Noble filibusterismo
La oposición catalana se aferra al Reglamento para frenar la ley de referéndum

No hay causas más nobles que las causas perdidas. La oposición no independentista en el Parlament de Cataluña sabía desde el inicio del inefable pleno de este miércoles que le tocaba el papel de convidado de piedra. Junts pel Sí y la CUP -con la complicidad de hierro de la presidenta de la Asamblea, Carme Forcadell- habían diseñado una farsa para aprobar, de modo expeditivo, la ley del referéndum. Seguros de su mayoría parlamentaria, confiaban en finalizar como un mero trámite su penúltimo número en el juego del gato y el ratón al que han pretendido jugar todo este tiempo con el Gobierno y con el Poder Judicial. Se han topado con una oposición responsable que ha luchado desesperadamente por evitar que se consumara este golpe a la democracia. Con el reglamento en la mano, los portavoces han buscado hasta el final todos los resquicios legales posibles para frenar la decisión. Han logrado suspender el pleno en varias ocasiones, obligado a la Mesa a replantearse sus decisiones y denunciado las arbitrariedades impuestas por Forcadell, que ha sido incapaz de disimular sus nervios y su irritación. Como en aquel clásico, Caballero sin Espada (Mr. Smith goes to Washington), en el que James Stewart hablaba y hablaba hasta la extenuación para frenar la injusta decisión del Senado estadounidense, la oposición catalana ha realizado de un modo brillante ese ejercicio parlamentario de dilación conocido como filibusterismo. No ha servido para frenar lo inevitable, como era de esperar. Pero ha sido útil. Ha servido para poner frente al espejo a los campeones de la democracia y mostrarles, a ellos y a todos los que han podido ver en directo el pleno, el bochorno, la broma y la burla con la que han pretendido dar comienzo a su épico viaje hacia la Arcadia catalana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Estados Unidos ataca al Estado Islámico en Nigeria tras las amenazas de Trump por los asesinatos de cristianos
Se eleva a 10 el número de fallecidos al volcar un autobús en Veracruz
La Fiscalía de Ciudad de México confirma que el hombre asesinado en la Zona Rosa era El Panu, jefe de seguridad de Los Chapitos
Navitrans, una cena de navidad para personas LGBT+ en condición de calle y trabajadoras sexuales
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva





























































