Errejón hace autocrítica y enmienda la gestión de las negociaciones de Gobierno tras el 20-D

Íñigo Errejón hace autocrítica en su ponencia política para el próximo congreso de Podemos. El número dos mira hacia atrás y no duda en señalar errores que impidieron un mejor resultado del partido en las elecciones generales del pasado 26 de junio. Los comicios del 20-D fueron un "parteaguas en la historia de Podemos", escribe en el texto, que lleva el título de Desplegar las velas. Un Podemos para gobernar. Esa fecha fue un punto de bifurcación para Podemos porque, "por primera vez de forma más clara, se plantearon diferencias estratégicas en el interior del partido". Errejón reconoce así indirectamente que la gestión tras el 20-D fue el germen de sus diferencias con Pablo Iglesias. El secretario político de Podemos considera que la explicación de los resultados del 26-J se encuentra en "la gestión de las negociaciones de gobierno improductivamente y la percepción de in­madurez y soberbia por una parte importante de nuestro potencial electorado", además de una confluencia con IU que "no pareció funcionar".

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Errejón pide "corregir el rumbo" de los últimos meses en Podemos. Considera equivocada la estrategia que pretenden desarrollar Iglesias o su entorno, aunque no les cita. "Quienes consideran que viene un período en el que no es posible ganar posiciones en la política española y, por tanto, lo que debemos hacer es 'cavar trincheras', protagonizar protestas y endurecer nuestra formación política para hacerla capaz de pasar un período invernal sin bajas, sin perder a los ya convencidos". Estas posiciones "resistencialistas", dice, "son partidarias de una agenda de reivindicaciones centradas exclusivamente en los sectores más empobrecidos, de una agenda institucional que huya de cualquier compromiso o entendimiento, y de una línea ideológica que conside­ra que la transversalidad ha rendido todo lo que podía y que hemos de concentrar nuestros esfuerzos en construir una fuerza política que aglutine al conjunto de la izquierda".

"Ya no estamos en 1978 y no se trata de ser el PSOE o el PCE", señala a cambio Errejón, que propone, en contraposición a esas tesis, "la necesidad de seguir a la ofensiva". El número dos plantea que Podemos se centre en representar "un horizonte alternativo de seguridades y certezas", un "proyecto de normalidad alternativa", y para eso debe recuperar la iniciativa institucional, el discurso transversal en lo ideológico "que deje atrás las etiquetas de izquierda y derecha" y debe volver a apelar a sectores más amplios que los empobrecidos. "Ahora tenemos que abrirnos en lugar de cerrarnos, recuperar el rumbo de la transversalidad y el proyecto ganador, demostrarnos útiles a nuestro pueblo en las instituciones donde estamos para ser la punta de lanza del país que está por venir", dice el texto.

La relación con el PSOE es otra de las patas fundamentales de su ponencia. Errejón aboga por abordar la relación con el partido "de manera inteligente y laica", frente a "la negación obsesiva y choque frontal". "La relación de Podemos con el PSOE debe ser hábil, pues no puede desconocer su importancia histórica pero tampoco tomar deci­siones en base a su existencia", dice el número dos de Podemos. "La obsesión con el Partido Socialista tiene más que ver con las deudas pendientes de una parte de la izquierda de nuestro país que con las pretensiones y aspiraciones que Podemos debe tener en esta nueva etapa", escribe.