Los fallos del sistema de votación agravan el pulso de Rivera y Punset en Ciudadanos
“Si Carolina Punset cuestiona nuestras primarias, debería dejar su acta”, pide el secretario de Organización
“Si Carolina Punset cuestiona nuestras primarias, debería dejar su acta”. Esa es la respuesta que da Fran Hervías, secretario de Organización de Ciudadanos, a que la eurodiputada asegure que el voto telemático de la formación “está manejado desde el partido” y que teme "amaños" en la elección “incontrolable” de los compromisarios que votarán las 75 enmiendas planteadas para la Asamblea de febrero contra el proyecto de Albert Rivera. La web que tramita esa votación no funcionó correctamente ayer. “Deben ser miles sin poder votar. Olé”, ironizó Punset.
El pulso interno por la elección de los compromisarios refleja la importancia de un cónclave que tendrá que dirimir las tensiones ideológicas y estructurales que ha provocado que Ciudadanos pase de ser un partido estrictamente catalán a ser la cuarta fuerza nacional. Tanto Rivera como sus críticos intentan acaparar el mayor número posible de esos representantes de los afiliados. Sin embargo, la web que gestiona la votación con la que se eligen a los compromisarios no funcionó corréctamente ayer por “la alta afluencia”, según la Comisión de garantías. Eso obligó al partido a ampliar once horas el plazo de votación —que ahora concluirá el lunes a las 09:00— y reforzó las críticas que ya había lanzado Punset el viernes.
“No creo que Carolina Punset, que ha sido elegida por ese mismo sistema de primarias, exactamente el mismo, esté cuestionando su proceso de elección”, reflexionó Hervías, que optará a ser reelegido en la cartera de Organización. “Si lo estuviese cuestionando, o creyera que no tuvo el apoyo de la militancia para ganar las primarias, por coherencia debería dejar su acta”, siguió durante una entrevista con EL PAÍS. “Es de sentido común”, añadió. “Yo confío plenamente en que a Carolina los afiliados la votaron, y que la mayoría la apoyaban. Que ella misma cuestione su propia elección interna es un poco incoherente y surrealista”.
La polémica sobre el sistema y el modelo de las primarias refleja el tenso ambiente con el que Ciudadanos afronta su cónclave. El último fin de semana de enero, Rivera será reelegido con toda probabilidad como presidente de Ciudadanos para los próximos cuatro años. Sin embargo, la Asamblea a la que acudirá a inicios de febrero intentará matizar aspectos clave de su proyecto, como su apuesta por eliminar del ideario la vinculación del partido con la socialdemocracia; expulsar a los afiliados que formen corrientes críticas internas; y limitar las primarias. En consecuencia, lo que se preveía como una celebración de la expansión nacional de Ciudadanos (que en dos años ha pasado de tener tres diputados autonómicos a presumir de 32 nacionales, casi 100 autonómicos y más de 1.500 concejales) será finalmente una tensa reunión con un profundo contenido político.
Así, la Asamblea debatirá una enmienda que pide que el partido entre ya en todos los Gobiernos que pueda. Con 32 diputados en el Congreso, Ciudadanos fue clave para la investidura de Mariano Rajoy como presidente. Sin embargo, el PP privilegia ahora al PSOE como socio, porque los 85 representantes socialistas pueden inclinar las mayorías de la Cámara Baja. La formación de Rivera se arriesga a la irrelevancia, en opinión de los enmendantes, que urgen a la dirección a entrar ya en todos los Ejecutivos posibles para así tener un balance de gestión con el que defender sus opciones en futuras elecciones.
“Cuando se diseñó toda la expansión, me fijé en dos partidos, en UCD y en UPyD y en el porqué de su desaparición”, explicó Hervías. “Ciudadanos no puede desaparecer porque nosotros tenemos una implantación fuerte y una fuerza institucional y no somos un partido con reinos de taifas como a algunos les gustaría que fuese”, siguió. “La inestabilidad política ha atrasado el proyecto de desarrollo de toda la cohesión interna del partido”, reconoció el secretario de Organización de Ciudadanos, que en 2016 se quedó fuera de los parlamentos autonómicos gallego y vasco. “A lo mejor habíamos tenido que hacer la Asamblea antes para tener una estructura de partido acorde con un partido de ámbito nacional, para que toda la descoordinación que ha habido, y la falta de comunicación interna que ha habido, no se hubiesen dado. Eso ha creado muchas deficiencias internas”. Y subrayó: "La Asamblea nos va a permitir adecuar el partido a lo que somos, con el objetivo puesto en 2019 y que Ciudadanos sea decisivo, gane elecciones y lidere Gobiernos".
Para lograr esa meta, Rivera anunciará a principios de la próxima semana el equipo con el que aspira a ser reelegido como presidente y propondrá que José Manuel Villegas ascienda a secretario general. Hervías, por su parte, aspira a continuar al frente de la Organización para culminar la implantación nacional de Ciudadanos: quiere cerrar la etapa del partido de “dos velocidades”, capaz de despegar con fuerza en unas Autonomías (Madrid, Andalucía, Cataluña o Comunidad Valenciana) mientras no lo hacía en otras (Galicia, Navarra o País Vasco), para convertirlo en una alternativa de gobierno.
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