España recibió en 2017 más peticiones de asilo que inmigrantes por vía irregular
La cifra de entradas irregulares del año pasado casi duplica la de 2016, con 15.000 personas más que trataron de llegar a las costas españolas
España recibió en 2017 más solicitudes de asilo que inmigrantes llegados por vías irregulares: 31.667 frente a 28.700. Así lo ha detallado este martes el subdirector general de Relaciones Internacionales, Inmigración y Extranjería del Ministerio del Interior, Manuel Alhama, durante una conferencia sobre gestión de fronteras exteriores organizada en Madrid por la Presidencia búlgara de la Unión Europea. La cifra de entradas irregulares de 2017 casi duplica la de 2016, con 15.000 personas más que trataron de llegar a la España. Lo mismo pasa con las personas que solicitaron el estatus de refugiado el año pasado a la Administración española, el doble que en 2016.
El propio Alhama ha reconocido que llama mucho la atención que las solicitudes de asilo superen las entradas irregulares y ha opinado que es necesaria una reflexión sobre el sistema de asilo. A su modo de ver, se está viendo "pervertido" su objetivo final, que es identificar rápidamente a los merecedores de protección. En ello influye, según ha dicho, que las solicitudes de asilo se hayan utilizado como medio para evitar ser expulsado.
A pesar del incremento en el número de peticiones de asilo, España ha dado un paso atrás en la acogida de refugiados. El Gobierno concedió en 2017 protección internacional a un 40% menos de solicitantes de asilo que en 2016, según los datos publicados el pasado marzo por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). El informe anual de la ONG destacaba que el Ejecutivo resolvió el pasado año un total de 13.350 casos y que, de ellos, solo aceptó 4.080 (un 35%), frente a los 6.855 que obtuvieron el visto bueno el ejercicio precedente. Este desplome se produjo pese a que se recibieron y se finalizaron más expedientes.
"Nuestro país está fallando clamorosamente a miles de personas que llegan en busca de refugio, haciéndoles esperar meses o incluso años para luego negarles el asilo y dejarles en un limbo jurídico y social", denunció entonces Estrella Galán, secretaria general de CEAR, que achacó la caída de las concesiones a que se han resuelto menos expedientes de personas procedentes de Siria. Un grupo que obtiene el positivo de la Administración en el 95% de los casos, frente al escaso 9% de los ucranianos y el 1% de los venezolanos.
El deterioro de la situación en Venezuela ha impulsado el incremento de las peticiones de asilo a la Administración española, según los datos divulgados por Eurostat el pasado marzo, la oficina estadística de la Unión Europea. Uno de cada tres solicitantes de protección procede del país latinoamericano.
Alhama ha apuntado que muchos de los inmigrantes que intentan entrar en España por vías irregulares son magrebíes, procedentes de países con los que el Gobierno tiene acuerdos de readmisión. Alhama ha recalcado la cooperación y la confianza creada con los países de origen o tránsito de los inmigrantes y ha puesto como ejemplo las patrullas conjuntas realizadas con Marruecos en 2017: 2.500 terrestres, 1.500 marítimas y 560 aéreas. En todo caso, ha señalado que esas 28.700 personas suponen menos del 15% del total de entradas irregulares en la UE, que ascendieron a 204.300 en 2017, lo que supone un descenso del 60% respecto al año anterior.
En el acto, el viceministro del Interior de la República de Bulgaria, Milko Berner, ha expuesto los esfuerzos que realizó su país para frenar las llegadas a través de su frontera con Turquía y ha defendido que han "resuelto el problema". Además, ha tenido palabras de agradecimiento para España por su contribución a la agencia europea de fronteras, Frontex. Según ha dicho, 142 efectivos españoles de la agencia trabajaron en Bulgaria en 2017.
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