Duro enfrentamiento personal entre Pablo Iglesias y Albert Rivera

Pablo Iglesias y Albert Rivera han abierto la segunda jornada del debate de la moción de censura con un duro enfrentamiento que ha superado lo político para convertirse en un intercambio de descalificaciones personales. El líder de Podemos y el de Ciudadanos se han acusado de no trabajar, de ignorancia, de insolvencia intelectual, de cinismo, de mentir, de apoyo a corruptos y de no tener ideas entre otras muchas descalificaciones.

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La llamada nueva política se ha enfrentado, casi con crueldad mutua, en el pleno del Congreso, con el PP asistiendo satisfecho a la división de los partidos recién llegados al hemiciclo. El "y tú más" ya no es solo patrimonio del bipartidismo.

Para que se reformen las leyes del legado normativo de la mayoría absoluta del PP es necesario el acuerdo de partidos como Podemos y Ciudadanos y este miércoles, de nuevo, se ha visualizado la imposibilidad de esos consensos. Rivera ha descalificado primero a Iglesias como posible presidente del Gobierno y éste ha recuperado el tono duro en su respuesta, dejando a un lado el presidencialista de la víspera.

El líder de Ciudadanos ha empezado por poner distancia con la moción de censura y explicar el no en la necesidad de hacer una oposición útil que logre beneficios concretos para los españoles, en las diferencias ideológicas en asuntos sociales y económicos y en asegurar que Iglesias pretende la "demolición de España". También porque, según su explicación, de las diez medidas anticorrupción expuestas por Iglesias el martes, siete ya están en trámite en la Cámara.

"Dejen de asaltar el Gobierno y pónganse a trabajar", le ha dicho Rivera a Iglesias, para relatar medidas aprobadas esta legislatura gracias, según su versión, a Ciudadanos. Por ejemplo, el bono social, el aumento del permiso de paternidad, la tarifa plana para autónomos o el complemento salarial para jóvenes. Lo ha contrapuesto a actuaciones de Podemos como el tramabús, para concluir con ironía que "Rajoy está temblando".

El líder de Ciudadanos le ha acusado de tener "ideas muy antiguas", ha hablado de "demoliciones Iglesias" y sobre Cataluña le ha reprochado que los únicos que vayan a apoyar la moción de censura sean ERC y Bildu, partidos que "quieren demoler España".

Iglesias ha subido a contestarle asegurando que cita autores y libros que nunca ha leído, llamándole "cínico" y asegurando que "todo le da igual porque es de cualquier cosa que le venga bien al poder".

Ha identificado reiteradamente a Rivera con un "vendedor de productos bancarios" y de ser "el bastón del partido más corrupto de Europa". Ha asegurado que Ciudadanos es un partido formado por tránsfugas, basado solo en el marketing y ahora "el escudero del PP".

En respuesta a la acusación de falta de ideas, Iglesias ha hecho un recorrido por ayuntamientos de Podemos y formaciones afines para exponer medidas adoptadas allí. Y le ha llamado mentiroso.

En la dúplica, el portavoz de Ciudadanos ha ironizado con el hecho de que Iglesias le llame ignorante y, al tiempo, pronunce mal el nombre del padre de la Constitución Jordi Solé Tura, poniendo un acento en la última a. "No es un futbolista, señor Iglesias, es un padre de la Constitución", le ha dicho.

El debate siguió en lo ideológico, como la posición respecto al aborto, a la reforma laboral, a la política social o la memoria histórica, entre otras.

Aún así, en algún momento, Rivera ha asegurado que le tiende la mano para pactar refomas como la ley electoral, los aforamientos o la fiscalía. No parece probable que pacten ni siquiera para eso, frente al PP.

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