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Una diputada del PP de la Asamblea de Madrid acusa a un superior de acoso laboral

Elena González-Moñux sufre una "depresión mayor" debido a las “elevadas agresiones verbales” que soporta de su jefe, según un informe médico

En el centro, Elena González-Moñux. A la derecha, con los dedos cruzados, el portavoz Enrique Ossorio.
En el centro, Elena González-Moñux. A la derecha, con los dedos cruzados, el portavoz Enrique Ossorio.

La diputada del PP y portavoz adjunta en la Asamblea de Madrid, Elena González-Moñux, se halla de baja médica desde hace dos semanas, sin ir al parlamento regional, debido a las “elevadas agresiones verbales” que viene soportando “de un superior” (presunto acoso laboral), según un informe del psicólogo que le trata desde finales de agosto. El superior al que se refiere es el actual portavoz del PP en la Asamblea, Enrique Ossorio, que niega el maltrato. El PP gobierna en Madrid con el apoyo de Ciudadanos y entre ambos aventajan a la oposición (PSOE y Podemos) por un diputado de diferencia (65 frente a 64). Una portavoz de la Comunidad respondió, al ser preguntada si el Gobierno regional estaba informado de este asunto y, en su caso, si había adoptado alguna medida, que la presidenta, Cristina Cifuentes, no tenía “ni idea”. Y aseguró que el número dos del Gobierno madrileño, Ángel Garrido, supo de esta baja el pasado día 19. Y que preguntó a los miembros de la dirección del grupo del PP, que negaron el maltrato.

El número dos del Gobierno de Cristina Cifuentes, Ángel Garrido, afirma, a través de una portavoz, que mantuvo un encuentro con la diputada el pasado miércoles día 19, y que ella le expuso que "iba o había pedido la baja debido a su situación en el trabajo". La diputada subraya, en cambio, que "lleva meses" denunciando ante sus jefes del Gobierno regional la situación que le ha conducido a una "depresión mayor", según describe el citado informe médico.

Licenciada en Derecho, González-Moñux revela que lleva un año de “humillaciones” en su trabajo. Explica que distintos episodios con Ossorio, “insultos incluidos", han acabado minando su estado anímico hasta la depresión. “No entiendo cómo me puede estar pasando todo esto, con veintitantos años que llevo de servicio público en el partido...”, confiesa. Ella, que también ha sido gerente del PP de Madrid con Pío García Escudero y concejal del Ayuntamiento de Madrid en la etapa de Alberto Ruiz-Gallardón, evoca lo que le sucedió durante un pleno, en junio pasado (es la ponente de la ley de sacrificio cero de animales de la Comunidad, que durante seis meses consensuó con la oposición en la Asamblea). Cuenta que Ossorio y ella estaban sentados juntos en sus escaños. “Y sin venir a cuento, y mirando de frente, sin torcer la cabeza, empezó a insultarme, pero despacio para que lo oyera yo sola: ”¡Es que no te sabes la ley, eres tonta, tonta! (…) Ahora coges y te vas y te estudias la ley y las enmiendas... ¡Venga, ve y te las estudias...! Y a las cinco voy a convocar una reunión y te vamos a preguntar sobre ella...".

“Llevo seis meses trabajando en esta ley, la conozco perfectamente y no necesito estudiarla”, asegura la diputada que replicó a Ossorio. “Además, son más de las tres y voy a almorzar algo...". -“¡Pues te vas sin comer y te estudias la ley!”, le espetó Ossorio, agrega González-Moñux.

Dada la actual correlación de fuerzas, basta que un diputado del PP falte a un pleno para que el Gobierno de Cifuentes no pueda aprobar leyes

Ossorio niega "tajantemente" tales insultos y haberle causado maltrato alguno, aunque reconoce que le pidió "que se leyera unas enmiendas" sobre la citada ley porque "vi que nos las dominaba". El portavoz afirma que su deseo es que "recupere pronto" y vuelva a la Asamblea. "Es mentira que la haya insultado", afirma.

La diputada causó baja el pasado día 10. Desde entonces, solo ha ido una vez a la Asamblea. Acudió a votar al pleno del pasado jueves, pero no estuvo en la sesión del día 13 ni en las distintas juntas de portavoces. Dada la actual correlación de fuerzas, basta que un diputado del PP falte a un pleno para que el Gobierno de Cifuentes no pueda aprobar leyes. PP y Ciudadanos aprovecharon la ausencia de un diputado socialista en el pleno del día 13 para poder aprobar propuestas legislativas.

"¡Es que no te sabes la ley, eres tonta, tonta! (…)", espetó a la diputada el portavoz del PP

Garrido la citó en su despacho el día 19, añade González-Moñux, para instarle a que acudiera a las votaciones, tras asegurarle que su situación era "compatible" con ir a votar (fuentes judiciales aseguran que eso sería "un fraude a la Seguridad Social"). La diputada popular continúa en la actualidad de baja, impuesta por su psicólogo y avalada por un médico de la Seguridad Social.

No es una recién llegada al PP: ha ostentado cargos públicos relevantes en sus más de 25 años de trayectoria política. De entre los miembros de la actual dirección del grupo popular en la Asamblea, ella es la única que ya tenía experiencia: fue secretaria general en la quinta legislatura, durante la presidencia de Alberto Ruiz-Gallardón.

