Ruiz-Mateos Jr: “Mi padre tenía una voluntad de pago firme e inquebrantable”

José María Ruiz-Mateos Rivero, segundo hijo del empresario de Nueva Rumasa, afirma que su progenitor siempre tuvo "una voluntad de pago firme e inquebrantable" a pesar de que en abril de 2010 dejó de pagar las mensualidades convenidas con los propietarios de dos hoteles que en diciembre de 2008 se los vendieron por 11,6 millones de euros. Tercera jornada del juicio que se sigue contra los 6 hijos varones de José María Ruiz-Mateos en la Audiencia de Palma por presunta estafa e insolvencia punible en la operación, por la que la fiscalía pide siete años de cárcel para cada uno y multas de 121.000 euros.

Los hermanos participaron en la compraventa como avalistas y ofrecieron entregar pagarés con vencimientos mensuales para abonar el pago por la compra, que se realizó mediante una empresa carente de patrimonio y actividad participada por una sociedad pantalla radicada en Belice. Sin embargo, la fiscalía sostiene que el vencimiento de los pagarés sólo se cumplió durante un año y cuatro meses y el dinero de las hipotecas que constituyeron sobre ambos establecimientos se desvió a otras sociedades y no se utilizó para el pago del precio convenido.

Unos hechos de los que el segundo hijo de José María Ruiz-Mateos se ha desentendido, como ya hiciera en la sesión anterior su hermano Álvaro. "Jamás he tenido intervención en ninguna de las sociedades de las que se habla, ni como administrador, ni como empleado, ni como asesor, ni he tratado con los vendedores, no conozco los hoteles, no he participado en ninguna reunión, no he tenido ningún tipo de relación con los hechos" ha alegado José María hijo ante la fiscal anticorrupción Ana Lamas, con la que ha mantenido un tenso encuentro dialéctico.

"Los vendedores fueron pagados hasta abril de 2010 y yo no tenía capacidad alguna para hacer frente al aval personal solidario" ha explicado José María, quien ha insistido en que durante todo el tiempo "mi padre tuvo una voluntad firme e inquebrantable de cumplir con las obligaciones de pago". "Mi padre siempre fue cumplidor" ha dicho su otro hijo Zoilo durante su comparecencia, donde ha reconocido que en el momento en que el patriarca no ha podido "ha dejado de pagar con todo el dolor de su corazón y del nuestro"

Los hoteles adquiridos por la familia fueron hipotecados al día siguiente de la compra, aunque el dinero no se empleó para pagar a los vendedores, según la acusación. Para probar que los hermanos conocían la mala situación de la empresas, Lamas ha exhibido varias cartas y correos electrónicos en los que el acusado hablaba de aplicar un expediente de regulación de empleo en las empresas ante las complicaciones financieras y también de la necesidad de obtener cinco millones de euros de un día para otro para las sociedades del grupo Rumasa. "¿En abril de 2009 era su dirección de correo?" le ha preguntado la fiscal. "No lo sé, no los reconozco como míos" ha sido la respuesta que el segundo hijo del clan ha esgrimido una y otra vez hasta que finalmente ha admitido la posibilidad de que sí fuera su dirección de e-mail.

Tanto Álvaro el jueves como José María este viernes han defendido que "no estábamos formados para la administración de empresas" y que su padre les instruía "en filosofía del trabajo" para que el día de mañana estuvieran preparados para trabajar en el grupo. José María ha señalado que nunca ha estado en ningún puesto de responsabilidad ni como apoderado de las empresas. "Qué eran ustedes ¿becarios de su padre?" le ha preguntado uno de los abogados de la acusación particular. Un extremo sobre el que el presidente de la sala también le ha pedido explicaciones, ya que el acusado figura como destinatario de varios correos en los que su padre le informa tanto a él como a otros dos hermanos del estado de mantenimiento de las obras de varios hoteles de los que previamente