La Manada: una víctima, cinco acusados, 11 sesiones y un juicio visto para sentencia
Claves e incógnitas de una presunta violación grupal durante los sanfermines de 2016
La suerte de los cinco acusados de la violación grupal de Pamplona está ahora en manos de los tres magistrados, dos hombres y una mujer, que componen la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra. El caso conocido como La Manada quedó este martes visto para sentencia. Estas son las claves del caso tras 11 sesiones de vista oral.
En el proceso están personados tanto el Ayuntamiento de Pamplona como el Gobierno de Navarra (en este caso, en cumplimiento de la Ley Foral de Atención a Víctimas de Violencia de Género). Las defensas trataron, infructuosamente, de evitar esa personación. Ninguno de los acusados respondió a sus preguntas por considerar su personación de “carácter político”, según el abogado Agustín Martínez Becerra. |
LOS INFORMES FINALES |
|
Violación o escarmiento, por Manuel Jabois |
EL ANÁLISIS DE LOS VÍDEOS |
Los siete fragmentos de vídeo grabados durante la presunta violación con sus teléfonos móviles por dos de los acusados, un guardia civil y un militar, duran 96 segundos. A lo largo de la vista, el acusado Alfonso Cabezuelo reconoció haber borrado el más largo de ellos, que fue luego recuperado por la Policía Foral. El cuerpo autonómico realizó un extenso informe analizando cada uno de los fotogramas. En sus conclusiones afirma que la chica “adopta un rol pasivo y neutro” durante el acto sexual y que sus movimientos son “dirigidos y/o controlados” por los encausados. No hay diálogo entre ellos y la joven permanece con los ojos cerrados. |
LA CONTRADICCIÓN |
La principal contradicción surgida en el juicio apareció en última jornada: es la de la policía municipal de Pamplona que recogió aquel 7 de julio de 2016 la primera declaración de la denunciante. A preguntas de la defensa, la agente afirmó que la chica le dijo que sabía que la habían grabado en vídeo, algo que la policía no anotó en el atestado de aquel día ni tampoco había comunicado durante la instrucción judicial. Los abogados de la defensa sostienen que es un dato fundamental porque, según ellos, apunta a la posibilidad de que la chica denunciara un acto consentido por miedo a que salieran a la luz los vídeos; las acusaciones niegan rotundamente esa tesis y creen que la agente se equivocó en el juicio porque no recordaba bien los hechos de 2016. |
Los policías que atendieron a la chica descartan que fingiese |
EL INFORME DE LOS DETECTIVES |
Uno de los aspectos que más controversia generó en la vista oral fue la admisión como prueba de un informe encargado a unos detectives por una de las defensas sobre el comportamiento en redes sociales de la chica durante las semanas posteriores al suceso. En la última jornada del juicio ese informe se retiró porque “podía generar problemas de derecho a la intimidad”, según el abogado de la acusación Miguel Ángel Morán. Lo único que quedó fue una fotografía pública en Instagram de septiembre de 2017. Estos informes trataban de rebatir la existencia del daño psicológico de la denunciante, por el que la fiscal solicita una indemnización de 100.000 euros para la chica y las acusaciones elevan a 250.000. Colectivos sociales y organizaciones feministas consideraron que se trataba de juzgar la vida posterior al suceso de la denunciante y criticaron duramente la decisión del tribunal. |
LOS ANTECEDENTES |
El caso es conocido como La Manada por el grupo de Whatsapp que unía a los encausados y en el que uno de ellos, José Ángel Prenda, escribió en la madrugada de los hechos: “follándonos una entre cinco”; y anunció: “hay vídeo”. Analizando las conversaciones e imágenes encontradas en los teléfonos móviles de los cinco acusados, la Policía Foral encontró indicios de que cuatro de ellos pudieron haber agredido sexualmente a otra chica, a la que podrían haber narcotizado, en Pozoblanco (Córdoba). Esa posible agresión se habría producido dos meses antes de los Sanfermines de 2016, durante la feria de la localidad cordobesa en la que Antonio Manuel Guerrero, uno de los acusados, estaba destinado como guardia civil. La investigación de este suceso previo al de Sanfermines fue trasladada al Juzgado de Instrucción 1 de Pozoblanco. El asunto aún no tiene fecha de juicio. La fiscalía y las acusaciones del caso de Sanfermines pidieron que se incorporaran a la causa como prueba los mensajes referidos a ese suceso, para tratar de mostrar una conducta previa de los encausados. Sin embargo, la sección segunda consideró que no había lugar para admitirlos. Tres de los acusados —José Angel Prenda, Alfonso Cabezuelo y Ángel Boza— cuentan con antecedentes penales, aunque no son computables a efectos de reincidencia. El primer caso es un robo con fuerza, el segundo por lesiones y el tercero por conducir ebrio. Cabezuelo, además, había ingresado en el Ejército de Tierra, destinado en la Unidad Militar de Emergencias. También tenía un empleo público Antonio Manuel Guerrero, que había ingresado recientemente en la Guardia Civil. Ambos están suspendidos de sus empleos. El quinto acusado es Jesús Escudero. |
SESIÓN A PUERTA CERRADA |
La sección segunda de la Audiencia de Navarra, encargada de juzgar el caso, comunicó un mes antes del comienzo de la vista oral que esta se llevaría a cabo a puerta cerrada. Tanto la denunciante como la acusación popular ejercida por el Ayuntamiento de Pamplona y dos de las defensas solicitaron la medida para proteger la intimidad de la joven y evitar la difusión de imágenes de los denunciados. El tribunal dictó medidas de protección especial para la chica, que declaró el 14 de noviembre. Los acusados siguieron su declaración por videoconferencia en una sala anexa. Durante todo el proceso el acceso a la información por parte de los periodistas ha pasado por el tamiz —a menudo opuesto— de los abogados de las partes, los únicos que han podido acceder a la sala. |
Un juicio de 96 segundos, por Manuel Jabois |
EL TRIBUNAL |
El turno de asignación llevó el caso a la sección segunda de la Audiencia de Navarra, presidida por José Francisco Cobo junto a Ricardo González y Raquel Fernandino como magistrados. Según varios abogados de Pamplona, esta sección tiene fama de garantista de los derechos de defensa. Fue el tribunal el que decidió que la declaración de los cinco acusados se realizara al final del proceso de testificales y no al principio, para que los acusados pudieran escuchar antes los argumentos en su contra. Esta práctica, que se realiza en muchos sistemas penales, no es habitual en España. El más veterano de los abogados colegiados en ejercicio en Pamplona, Ángel Ruiz de Erenchun, señala que “es la primera vez que ocurre en la ciudad”, según su recuerdo. |
Aplicar la ley para hacer justicia, por Mariola Urrea |
LAS ACUSACIONES POPULARES |
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.