La portavoz adjunta del PP en Madrid asegura que casi desde el inicio de la legislatura, tras nombrarla Cifuentes para este cargo, está viviendo un calvario “de exclusiones”. Pese a su cargo, no se la invita, indica, a las reuniones de grupo en las que se debaten, por ejemplo, el desarrollo reglamentario de la Asamblea o el estatuto de Telemadrid. Un portavoz de la Comunidad destaca que está trabajando en las comisiones de Educación, Deuda y sobre corrupción que desarrolla la Asamblea.

El psicólogo, y después la médica de la Seguridad Social que han certificado su baja, han recomendado a González-Moñux que no acuda al puesto de trabajo al constituir este el foco de su actual depresión, según el parte facultativo. La baja (si persiste su sintomatología de “angustia, inseguridad, desesperanza y sensación de miedo cuando tiene que ir a su puesto de trabajo”, señala el informe médico) puede prolongarse meses. "Primero es la salud y después el trabajo", le han aconsejado.

González-Moñux insiste en que lleva meses denunciado sus vicisitudes con Ossorio ante sus jefes, entre ellos, a Garrido, y que "nada ha cambiado", explica. Tras dos semanas de baja, de sus jefes solo Garrido la ha telefoneado para interesarse por su salud ("y para que fuera a votar", apostilla). En el encuentro del día 19, el hombre fuerte del Gobierno de Cifuentes se afanó en explicarle que su baja era “compatible” con asistir a la Asamblea para votar, según la diputada. Garrido le recordó la ajustada “aritmética” de la Asamblea, que convierte en determinante cada voto, por lo que le pidió que permaneciera de baja hasta que “se curase del todo” , pero, a la vez, acudiera los jueves a los plenos a votar.

El informe psicológico refleja que González-Moñux “no presenta alteraciones de tipo sensoperceptivo ni ideación delirante y tiene una adecuada introspección” y destaca que, temporalmente, debe mantenerse alejada de su entorno en la dirección de grupo del PP en la Asamblea, o bien que le sean “modificadas sus circunstancias laborales”, describe el facultativo. "He ido muchos días al trabajo con miedo”, añade. “[Ossorio] me dijo que era tonta, y que no sabía hacer nada…”, subraya. González-Moñux, en la anterior legislatura, en los Gobiernos de Esperanza Aguirre y su sucesor Ignacio González, fue viceconsejera de Justicia y Administraciones Públicas.

Distintos episodios con Ossorio, “insultos incluidos", la han conducido a su actual estado "de depresión mayor”, según el parte facultativo

Episodio "humillante"

El pasado 14 de julio vivió otro de los episodios más “humillantes” que, indica, recuerda. Ese día estaba en el despacho de Ossorio el secretario general técnico de la Asamblea Pedro Muñoz Abrines. La conversación tenía relación con la ley de sacrificio cero de animales, aprobada antes del verano. “Ese día me echó del despacho, con muy malos modos; levantando el dedo y dirigiéndolo hacia la puerta, me soltó: “Vete de mi despacho, no quiero verte. Como no haces tu trabajo, ya lo haré yo por ti... Y tengo un testigo (se refería a Pedro Muñoz) de que no has estado afortunada en lo que me has dicho, a mí, que soy el portavoz”, asegura que le espetó. Ella le contestó: “Por mucho que seas el portavoz, no puedes hablarme así... A mí me ha nombrado adjunta Cristina Cifuentes. Si ves que no hago bien mi trabajo, díselo a ella”. Ossorio reitera que no la ha insultado ni causado maltrato alguno.

González-Moñux señala que acudió el pasado jueves a la Asamblea a votar y que no ha querido denunciar en los tribunales su situación "porque no quiere hacer daño al partido". Y que ha avisado a Ángel Garrido de que la baja y el trabajo en la Asamblea “están relacionados y no pueden desvincularse". "Yo no soy la causa del problema, Ángel, el problema es otra persona... Estoy sufriendo acoso laboral desde hace mucho tiempo”, asegura González-Moñux que le comentó. Este, según la versión de la diputada, le contestó: “Eso habría que hablarlo [en el sentido de contrastarlo] con él”, en alusión a Ossorio. “Te recuerdo”, añadió la diputada, “que soy yo la que padece la baja médica, la víctima... ¿Acaso quieres ponerme a hacer un careo con él...?”, señala la diputada.

González-Moñuz, que también es en la actualidad presidenta del Comité Jurídico de la gestora que preside Cifuentes tras desbancar a Esperanza Aguirre, asegura que su preocupación ahora es curarse. “Yo quiero a mi partido, en el que llevó desde los 16 años, empecé pegando carteles con Fraga... Pero no he hecho nada malo a nadie y no merezco que se me trate así. Vivo del sueldo de mi trabajo, no tengo cuentas en ningún sitio, sí hipotecas y deudas como el común de los ciudadanos”, dice, con lágrimas en los ojos.

Siempre creyó “tener una buena relación con Cifuentes” y no entiende "por qué nadie ha parado la conducta de Ossorio”. "Mi deseo es volver a mi puesto de trabajo cuanto antes y seguir sirviendo a los ciudadanos, como he hecho desde siempre, pero nadie tiene derecho a insultar o vejar a un subordinado”, razona González-Moñux.

investigacion@elpais.es

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