Los otros rostros de Ciudadanos
Cinco figuras protagonizan la mitad de las intervenciones relevantes de Ciudadanos, que afronta el reto de visibilizar más cargos
Cuando se eligió a Inés Arrimadas como sustituta de Albert Rivera para las autonómicas de 2015, solo el 30,3% de los catalanes la conocía, según la encuesta elaborada entonces por el CIS. "Me acuerdo de que hubo ríos de tinta diciendo que era un error, que no podía hacer ese papel, que no estaba preparada...", rememora el líder de Ciudadanos. Hasta tal punto Rivera era el rostro público del partido en ese momento, que compartió cartel electoral con su compañera de filas, que días después se convertiría en líder de la oposición. Ahora, cuando la formación comienza su preparación para la cita con las urnas de 2019 —sin descartar un posible adelanto de las generales—, la cuarta fuerza política del país afronta el reto de incrementar la visibilización de más cargos. En un partido presidencialista, sin candidatos hasta las primarias y sin la proyección que otorga pertenecer a Gobiernos.
Según los datos recabados por EL PAÍS en base a la agenda de Ciudadanos y del Congreso, cinco figuras protagonizan más del 50% de las intervenciones del partido que adquieren habitualmente mayor proyección pública: las preguntas de control al Gobierno, los actos con prensa a nivel nacional y las participaciones en radios y televisiones nacionales. Junto a Rivera y Arrimadas, el grupo más visible lo conforman tres miembros de la ejecutiva, muy próximos al líder: José Manuel Villegas, secretario general; Fernando de Páramo, diputado en el Parlament y secretario de Comunicación; y Juan Carlos Girauta, portavoz en el Congreso. Aunque, según explican fuentes de la formación, cada vez se "reparte más juego".
"El crecimiento de Ciudadanos y la entrada en las instituciones fue dando pie a una mayor coralidad, ofreciendo nuevas oportunidades", prosiguen otras fuentes del partido. Por ejemplo, Miguel Gutiérrez, secretario del grupo parlamentario, se erige como la tercera voz más escuchada cuando se controla el trabajo del Ejecutivo, después de Rivera y Girauta, según el número de preguntas efectuadas desde septiembre de 2017 al 23 de febrero de 2018 —en este caso, como solo se registran dos cuestiones semanales, se usa un periodo de tiempo más amplio que con las otras variables, en las que se ha contabilizado desde inicios de año—.
Además, la formación ha decidido potenciar ciertos perfiles. Entre otros, el de Begoña Villacís, portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, "para presentar su imagen de alcaldable", según apuntan fuentes de la formación. Y el del diputado Toni Cantó, también secretario de Comunicación en la Comunitat Valenciana —autonomía que el partido considera estratégica de cara a las elecciones de 2019—. Fuentes de Ciudadanos explican que, desde el área de estrategia comunicativa, se trabaja para que su figura se identifique con la lucha contra la corrupción. De hecho, no solo ejerce de portavoz en la comisión del Congreso sobre la financiación ilegal del PP, sino que se intenta que él sea quien acuda a las televisiones para hablar sobre este tema.
"Es importante tener en cuenta cuáles son los asuntos en los que trabaja y se especializa cada cargo, para enfocar la comunicación en esa dirección y conseguir que los ciudadanos los identifiquen con esas áreas", subrayan fuentes de la cuarta fuerza política del país, que destacan que ocurre igual con Toni Roldán, ligado a asuntos económicos. Otros, en cambio, han ganado protagonismo por el devenir de los acontecimientos, como los diputados catalanes Carlos Carrizosa y José María Espejo, voces recurrentes durante el procés.
El rápido crecimiento de Ciudadanos y su deficitaria implantación territorial han supuesto un cierto lastre desde que diera el salto nacional en 2015. Ha presentado candidatos prácticamente desconocidos para el electorado, según sucesivos sondeos del CIS: como Nicolás de Miguel, al que no conocían el 84% de los vascos cuando concurrió en 2016 en Euskadi; o Cristina Losada, del que no sabía nada el 68% de los gallegos. El estudio publicado el pasado lunes por la Universidad de Granada también desveló que el 58,1% de los andaluces no sabe quién es Juan Marín. Un porcentaje que, en 2015, era del 62% en el caso de Ignacio Aguado (Madrid); del 55% en el de Carolina Punset (Comunitat Valenciana); del 64% en el de Susana Gaspar (Aragón); o del 72% en el de Miguel Sánchez (Murcia). "A la gente hay que darle tiempo. A mí no me conocía nadie en 2006 y ahora me conoce. La trayectoria de nuestros líderes regionales o municipales son de dos años, no de 20", sentencia Rivera.
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