Zoido insiste a Alemania en la importancia de controlar todas las rutas migratorias hacia Europa

Ministros de Interior europeos y africanos analizaron este sábado, en una reunión celebrada en Niamey, capital de Níger, las medidas de seguridad y económicas necesarias para frenar las oleadas migratorias procedentes de los países del Sahel.

Por su posición geográfica, Níger se convirtió en los últimos años en una encrucijada principal del tránsito de los flujos migratorios procedentes de los países subsaharianos, que luego intentan llegar a Europa a través del Mediterráneo, después de cruzar los Estados del norte África.

En el encuentro, que ha durado solo esta jornada, participaron ministros de Interior y de Exteriores de ocho países africanos del Sahel y de los titulares de Interior de España, Francia, Alemania e Italia.

Guinea Conakry, Costa de Marfil y Libia, se han reunido con representantes de la Comisión Europea, España, Francia, Italia y Alemania. El ministro del Interior español, el ministro español del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha mantenido en la capital nigerina varias reuniones bilaterales centradas en la lucha contra la inmigración irregular, la trata de seres humanos, el tráfico de armas, la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado transfronterizo.

Zoido también ha aprovechado esta cumbre para volver a subrayar a Alemania, en concreto a su secretario de Estado de Seguridad, la importancia de todas las rutas de inmigración ilegal, incluidas las que discurren por el Mediterráneo Occidental y a través de las cuales miles de personas llegan a Europa con España como punto de entrada. En este sentido, el ministro español ha insistido en que Europa no debe olvidar el enorme trabajo contra la trata de personas de países como Mauritania, Marruecos o Argelia

Poco antes del inicio de la cumbre, Zoido señaló que "para España es prioritario controlar la inmigración irregular" e insistió en la necesidad de elaborar "políticas comunes" y tratar "de manera bilateral con cada uno de los países del Sahel" las acciones ilícitas.

Añadió que el interés por controlar el "tránsito de inmigración irregular" es compartido por los Estados africanos, pues estos quieren desarrollar "políticas de retorno" para evitar que "sus jóvenes salgan y sean víctimas de las redes de tráfico de seres humanos".

Fondos europeos

Durante esta cita, el Gobierno de Niamey pidió a sus aliados europeos que le proporcionen los fondos necesarios para activar sus mecanismos de lucha contra la inmigración ilegal y que prevén la consolidación del desarrollo económico local y un mayor control en los puestos fronterizos.

El mecanismo propuesto por Niamey para frenar la inmigración ilegal contempla el refuerzo del control en los puestos fronterizos, sobre todo en los límites de Níger con Argelia y Libia.

Esta última medida pretende evitar que los ciudadanos de la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEAO) aprovechen el derecho de libre circulación del que gozan en los países de este bloque económico para pasar a países de la costa mediterránea africana y luego a Europa.

Los miembros de ese organismo son Benin, Burkina Faso, Cabo Verde, Costa de Marfil, Gambia, Ghana, Guinea Bissau, Guinea Conakry, Liberia, Mali, Níger, Nigeria, Senegal, Sierra Leona y Togo.

Según un informe de la Comisión Europea (CE) publicado el miércoles, 3.804 inmigrantes irregulares llegaron a España hasta el 4 de marzo, frente a los 3.260 del mismo periodo del año anterior.

Por nacionalidades, el mayor número de personas que cruzaron ilegalmente las fronteras españolas hasta principios de marzo de este año procedía de Guinea (17 %), Marruecos (17 %), Mali (15 %), Costa de Marfil (13 %) y Gambia (7 %).

El documento indicó que la ruta más transitada sigue siendo, no obstante, la del Mediterráneo central que la continuación de las rutas que pasan por Níger, a pesar de la disminución de las salidas de inmigrantes desde Libia.

El texto de la CE revela que, pese a los avances, la fragilidad de la situación hace necesario que los países mantengan los esfuerzos en política migratoria, en particular los económicos.