Rajoy pide al PP que la corrupción “se convierta en historia”

El Partido Popular celebrará del próximo 10 al 12 de febrero en Madrid el congreso nacional en el que debe elegir a su cúpula. La expresidenta de Aragón Luisa Fernanda Rudi presidirá el comité organizador del cónclave, que tenía que haberse celebrado en enero de 2015 y fue pospuesto debido a la cadena de citas electorales y la "interinidad" del Gobierno. Mariano Rajoy se presentará previsiblemente sin rival y con una lista de 30 nombres para ocupar la dirección del partido. La actual secretaria general, María Dolores de Cospedal, se resiste a perder el control de la formación tras ser nombrada ministra de Defensa, pero miembros del partido han insistido en los últimos días en que está aún por decidir. Preguntado por si había pactado con ella esa continuidad, Rajoy se ha zafado esta tarde así: "Queda mucho tiempo. Ya comunicaré en su día todas las decisiones".

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Sin primarias, de momento

No habrá primarias y la votación se hará como hasta ahora, es decir, serán los compromisarios quienes voten. El partido contará con 3.128 compromisarios en total, de los que 2.565 se elegirán por los militantes de cada provincia entre el 16 y el 19 de diciembre. El PP, en cualquier caso, debatirá durante el congreso la conveniencia o no de instalar el sistema de primarias, como solicitan varios líderes territoriales, entre otros, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Una vez celebrado el congreso nacional se convocarán los regionales y provinciales, en los que ya regirán los nuevos estatutos, de forma que si en febrero se decide adoptar el modelo de primarias, los líderes regionales y provinciales del partido se elegirán mediante ese sistema. El PP pretende que todo el proceso de renovación de dirigentes esté resuelto antes del verano.

Este lunes, en su discurso ante la junta directiva nacional que convocaba oficialmente el congreso, a la que han asistido casi todos los ministros del Gobierno y los líderes territoriales del partido, Rajoy ha pedido a los suyos que la corrupción que ha "vivido el partido termine convirtiéndose en historia". El presidente en funciones tiene pendiente una comisión parlamentaria por la presunta financiación ilegal del PP, a la que se comprometió con Ciudadanos en su pacto de investidura y mientras, a partir del 23 de noviembre, continúa el juicio por el caso Gürtel.

El líder del PP, que no ha comparecido en público desde que el 3 de noviembre envió un comunicado con los nombres de su nuevo gabinete, ha querido lanzar hoy un guiño a quienes podían estar decepcionados por no haber entrado en el Gobierno: "No hemos podido satisfacer a todos, pero la vida continúa y da muchas vueltas".

Presión para aprobar los Presupuestos

Rajoy ha insistido en que no piensa renunciar a sus reformas de la pasada legislatura y ha criticado a quienes pretenden que lo haga "por puros prejuicios ideológicos".  Y ha trasladado un doble mensaje sobre sus planes de futuro. Por un lado, el presidente aseguró que su objetivo es pactar los presupuestos y que no quiere “entrar” en un plan B, es decir, convocar nuevas elecciones si no consigue sacarlos adelante. Pero al tiempo advirtió que, aunque ahora “no están en el horizonte” nuevos comicios, “nunca se sabe”, y recordó que su partido recupera votos mientras otros siguen cayendo. El líder del PP  repitió ayer dos veces esta frase de su discurso del debate de investidura: “Tan malo es no tener Gobierno como tener uno al que no se deja gobernar”.

En el congreso nacional, además de elegir a la cúpula, se debatirán cinco ponencias, que Rajoy ha encargado a los cinco vicesecretarios del partido: Política y Estatutos; Asuntos Sociales; Economía y Administración Territorial; Educación, Innovación y Cultura y Europa; y el papel de España en el mundo. El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Mallo, presidirá la primera, en la que se debatirán asuntos como las primarias y la incorporación de algunas de las medidas pactadas con Ciudadanos, como la separación de imputados por corrupción. El encargo consiste en dejar atrás los escándalos, recuperar la confianza de los votantes que se fueron y captar la de los jóvenes, el gran reto pendiente del partido.