Más de 3.000 personas se plantan ante la violencia en el Campo de Gibraltar
La Línea grita contra el narcotráfico y reivindica soluciones a su futuro
"Los aquí presentes os invitamos hoy a consumir la mejor droga que existe, la que logra llevarnos a planetas por explorar y a corazones por descubrir. Esa droga es la utopía y debemos aprender a descargarla desde las inmensas playas del conformismo que nos rodean”, propone el periodista y escritor algecireño Juan José Téllez en un encendido manifiesto contra el narcotráfico y la falta de oportunidades sociales durante una protesta celebrada este martes en La Línea de la Concepción. Más de 3.000 personas -según estimaciones de los convocantes- concentradas en la plaza de la Iglesia rompen su silencio, emocionadas, con una larga ovación.
Hartos de la violencia, la impunidad y la agresividad de la que el narco hace gala desde hace años, La Línea ha dicho basta, en la tarde de este martes, en una numerosa manifestación. Por La Línea. Por tu seguridad. Por tu futuro ha sido el lema con el que más de 21 asociaciones antidroga, sindicatos y entidades sociales -englobadas bajo la Plataforma Social Campo de Gibraltar y la agrupación ¡Por tu seguridad, por la de todos!- han movilizado a miles de vecinos linenses. “Estamos al borde del precipicio”, ha exclamado el alcalde de La Línea, Juan Franco, en su discurso.
El temporal de lluvia que azota la comarca no ha conseguido restar impacto a la convocatoria, producida ante el rechazo de sucesos como el asalto de 20 encapuchados a las urgencias del hospital de la ciudad. “(Los manifestantes) no tienen miedo a que se fije en ellos la diana de quienes disparan a quemarropa contra nuestros sueños, los que amenazan a sus vecinos o a los agentes”, ha exclamado Téllez en la abarrotada plaza. Una situación que harta a vecinos como Encarni Calero y Gaspar López, madre e hijo de 54 y 16 años, respectivamente. “Mantienen actitudes lamentables que vemos como normales y no lo son. Los narcos hacen mucho ruido, pero es que un bosque creciendo hace menos ruido que un árbol cayendo”, ha explicado López.
Una a una, Téllez ha resumido la amplia lista de reivindicaciones que las entidades y sindicatos solicitan al Gobierno y la Junta: “La rabia ha logrado el milagro de que se unan todos ellos para exigir medidas urgentes a los responsables de las distintas Administraciones ante la situación límite y peligrosa que se vive”. Una nueva comisaría, más agentes, la mejora de los medios “rudimentarios” frente a la tecnología del crimen organizado, un juzgado especializado en narcotráfico, penas justas y severas y que “los que mandan, aquí, allí o en Europa, les reciban”, ha enumerado.
Pero la cita de esta tarde ha ido más allá en sus reivindicaciones, como ha reconocido el escritor: “Hemos venido a reclamar trabajo y dignidad, horizontes cercanos, un territorio en el que la mafia no pretenda sustituir al Estado”. El alcalde ha remarcado la necesidad de más medios educativos, sociales y económicos en la ciudad: “Hasta aquí hemos llegado. Estamos solos y nadie nos escucha, pero necesitamos soluciones para el futuro de nuestra tierra”, ha añadido. En la ciudad, de 63.278 habitantes, la tasa de paro ronda el 33% y “alcanza entre el 70 y el 80% en algunas barriadas”, ha remarcado. Sin embargo, esa falta de oportunidades no hace que La Línea sea solo un pueblo de “corsarios, matuteros, contrabandistas o gayumberos”, ha reivindicado Téllez.
La localidad tiene ante sí revertir una historia que no es nueva. La posición austral del Campo de Gibraltar, lindando con Marruecos y en frontera directa con Gibraltar, hace que la zona se haya convertido en la puerta de Europa del hachís. Tan solo el pasado año se aprehendieron en la zona hasta 145.372 kilos (un 45% más que en 2016), un 40% de todo lo decomisado del país. Esta impunidad ha generado una escalada de violencia e inseguridad que el pasado 8 de junio se cobró la vida del policía local Víctor Sánchez. Hasta 3.000 personas se manifestaron entonces.
Hoy, La Línea, a gritos de “droga no, trabajo sí”, quiere pasar página. Y Téllez así lo ha resumido: “Que convirtamos la historia de hoy en una leyenda para siempre, que el nombre de nuestra tierra no aparezca asociado a las páginas de sucesos y que entre nuestras dos aguas, sólo naveguen ritmos invencibles, gente con papeles que venga a buscar la vida sin encontrarse con la muerte”.
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