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El abogado alemán de Puigdemont anuncia que llevará el caso al Constitucional

El prestigioso letrado pide al Gobierno de Berlín que frene la extradición

Ana Carbajosa
Wolfgang Schomburg, el abogado de Carles Puigdemont , a su llegada a la prisión de Neumünster, en el norte de Alemania.
Wolfgang Schomburg, el abogado de Carles Puigdemont , a su llegada a la prisión de Neumünster, en el norte de Alemania.Daniel Reinhardt (AP)

La extradición de Carles Puigdemont desde Alemania podría complicarse y sobre todo dilatarse. El anuncio del abogado alemán del expresidente de que llevará el caso al tribunal Constitucional en Karlsruhe si el detenido no es puesto en libertad y si la petición al Gobierno alemán de que frene la extradición no prospera, abre nuevos interrogantes sobre la ejecución de la euroorden emitida por España.

Puigdemont se encuentra encarcelado en Neumünster, al norte de Alemania, después de que fuera detenido el pasado domingo tras cruzar la frontera danesa por su procesamiento por rebelión y malversación en España. La fiscalía regional de Schleswig, en el Estado Federado donde fue detenido, estudia ahora la euroorden española y propondrá o no su extradición en los próximos días al tribunal superior regional, competente para tomar la decisión definitiva sobre la posible extradición.

De Yugoslavia a Cataluña

El abogado elegido por Carles Puigdemont para defenderle en Alemania es un prestigioso experto en derecho penal internacional. Wolfgang Schomburg (Berlín 1948) fue juez en el tribunal penal internacional para la antigua Yugoslavia en La Haya y también en el de Ruanda.

En Alemania ha sido fiscal y juez en el tribunal superior de Justicia de Karlsruhe, donde también se encuentra el Constitucional alemán. Durante un par de años (1989-1991) fue también subsecretario de Justicia en la ciudad-Estado de Berlín. En la facultad de Derecho de Durham, en Reino Unido es profesor de derecho penal internacional y procesos de extradición.

Wolfgang Schomburg, el nuevo y experimentado abogado alemán del ex presidente ha pedido públicamente al Gobierno alemán que rechace la extradición de Puigdemont, según publica el Süddeutsche Zeitung. La decisión corresponde al tribunal de Schleswig-Holstein, pero la ley alemana también establece que el consentimiento último corresponde al Gobierno.

Expertos jurídicos consultados por este diario explican que ese consentimiento es sobre todo una formalidad y que consideran muy improbable que Berlín vaya a contradecir la decisión adoptada por el juez competente. “No es relevante. No me puedo imaginar al Gobierno diciendo que no, si el tribunal considera que se cumplen todos los requisitos para la extradición”, considera Michael Kubiciel, catedrático de derecho penal europeo de la Universidad de Ausburgo. “Tendría que darse el caso de que la extradición causara un daño significativo a los intereses alemanes y no creo que sea el caso. España es una democracia muy asentada y el daño sería al contrario”, interpreta Kubiecel.

Schomburg también asegura al diario muniqués y confirman a este diario fuentes cercanas al caso, que si la semana que viene Puigdemont sigue en la cárcel, una vez que la fiscalía traslade el caso al tribunal, llamarán a la puerta del tribunal Constitucional en Karlsruhe. “Tiene que intentarlo por si acaso. En Karlsruhe hay cierto escepticismo con la ley europea y nunca se sabe”, explica Joachim Wieland, catedrático de la universidad de Speyer y experto en derecho constitucional.

Este jurista cita dos precedentes. Uno en 2005, el de Mamoun Darkazanli, acusado de pertenecer a Al Qaeda y al que el Constitucional alemán se negó a entregar a España por ser alemán por matrimonio. Y el otro de 2015, el llamado caso Melloni, de un estadounidense condenado en Italia en ausencia. Ninguno de los dos guarda grandes similitudes con el caso Puigdemont. “Es una estrategia clásica. Es su última oportunidad para mantener al detenido en Alemania”, añade Kubiecel. El aterrizaje del caso en el Constitucional podría suponer en cualquier caso una dilatación del proceso y un retraso de la entrega a España.

Los abogados de Puigdemont intentan que quede en libertad y bajo medidas cautelares como el arresto domiciliario o la retirada del pasaporte, a menos mientras dure el proceso en Alemania. Pero el juzgado de primera instancia alemán que el lunes ordenó que Puigdemont permaneciera en la cárcel ya consideró que había riesgo de fuga. El historial del detenido, huido por Europa durante los últimos cinco meses, se convierte en un argumento de peso a favor de la tesis del riesgo de fuga.

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Sobre la firma

Ana Carbajosa
Periodista especializada en información internacional, fue corresponsal en Berlín, Jerusalén y Bruselas. Es autora de varios libros, el último sobre el Reino Unido post Brexit, ‘Una isla a la deriva’ (2023). Ahora dirige la sección de desarrollo de EL PAÍS, Planeta Futuro.

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