca.